Sin hacer referencia al revés que sufrió su exministro Luis Fernando Velasco en la Convención del Partido Liberal que dio como ganador al expresidente César Gaviria, este viernes el presidente Gustavo Petro habló de lo ocurrido durante la conferencia y, en referencia a las peloteras y división, llegó a decir que “ya no hay partido”.
El jefe de Estado –quien días atrás fue recriminado por el propio Gaviria, que reclamó por una “intervención indebida” en la colectividad–, compartió un video en el que se evidencian los enfrentamientos y disputas que se registraron durante el cónclave liberal en el Centro de Convenciones de Cartagena.
Varios de los delegados, en protesta por restricciones para el uso de la palabra, estuvieron a punta de agredirse físicamente y fue necesaria la intervención de la Policía para evitar alteraciones.
Ante ello, Petro calificó lo ocurrido como “muy lamentable” y reconoció que en la propia izquierda se ha llegado a este tipo de situaciones. “Cuando se llega a esto, ya no hay partido, porque se está en luchas de intereses personales que ya no logran poner como prioridad, los intereses de una sociedad, de una parte real de ella o el interés general”.
En esa línea, en referencia indirecta a las elecciones de 2026, Petro aseguró que un gobierno progresista “necesita de fuerzas que lo sustenten” y que tales fuerzas deben “ser reales y deben expresar en verdad a la sociedad”.
De acuerdo con el primer mandatario, si un gobierno progresista se sustenta “en fuerzas ya tomadas por el interés personal o particular”, también puede perecer y ser “un engaño” para la sociedad.
Por todo ello, elevó un llamado a su coalición, el Pacto Histórico, para “dar el paso para ser expresión real fuerte”, e invitó a las otras fuerzas políticas democráticas “a rehacerse en función de ser representaciones reales de la sociedad”.
Lo ocurrido ayer durante la esperada convención del Partido Liberal –en la que, por encima de un sector petrista, se terminó imponiendo una vez más el expresidente César Gaviria– refleja con creces la tensión, división y pugnacidad que se acentúan en las huestes ‘cachiporras’.
“Fuera Petro, fuera Petro” y “fuera Gaviria, fuera Gaviria” fueron algunas de las arengas que, con fuerza, se escucharon por momentos al interior del Centro de Convenciones de Cartagena, donde el exmandatario –en medio de una accidentada convención– fue proclamado nuevamente como director único del Partido Liberal.
De los 750 votos de los delegados de diferentes regiones, Gaviria se hizo a 582 apoyos, mientras que el exministro Luis Fernando Velasco –el ungido por el Gobierno de Gustavo Petro para abrirse campo en el liberalismo–, apenas obtuvo 11. Incluso, consiguió más votos una dirección colegiada liderada por el senador Alejandro Carlos Chacón (24 votos).
El lema que marcó la convención no podía ser otro sino “Construir sobre lo construido”, una referencia indirecta a la proclama que, incluso desde otras colectividades como La U, se le hizo constantemente al Ejecutivo durante el trámite de las reformas en el Congreso.
Lo cierto es que con su victoria, el expresidente completa casi dos décadas llevando las riendas del liberalismo: fue elegido por primera vez en 2005 y desde entonces ha permanecido en la Dirección, salvo entre 2011 y 2014, cuando le tiró la batuta a su hijo, Simón Gaviria, para luego asumir nuevamente.
Pese a su triunfo, el “fuera Gaviria” que retumbó al interior del recinto ratifica la fragmentación que desde hace meses se vive en el corazón de la colectividad. Los bandos están decantados entre un sector que, desde la independencia y con visión crítica, respaldó la continuidad de César Gaviria, y otro más afín al Gobierno Petro, que insiste en abrirse paso y lograr el apoyo del Partido con miras a 2026.
El presidente Gustavo Petro es consciente de ese poderío, por eso puso sus esperanzas en su exministro Velasco que –con las gestiones de otro liberal de antaño como su actual ministro del Interior, Juan Fernando Cristo–, intentó tratar de arañar apoyos y sumar soldados a su causa con miras a 2026. Sin embargo, el revés fue mayúsculo.
De hecho, durante la votación, Velasco resolvió abandonar el recinto y reclamó falta de garantías, llegando a decir que “se asesinó la democracia” y fueron silenciados. En diálogo con EL COLOMBIANO, el exsenador reclamó que, en lugar de un voto por delegado, la Dirección en cabeza de Gaviria dio vía libre para que un cacique pudiera votar en nombre de otros delegados.