El intento de atraco a una pareja, que logró salvarse de milagro, pone de nuevo en evidencia la inseguridad que está golpeando a la capital de Colombia. Lo que empezó como una caminata tranquila de una pareja de esposos en el Norte de Bogotá, terminó siendo una carrera de huida, policías y mucho terror para escapar de un par de atracadores.
Miguel Andrés Becerra, en diálogo con EL COLOMBIANO, contó que estaba en compañía de su esposa caminando por la Séptima con la 120, a eso de las 6:30 p.m. del jueves. A dos cuadras de la Clínica Santa Fe se les acercaron dos hombres armados, al parecer con la intención de atracarlos.
La pareja salió corriendo y se metió a un supermercado. El guardia de seguridad del lugar los recibió preocupado con un “sí, ya los vi (a los atracadores), pero ya no logro ver a uno de ellos por las cámaras”, dijo, luego llamó a la Policía.
“Mi esposa se puso muy nerviosa, creí que se podía desmayar ahí y no quise arriesgarnos. Siendo una banda que podía tener muchos otros campaneros en esquinas específicas, estoy seguro de que ahí pudo armarse una balacera, entonces pedí un Uber”, contó el afectado.
Como él, miles de bogotanos, turistas y residentes, reportan atracos a diario. Solo durante enero de 2024 las autoridades registraron 8.814 denuncias por hurtos en la capital. “Aunque sigue siendo una cifra muy alta, representa una disminución del 20% respecto a enero de 2023”, dijo el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán.
Para citar algunos hechos de esta semana, en una sucursal de la cadena hotelera Selina, ubicada en Chapinero, un desconocido ingresó a la zona de coworking y hurtó dos computadores portátiles que valdrían alrededor de 10 millones de pesos.
La cervecería BBC en Corferias, en la localidad de Teusaquillo, fue escenario de otro acto delictivo, donde un hombre ingresó armado y atracó a todos los presentes.
La ola de robos no discrimina ni siquiera a las autoridades, como lo demuestra el incidente registrado en la noche del 14 de febrero, en el que un policía fue víctima de tres individuos que le robaron una camioneta Toyota, en la localidad de Bosa, perteneciente al esquema de seguridad de un general de la Policía. Sin embargo, horas después, las autoridades pudieron recuperar el vehículo que fue abandonado en Kennedy.
En la noche del lunes 12 de febrero, los clientes de la hamburguesería Pecado Capital, ubicada en el sector de Cedritos, en Usaquén, fueron víctimas de un par de delincuentes que los sorprendieron mientras comían y les quitaron las pertenencias.
Horas antes, en la noche del domingo 11 de febrero, un hurto se registró en el restaurante Abasto, en el barrio Santa Bárbara, también en Usaquén. Los delincuentes iban tras un comensal que tenía un reloj marca Rolex; luego se descubrió que era una réplica. Allí, los sujetos llegaron en motocicletas portando armas de fuego.
La semana pasada, otro robo con la misma modalidad ocurrió cuando cuatro hombres armados hurtaron a 20 clientes en una panadería conocida como Masa, en la localidad de Chapinero. Los sujetos llegaron en motocicletas e intimidaron a los comensales para quitarles sus pertenencias.
“La percepción de seguridad solo la vamos a mejorar cuando veamos presencia de la Policía o en este caso, a la Policía Militar haciendo patrullaje en la ciudad, de lo contrario no vamos a poder atender la necesidad en materia de seguridad que es el clamar de los ciudadanos”, afirmó el concejal Óscar Ramírez, insistiendo en que la ciudad debe ser militarizada.
En una entrevista con la emisora La W, César Restrepo, el secretario de Seguridad de Bogotá, comentó que “la situación general de seguridad nos demanda un trabajo muy fuerte e ir recuperando el terreno que se ha perdido en los últimos años”.
Luego hizo un recuento de operativos en los que han detenido ladrones e indicó que la estrategia se está focalizando también en los centros de receptación de artículos hurtados.