Volvieron los insultos, los gritos y las recriminaciones en el Congreso de la República. Dos iniciativas de los congresistas, pero con visto bueno por el Gobierno Nacional, tienen los ánimos caldeados en la Comisión Primera del Senado.
La discusión por la propuesta de cadena perpetua para violadores de niños y, la que busca la doble instancia retroactiva en procesos judiciales fallados por la Corte Suprema, que favorecería al exministro de Agricultura Andrés Felipe Arias; ya dio los primeros asomos de polarización y desacuerdos cuando todavía ni siquiera llegan a la Plenaria del Senado. El de cadena perpetua ya pasó por los dos debates en la Cámara y ahora debe tramitarse en el Senado.
Los senadores Carlos Felipe Mejía del Centro Democrático y Benkos Biohó de la Farc, cruzaron insultos al término de un debate de un proyecto que busca excluir de la JEP tratamientos especiales para acusados de delitos sexuales contra menores de edad. Hubo señalamientos de lado y lado, como sucedió con la llamada “ley Arias” entre los senadores Gustavi Petro y Paloma Valencia.
Las tensas relaciones del Gobierno con el legislativo, reflejadas en la salida de Guillermo Botero del Ministerio de Defensa, también se evidencian entre los congresistas que, incluso, han continuado los ataques entre sí en las redes sociales.
Para Santiago Leyva, profesor del departamento de gobierno de la Universidad Eafit, “estas iniciativas son promovidas por el Centro Democrático y por supuesto que pueden caldear los ánimos de la discusión. La tarea que tiene el presidente es tratar de generar consenso en la bancada del uribismo, para que definan cuáles son las apuestas que pueden hacer ganar”.
El profesor agregó que es ese partido el que tiene que analizar “si es estratégico presentar los proyectos en estos momentos, porque creo que están en cálculos políticos buscando beneficios a un parlamentario específico y no para el Gobierno”.
Divisiones notorias
Un senador, quien pidió reserva de su identidad, fue contundente en afirmar que esas peleas en el Congreso son un error del partido de gobierno que de paso perjudica al presidente Duque. “Ellos exacerban el ambiente y deberían actuar con cabeza fría si les interesa sacar una agenda. Generan discusiones que ni la oposición lo hace, la próxima vez no va a haber quorum para sus temas. Además, ponen en aprietos a los ministros que, fuera de no tener margen maniobra con el Congreso, quedan en el peor de los mundos”, argumentó el congresista.
El senador del Centro Democrático e integrante de la Comisión Primera –donde están ambos proyectos–, Santiago Valencia, dijo que al de doble instancia falta que sea discutida en la comisión para que luego pase a la Plenaria.
Para él, este proyecto no genera polarización. “Uno espera que Petro y la izquierda digan que es un proyecto con nombre propio, pero eso sería una discusión política normal. Yo en todas las bancadas veo la necesidad de respetarle a esos 300 colombianos el derecho fundamental, reconocido en Colombia y por tratados internacionales de doble instancia o derecho a impugnación”, sostuvo Valencia.
Sobre la iniciativa de cadena perpetua, explicó que falta que radiquen la ponencia, pero ese punto sí crea controversia para él. “En el caso del Partido Farc, ellos tienen investigaciones abiertas por violencia sexual contra menores de edad. Entonces imagínese lo que se genera cuando opinan sobre ello. Es complejo y claro que genera una reacción del otro lado”, indicó.
La senadora de la Alianza Verde, Angélica Lozano, dijo que esas discusiones pueden afectar la agenda legislativa en general. De hecho, todo el año ha reclamado que los proyectos anticorrupción no aparecen en las prioridades por discusiones como estas, como ocurrió con las objeciones a comienzos del año.
Armando Benedetti, senador del Partido de la U, sustentó que la polarización que vive el país se refleja en el Congreso. “No tengo nada contra eso, prefiero un buen disenso que un falso consenso. Esto pasa porque no hay grandes proyectos, el Gobierno aquí no hace agenda”, apuntó.
El presidente del Senado, Lidio García, adelantó que habrá sanciones para algunos senadores del Centro Democrático y de la Farc por los últimos enfrentamientos. Mientras tanto, el Gobierno se ajusta internamente para que su agenda sea aprobada por un legislativo polarizado y en peleas radicales.
