La entrevista que el exsenador Gustavo Bolívar concedió a Revista Semana, en la que denunció una red de trata de mujeres en el Congreso y la emprendió contra sus mismos copartidarios, sigue dando de qué hablar.
Justamente, uno de los señalamientos fue contra el representante del Atlántico Agmeth Escaf, a quien acusó de hacer parte de la casa política Char y de apoyar al expresidente Iván Duque, en contravía de los postulados del Pacto Histórico.
En respuesta, Escaf habló con EL COLOMBIANO, desmintió cualquier tipo de vinculación con los Char y atribuyó las acusaciones de Bolívar a que su candidato en el departamento no ganó.
Inclusive, va más allá y alerta por una guerra sucia interna y hasta un juego sucio promovido supuestamente por Bolívar, que termina afectando al Pacto Histórico en medio del año electoral.
EL COLOMBIANO: El exsenador Bolívar dijo que fue una equivocación que usted resultara elegido por el Pacto y lo relacionó tanto con la casa Char como con el expresidente Iván Duque. ¿Es verdad que usted en algún momento hizo campaña con ellos?
AGMETH ESCAF: “Todo eso es mentira. Si él tiene alguna prueba de eso que la saque. Yo no tengo nada, absolutamente nada, que ver con ellos. No he participado en política, esta es la primera vez que lo hago. Dar opiniones políticas no es participar en política”.
Al margen de lo electoral, ¿hubo algún tipo de afinidad con los Char o Duque?
“Ninguna, con ninguno de los dos. Pregúnteles si alguna vez hemos tenido algún tipo de afinidad política”.
Precisemos entonces cómo aterrizó usted en el Pacto Histórico. ¿Qué afinidad tiene con Petro y con el Pacto?
“Primero, por inconformidad con todo lo que estaba ocurriendo con los gobiernos anteriores, tanto en lo local como en lo nacional. Y mi sentimiento de responsabilidad al respecto. Por eso, tengo la oportunidad de encontrarme con él (Petro), avanzamos en el tema y decido ser parte del proyecto. Este es un proyecto consensuado y preparado para poder lograr la curul –como se logró–, a pesar de las indisposiciones de muchísimos.
Acá se hicieron las encuestas correspondientes y se tomó la decisión, una decisión que también tomó el presidente y la coalición, para que yo fuera la cabeza de lista. Así fue como llegó a ser cabeza de lista del departamento del Atlántico por el Pacto Histórico y a trabajar en la calle para lograr los votos, para poder ganar como se ganó. Es que históricamente no se había tenido una curul en el departamento, pues siempre había estado cooptada por los partidos tradicionales y la casa Char”.
¿Cuando dice “indisposiciones” a quiénes se refiere? ¿quién se opuso a que fuera cabeza de lista?
“Un gran sector, también de los mismos alternativos, porque tenían otros candidatos, entre ellos, Gustavo Bolívar. Esos candidatos no pasaron ni una encuesta siquiera. El presidente hizo los actos democráticos –como corresponde–, y en las encuestas superé a esos candidatos 10 a 1. Eso fue lo que sumó. También lo que yo podría representar por ser atlanticense y por estar con mi gente en el territorio constantemente, toda la vida. Y la sumatoria de lo que era el efecto del fenómeno Petro-Pacto”.
Es decir, ¿el haber ganado esa encuesta interna fue lo que desató los desencuentros con Bolívar? ¿o hay algo más de fondo?
“Sí. Todo esto precisamente por un comentario que hizo el diputado Nicolás Petro –que además hace parte del proyecto Pacto Histórico–, quien dijo que el Pacto se equivocó al elegir algunos en el Atlántico, y Bolívar me involucro a mí, cuando no es así.
El comentario del diputado es generalizado, no puntualiza sobre quiénes, pero no soy yo. Y el exsenador –que tiene su malestar desde el principio, porque fui yo y no fue el candidato de él–, decide venir a arremeter contra mí con mentiras, difamando mi buen nombre, involucrándome en cosas en las que nunca he estado y, de paso, atropellando una curul, una dignidad, del mismo Pacto Histórico. Es como contradictorio”.
¿Dificultades y desencuentros de ese calibre no deberían tratarse primero internamente? Usted en Twitter decía que había procurado ser prudente y guardar silencio, pero que se cansó y que no iba a “callar más”, ¿por qué decide hablar ahora y denunciar públicamente a Bolívar?
