Una larga noche vivieron los habitantes de Morales, Cauca, tras los intercambios de disparos y ráfagas de fusil que se extendieron por horas. Los enfrentamientos se desencadenaron entre la Fuerza Pública y el bloque Jaime Martínez del EMC, quienes intentaron atacar la estación de policía local.
Los intercambios de disparos se registraron en pleno casco urbano del municipio, poniendo en mayor riesgo la vida de los habitantes y causando una total zozobra y temor en medio de la noche.
Según informes, las disidencias iniciaron el ataque disparando directamente contra la instalación que alberga tanto unidades de la Policía como del Ejército, esto debido a la creciente crisis de violencia en la región. Según datos preliminares, no se reportaron heridos entre las unidades de la Policía y el Ejército, ni entre los civiles, que quedaron atrapados en medio del fuego cruzado, aunque la zozobra persistió durante horas.
Por otro lado, en el corregimiento de Robles, en Jamundí, también se vivieron momentos de tensión durante la tarde-noche del martes, cuando dos artefactos explosivos fueron lanzados contra la estación de Policía. Uno de los dispositivos detonó en el aire, mientras que el segundo no logró activarse. La administración municipal de Jamundí emitió una alerta, informando estar atentos ante nuevos hostigamientos.
La situación en Robles es particularmente tensa, dado que el corregimiento ha sido escenario recurrente de violencia que ha perturbado el orden público en varias ocasiones. Tan solo el pasado 7 de junio, la detonación de un carro bomba marcó otro triste episodio de violencia en esta zona. La comunidad local permanece en alerta mientras las autoridades continúan los patrullajes.
Alias Mordisco y sus disidencias en esta zona han adoptado diversas estrategias de ataque, incluyendo el uso de drones para detonar artefactos explosivos como la instalación de carros bomba. La capacidad de ataque del grupo armado sigue siendo una preocupación constante tanto para las autoridades como para la población local.
Las Fuerzas Militares y la Policía han intensificado su presencia en el Cauca en las últimas semanas. A pesar de estos esfuerzos, los hostigamientos persisten, lo que deja en evidencia la complejidad del conflicto y los desafíos que enfrenta la región.
Líderes comunitarios han denunciado que estos grupos armados imponen un control sobre la zona, ordenando también cobros de vacunas y toques de queda que restringen la movilidad de los habitantes.