Luego de conocerse la complicada situación que atraviesa el Ejército porque diez de los 20 helicópteros rusos MI-17 están varados en la base militar de Tolemaida por falta de mantenimiento y de que la Embajada de Rusia en Colombia se pronunciara al respecto, asegurando que fue el Gobierno Nacional el que suspendió el contrato de forma unilateral, se “desempolvaron” varias declaraciones en las que el presidente Gustavo Petro admitió que fue él mismo quien ordenó frenar este proceso.
Y es que este martes, cuando se conoció el estado de las aeronaves de gran tamaño, situación que complica el traslado de soldados a zonas donde es necesaria su presencia, la Embajada rusa indicó en un comunicado que el contrato de mantenimiento entre la compañía rusa NASC S.A. y el Ministerio de Defensa está suspendido desde febrero de 2023 cuando la parte colombiana “detuvo el cumplimiento de sus obligaciones bajo los contratos vigentes y unilateralmente suspendió su ejecución”.
Pues bien, en enero de ese año, cuando el presidente Gustavo Petro participó en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en Buenos Aires, Argentina, se refirió por primera vez a los helicópteros rusos del Ejército. Allí aseguró que el Gobierno estadounidense le pidió que mandara el armamento de fabricación rusa que Colombia tenía disponible y que no estaba usando para dotar a las tropas ucranianas.
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“En años pasados, Colombia compró material de guerra ruso, helicópteros, para sus propios fines al interior del país. Ese material está ahí, tiene problemas de sostenimiento porque la asistencia ahora es imposible para cambiar partes”, dijo Petro en ese momento.
El mandatario explicó que el Gobierno estadounidense le hizo el ofrecimiento para “solucionar el problema de sostenimiento de esos elementos”; sin embargo, sostuvo que se negó a entregarlos porque “la Constitución tiene (hacer la paz) como orden en el terreno internacional”.
“En alguna conversación con personas de Estados Unidos me pidieron que, para solucionar el problema de sostenimiento de esos elementos activos, se los entregáramos y ellos se los llevaban a Ucrania. Yo le dije que la Constitución tiene como orden (hacer la paz) en el terreno internacional. Y así quedará eso como chatarra, no entregaremos las armas rusas para seguir una guerra en Ucrania” aseveró el jefe de Estado.
La orden de no hacerle mantenimiento a los helicópteros
En septiembre del año pasado, Petro volvió a referirse a los helicópteros rusos en medio del escándalo suscitado por las denuncias de corrupción hechas por el entonces viceministro de Defensa, general (r) Ricardo Díaz, que por esta polémica –y unas denuncias de maltrato– salió del cargo.
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En una entrevista a revista Semana, el general (r) Díaz reveló supuestas presiones para que aprobara la adquisición de tres helicópteros para Casa de Nariño y la Fuerza Aérea, algo que Petro negó después a través de un extenso mensaje en su cuenta de X (antes Twitter) y, en medio de su explicación, volvió a hablar de las aeronaves rusas y admitió que él mismo fue quien ordenó no enviarlas a Rusia para su mantenimiento.
“(...) Yo fui el que tomó la decisión de no permitir que los helicópteros rusos fueran llevados a Rusia al mantenimiento con la empresa contratada en otros gobiernos, ni que salieran a Ucrania, como pedían los norteamericanos. Colombia no está con la guerra, sino con la paz en cualquier lugar del mundo. Cuando firmaron papeles para desobedecer la orden del presidente, se retiró al personal que insistía en mantener un contrato oscuro (...)”, fue la referencia del mandatario a la situación de los helicópteros que ahora están varados en Tolemaida.
Durante emergencia por incendios también habló de aeronaves rusas
En enero, cuando el país atravesó varias semanas en emergencia por los incendios que consumieron cientos de hectáreas en varias partes del país, el presidente también se refirió a los helicópteros rusos. Esta vez fue por la ola de críticas que le lanzaron al Gobierno por la inasistencia de estas aeronaves a las conflagraciones precisamente, por su falta de mantenimiento.
Desde el Pacífico, donde el Gobierno despachó por varias semanas, Petro aclaró que los únicos helicópteros que estaban en tierra eran los de fabricación rusa, mientras que los demás estaban atendiendo las emergencias.
“Eso es un problema internacional que no podemos solucionar, lamentablemente, porque tiene que ver con la guerra Rusia-Ucrania. Nosotros no quisimos mover esos helicópteros hacia la guerra, ni del lado ucraniano ni del lado ruso”, sostuvo el mandatario.
“Y ese, digamos, es una política de paz que tiene el país a nivel internacional. Claro, lo hubiéramos podido entregar a los rusos, que son los que tienen el contrato de mantenimiento, pero con un grave problema internacional, porque es alinearse en uno de los bandos de la guerra”, agregó el jefe de Estado en su momento.
Petro concluyó entonces con que: “Ese tema no tiene que ver en este momento, no lo podemos resolver, no está en nuestras manos. El resto de la flota que tiene que ver con otras tecnologías está allí”.
En su comunicado este martes, la embajada rusa insistió en que le ofreció múltiples alternativas al Gobierno colombiano para la asistencia a las aeronaves, una de ellas sin necesidad del envío de los helicópteros a suelo ruso.
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“La parte rusa, en el transcurso del año 2023 ofreció al ministerio diferentes opciones que podrían permitir seguir con el mantenimiento de los helicópteros, incluyendo la reparación en territorio de Colombia y cesión del derecho de ejecución de los contratos a una compañía colombiana”; sin embargo, “según nuestro punto de vista no existen obstáculos para que Rusia cumpla los contratos de acuerdo con las condiciones previamente alcanzadas”.
“Es decir, la compañía rusa nunca manifestó la imposibilidad de cumplir sus obligaciones y, al contrario, insistía en la ejecución de los contratos”, aclararon.
Los diez helicópteros que están en tierra en Tolemaida hacen parte de una flota de 20 aeronaves de las mismas características que, según lo expuesto en la denuncia de fuentes militares a Semana, son fundamentales para el traslado de tropas, pues en un MI-17 se pueden movilizar hasta 24 pasajeros y pueden llevarse cargas de hasta 4.000 kilos.
Los MI en tierra llegaron a su límite de horas de vuelo permitidas (completaron las 2.000 horas en el aire), obligando al Ejército a sacarlos de circulación. Expertos le indicaron a Semana que con este tiempo cumplido los helicópteros tienen que parar operaciones para ser sometidos a un overhaul, que significa un mantenimiento completo, en el que se revisa pieza por pieza para detectar desgastes y fisuras en las aeronaves.
Con estos helicópteros en tierra y la orden del presidente hace unos días de frenar la compra de armas a Israel –uno de los principales proveedores de armamento para el país–, comienza a sentirse un tufillo de crisis en las Fuerzas Militares en momentos en que las estructuras ilegales ganan espacio tanto en la zona rural como en las áreas urbanas.