“Porque precisamente en nuestro colectivo a veces es muy difícil encontrar los puntos de disenso, porque hay algunos a los que no les interesa, entre ellos, Gustavo. Entonces esto se vuelve un tema de ‘diosidades’, que si no es como ellos quieren, entonces no es. Y no llevan las cosas a la mesa.
¡Caramba! Acá, primero que todo, si hay acusaciones hay que hacer la investigación correspondiente y pasar por los filtros necesarios dentro del mismo colectivo, pero no. Salir a arremeter y activar bodegas en contra de las personas es la costumbre que tienen. Tanto que critica Bolívar a los demás y él termina actuando de la misma manera. Ya pasaron el umbral de la falta de respeto y la polarización en la que continuamos todavía muchas partes del sector del Pacto Histórico”.
Internamente, aparte de Bolívar, ¿a quién más –según usted–, no le interesa que se den las discusiones internas?
“Hay algunos. Mira por ejemplo mi presidencia en la Comisión Séptima y la forma en la que tuve que conseguir los votos dentro de la misma Comisión, porque dentro de la Colombia Humana no se quiso hacer efectivo proceso democrático de las postulaciones. Es decir, si había un postulado pues lo lógico es que la misma Colombia Humana hubiera votado para elegir quién era su candidato, pero no y esto generó el comentario absurdo de la representante María Fernanda Carrascal, que me nombró como el ‘Manguito’ del Pacto Histórico. Todo esto, por el hecho de que yo hubiera hecho un acto democrático y no un acto autoritario como el que querían hacer sobre mí”.
¿Pero quién más hace parte de ese sector que, según le entiendo, es muy poco dado a la crítica y es radical dentro del Pacto?
“Es que radicales hay en nuestro sector y en todos los sectores. Siempre hay bastantes. Si tú te das cuenta en la coalición en este momento tenemos a los verdes con otras posturas, entre individuales y otras que se van agrupando en pequeños nichos que vienen de antes, y otros que están llegando a crear ese mismo ambiente.
Aquí hay mucho inconformismo con las actitudes de personas representativas del Pacto Histórico y sobre todo, con el hecho de querer estar anteponiendo todo con la palabra del presidente Petro. “Que el presidente Petro dice...”, “que el presidente Petro no sé qué...”, cuando eso no es así. Y abusan de los espacios. Sobre todo la falta de respeto de los espacios ganados.
El Pacto Histórico tiene 50 congresistas, que todos trabajamos –sobre todo los territoriales–, y que tuvimos que salir a los departamentos a recorrer puerta a puerta para sacar adelante el proyecto Pacto, que era sumar Cámara y Senado y hacia la consulta de nuestro presidente y Francia Márquez, y luego hacer todo el resto del proceso para la primera y segunda vuelta. Entonces es poco ético y poco profesional desde cualquier punto de vista no valorar el trabajo hecho por los demás y pretender venir a decir que todos nos endilgamos en los votos del Pacto, de la coalición y del presidente Petro.
Aquí todos trabajamos, todos pusimos de nuestra parte. Incluso, a nosotros nadie nos pagó las campañas. También lo que hacen es menospreciar el esfuerzo de la misma gente, de los votantes. Pretender acusarme de que yo me valí de los votos del Pacto es una falta de respeto. Él (Gustavo Bolívar) también se valió de los votos del Pacto, él fue cabeza de lista en el Senado. Entonces, ¿esto es que lo ancho pa’ uno y lo angosto pa’ otro? Eso no es así. Aquí las dignidades legislativas tenemos el mismo respeto y el mismo valor. Un congresista de la Cámara o uno del Senado no vale más que el otro, es una falta de respeto. Y hablo por muchos de mis compañeros”.
Usted calificó a Bolívar como un “intocable” dentro del Pacto y ahora deja entrever que él es culpable de promover esos roces internos, ¿quién más es responsable?
“Estás ampliando el espectro y mi debate es con Bolívar y con Carrascal. No abro más el debate, ni sigo caldeando las cosas más en el Pacto Histórico. Con esto es más que suficiente y por lo que me comunican muchos de los compañeros, ya era hora de que se pusieran las cosas sobre la mesa. Y como no hay mesa, tocó colgar los trapos en la ventana”.
