La historia de Colombia tiene un episodio que resalta por el baño que se dieron los narcotraficantes en excentricidades y escandalosos lujos en las décadas de los 70 y 80. Además de la Hacienda Nápoles, en Antioquia; y la ostentosa mansión de Gonzalo Rodríguez Gacha, en Pacho (Cundinamarca); también está La Posada Alemana, ubicada en el Quindío, un lugar que levantó Carlos Lehder.
A finales de 1981, Lehder, quien está detenido en Colombia tras llegar de Estados Unidos, inauguró a finales de 1981 un rimbombante hotel de lujo en el departamento del Quindío: La Posada Alemana, que se ubicó en la carretera que conecta a Pereira y Quindío.
En su momento fue la sensación en esa región del Eje Cafetero. El lugar campestre que ofreció todas la comodidades que buscaban los hombres de negocios y empresarios de la época. Acabados inspirados en la infraestructura europea.
Ese hotel contaba con 24 cabañas familiares con estilo suizo. Cada una contaba con dos pisos y tenía una alfombra moderna y servicio de chimenea y televisión, según el diario La Crónica de Quindío.
El hospedaje contaba con su propio bar en la zona de cabaña y la Taberna Quimbaya, donde sonaban los clásicos de la época de Diomedes Díaz y Fruko y sus Tesos.
En la discoteca se ubicaba la vinería, una cafetería que en las mañana prestaba el servicio de desayunos a sus huéspedes, y en la tarde se enfocaba más en comidas rápidas.
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Eso no era todo, funcionó un centro de convenciones. Un lugar que se ubicó en la entrada y donde en un momento se encontraba toda la zona administrativa de La Posada.
Algunos relatos hablan que Ledher mando a construir una jaula que habitó a varios cóndores de los Andes, e incluso por un tiempo refugió a varios leones que trajo desde África subsahariana.
Algo muy característico del lugar fue una estatua en tamaño real del icónico John Lennon, uno de los integrantes del famoso ‘cuarteto de Liverlpool: The Beatles. Medía 1,74 metros.
La caída de La Posada Alemana
El gran hotel cayó tras la captura de su dueño Calos Lehder. Los rumores empezaron a crecer sobre los negocios del capo del narcotráfico, el país se sumergió en un estado de alerta contra el narcotráfico. La captura contra Lehder en 1987 cavó el fin de los mejores años de ese sitió. El criminal pasó los siguientes 38 años tras las rejas en Estados Unidos.
Y de ahí en adelante el famoso hotel campestre quedó en el olvido, víctima del polvo, el maleza, los saqueadores y visitas de los curiosos a tomarse fotos y grabar videos. Sus estructuras y lujos que costaron millones están en ruinas.
La estatua de Lennon lució durante años en el Consejo de Pereira, pero en 2003 fue robada y no se supo más de la figura.
Actualmente el predio pertenece a La Sociedad de Activos Especiales (SAE). La Alcaldía de Quindío ha querido adelantar varios proyectos en el sector, pero ninguno ha progresado y hoy no es más que las ruinas que guaradan parte de los fantasmas del narcotráfico.
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