Siguiendo los pasos de Daniel Quintero, Carlos Caicedo hasta ayer gobernador del Magdalena, renunció al cargo para sumarse a la causa electoral y acompañar a los candidatos de su partido político Fuerza Ciudadana.
Tanto Quintero como Caicedo dejaron sus cargos a tres meses de culminar su mandato con argumentos similares: defender su proyectos políticos personales intentando evitar las derrotas de sus sucesores y bajo el argumento de que los requiere la calle.
“Asumo la misión de defender la democracia que en este momento está abiertamente en peligro”, escribió Caicedo en su carta de renuncia de tres páginas en la papelería de la Gobernación, algo distinto a lo que hizo Quintero, que publicó una carta a mano alzada.
Pero a ambos exmandatarios parece moverlos el mismo sentimiento: el del mayor interés de asegurar su continuidad en las urnas.
Caicedo dejó explícito en su dimisión, que fue aceptada en horas de la tarde por el presidente Gustavo Petro, que su apuesta es por el triunfo de Rafael Martínez, candidato a la Gobernación del Magdalena, y por Jorge Agudelo, aspirante a la Alcaldía de Santa Marta, por Fuerza Ciudadana, este último en reemplazo de Patricia Caicedo, la hermana del ahora exgobernador, a quien el CNE le revocó su inscripción como candidata. Ella era quien lideraba las encuestas y tras su retiro de la contienda, Fuerza Ciudadana se la jugará con Agudelo, quien fuera secretario de Hacienda de Santa Marta.
Aunque no salió a plaza pública, como sí lo hizo Quintero apenas unas horas después para acompañar a Juan Carlos Upegui y a Esteban Restrepo en un acto proselitista en un barrio popular, Caicedo sí anticipó que su propósito es sumar votos: “Vamos a dar el todo por el todo, vamos a conseguir un resultado histórico en tan solo diez días”.
En otras palabras, tanto Quintero como Caicedo están convencidos de que su “sacrificio” a puertas de una elección, les va a garantizar el triunfo en las urnas.
“Me voy porque las palabras no son suficientes y preciso demostrar con hechos lo que somos y lo que queremos”, agregó el exgobernador en su carta.
En todo caso, nada asegura más la continuidad de un gobierno que los resultados favorables de su gestión, lo que parecen haber olvidado tanto Caicedo como Quintero, pues en algunos sectores consideran que esas renuncias podrían convertirse en un salto al vacío y al final quedarse, como se dice por ahí, sin el pan y sin el queso.
A Quintero, por ejemplo, estar en las calles le ha valido rechiflas y señalamientos por sus pobres resultados en la gestión y por las denuncias sobre corrupción que lo rodean. Esas silbatinas han trascendido a otras ciudades del país, a donde ha ido para animar a los candidatos de Independientes. Así le pasó en Cartagena y en Montería.
Procesos pendientes
Tanto Caicedo como Quintero tienen cuentas pendientes con la Procuraduría. En el caso del exgobernador, el Ministerio Público le había abierto una investigación para determinar su posible injerencia en la campaña de su hermana Patricia a la Alcaldía de Santa Marta. Justamente, el pasado 2 de octubre, cuando le fue revocada la inscripción a la entonces candidata, Caicedo la emprendió con trinos y mensajes contra el ente de control.
En esa misma línea, a Quintero lo suspendió la Procuraduría en mayo de 2022 por su presunta participación en política a favor de la campaña presidencial de Gustavo Petro. Y hoy, ya retirado del gobierno local, el exalcalde de Medellín tiene pendientes 19 procesos en la Procuraduría.
Caicedo fue alcalde de Santa Marta en 2012 y desde entonces ha mantenido el poder local con candidatos afines a su partido. En 2018 se lanzó a la Presidencia y compitió en una consulta interna con el hoy presidente Gustavo Petro, en la que obtuvo cerca de 515.000 votos. Muy seguramente, al igual que Quintero, espera consolidar su movimiento político a nivel nacional para competir en las presidenciales de 2026. De ahí el golpe de opinión que ambos dan con sus renuncias.