En Twitter usted dijo que Bolívar se vendía como el “impoluto”, pero que contaba con “bodegueros” para atacar a quienes le estorbaban. Esos “bodegueros”, dice usted, se la pasaban con él en fiestas y conciertos, ¿qué pruebas tiene de ello?
“He estado en dos lugares con ellos siendo yo invitado. La primera vez invitado por el mismo Gustavo Bolívar recién nos posesionamos, cuando eramos electos, y luego en otra reunión en un bar en el que normalmente acostumbran, muy seguido, a reunirse en el barrio Palermo de Bogotá. Y ahí conocí a todos los que hoy se la pasan atacándome, sentados, muertos de la risa, divirtiéndose con Gustavo Bolívar. Ellos ya venían en una trabajo desde antes con él y ahora son mis enemigos. Y cada vez que yo salgo a decir alguna cosa, reaccionan todos ellos o Bolívar, y salen en horda a atacarme.
Se sabe de fiestas y reuniones en las que han estado con él. Y no solamente Bolívar, porque esto también, entre muchas otras cosas, es de muchísimos congresistas que utilizan estos mecanismos para estar atacando a la gente. Que trabajen en lo Legislativo y no acaben la dignidad de las personas. Esta guerra sucia política se normalizó y eso está mal. Conmigo eso no va”.
¿Quiénes están incurriendo en esas prácticas?
“No te voy a dar nombres de otros congresistas porque mi debate es con Gustavo Bolívar”.
Hablemos entonces de la relación con Nicolás Petro, ¿tiene alguna diferencia con él o por qué ese señalamiento de Bolívar?
“Con Nicolás no tengo ningún tipo de diferencia, hilan muy delgado porque sencillamente no investigan y no preguntan. Qué tan difícil podría haberle quedado al propio Gustavo Bolívar llamarme, sentarse conmigo y con un café decirme ‘oye, Agmeth, ¿qué tan cierto es esto, esto y esto?’. Además, él con su rol de periodista sabe perfectamente cuál es el trabajo que debe hacer uno como investigador. Pero no, simplemente a se dedican a seguir descargando, porque como no ganó el candidato de él, se pone a marcar con una cruz y a odiar al ganador de por vida. Eso está muy mal.
Con Nicolás no tengo ninguna diferencia de ninguna especie. Trabajamos juntos desde el momento que iniciamos esta campaña y ahorita estamos preparándonos para lo que viene en el debate del 2023. En estos días él ha estado en otras cosas, estamos en unos días medio de descanso, pero yo sigo trabajando. Todos seguimos trabajando y preparándonos para eso. Pero este tipo de comentarios, como el de Nicolás que fue generalizado, no se refería a mí.
El ataque directo de Gustavo Bolívar hacia mí es vergonzoso y eso ha generado en el colectivo y en la militancia un malestar muy grande. Además, viniendo de una persona a la que se le tiene un respeto político como Bolívar, va depreciando la calidad del trabajo legislativo, político y mediático del mismo Pacto, porque él ha sido un líder del Pacto y entrar en este tipo de juego sucio deja muy mal parado al colectivo.
Es que algunos compañeros me han dicho: de verdad ya estamos cansados de que a toda hora nos estén echando vainas a todos. En el caso mío es que yo no me quedo callado, no vine aquí con todo regalado, como dice él. Yo trabajé de la mano del presidente y de toda la gente. Y lo hice para trabajar, no para estar peleando entre nosotros”.
¿Qué otros compañeros han expresado ese malestar?
“Pero te gustan los nombres, ¿no? (risas) No, no te voy a dar nombres, pero ten certeza de que lo que te estoy diciendo es así, porque no miento. Hay mucho malestar por esto y otras cosas más que se han estado suscitando en estos seis meses.”
¿Qué cosas? Cuénteme, porque usted deja todo en ascuas...
“No” (risas).
Ampliemos entonces cómo están las cosas dentro del Pacto y más en un año electoral. ¿Qué tan unidos están internamente?
“Creo y espero que esto dé pie para que nos sentemos en las mesas correspondientes, tanto como partido como coalición para ponerle orden a todo esto y a dejar mucha hipocresía que hay en la política, en todo sentido. Y que los que vamos llegando logremos encontrar un punto de coherencia, de disciplina política, frente a lo que viene. Ya la campaña legislativa terminó y estamos en otro proceso. Ya vienen las campañas locales y debemos participar en ellas bajo las directrices de nuestro presidente y de las cabezas de partidos, que darán los lineamientos correspondientes”.