El atentado con carro bomba perpetrado en Corinto, Cauca, en marzo pasado, y el ataque, también con carro bomba, contra la Brigada 30 del Ejército en Cúcuta y el atentado contra un helicóptero en el que viajaba el presidente Iván Duque en esa misma ciudad, ambos en junio, son solo algunos de los hechos de violencia que demuestran el recrudecimiento del accionar de las disidencias de las Farc que –de acuerdo con el más reciente informe del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz)– logró un aumento en su expansión y pie de fuerza en el último año.
El informe Los focos del conflicto en Colombia-Informe sobre presencia de grupos armados señala que este grupo ilegal alcanzó, en 2020, un total de 5.200 combatientes que se encuentran en 123 municipios de 22 departamentos, cifra que representa un aumento de la afectación en comparación con 2019, cuando solo hacían presencia en 93 municipios.
La magnitud de la expansión de estos grupos fue tal que hasta el expresidente Álvaro Uribe reaccionó a las cifras del informe, clasificándolas de herencia “del mal acuerdo con Farc”.
De hecho, el informe señala como una de las razones del crecimiento del pie de fuerza de las disidencias, “el incumplimiento de lo pactado con el Gobierno”, pues se enfocan en reclutar a personas en proceso de reincorporación; sin embargo, esta “no llega a ser la explicación del panorama actual de estos grupos”.
En cambio, sostienen que la mayoría de estas estructuras está mediado por el control de las economías ilegales en Nariño, Meta, Antioquia, Cauca y Norte de Santander, donde más hacen presencia sus tres grupos: el Bloque Suroriental, la Segunda Marquetalia y el Comando Coordinador de Occidente (ver gráfico).
El ministro de Defensa, Diego Molano, indica que, de acuerdo con inteligencia militar, las disidencias tendrían como objetivo llegar a 8.000 miembros este año; no obstante, explica que los planes operacionales de la Fuerza Pública han logrado más de 5.000 neutralizaciones –distribuidas en sometimientos, desmovilizaciones y bajas– y han impedido que logren su objetivo de expansión. Esto contrasta con las cifras de Indepaz y abre el interrogante sobre si este grupo tiene tal capacidad de reorganizarse.