La situación humanitaria por el asentamiento de los indígenas emberá en Bogotá continúa agravándose. Esta vez, denunciaron que cuatro menores indígenas habrían sido víctimas de abuso sexual.
Los hechos todavía son materia de investigación y se habrían registrado entre el 27 y 30 de junio.
Del caso se sabe que las menores fueron sometidas durante ese lapso de tiempo cerca a la central de abastos, en el sur de la capital.
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Dos de las menores tienen 11 y 13 años. Estaban en la Corabastos acompañadas de una mayor de edad. Eran las 11 de la noche de este 29 de junio. La mujer pagó 7.000 pesos a un mototaxista para que transportara a las niñas.
El hombre, contrario a llevarlas a un lugar seguro, las habría arrastrado hasta un paraje desconocido y allí les habría realizado tocamientos mientras las amenazaba con un cuchillo. Las niñas lograron escapar.
“Desde el primer momento entidades del Distrito como Secretaria de Salud, Consejería de Paz, Víctimas y Reconciliación, Integración Social y la Secretaría de Gobierno, activaron la ruta de atención integral para salvaguardar a las menores afectadas”, indicó la alcaldía de Bogotá cuando recibió las denuncias.
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Las menores lograron ser socorridas por un agente de policía, quien las trasladó hasta el hospital Meissen, donde permanecieron bajo observación médica hasta este 1 de julio.
Este martes, la familia de las menores logró interponer la denuncia. En este caso hay un hombre que alcanzó a ser detenido por las autoridades, una de las niñas lo identificó.
De los otros dos casos no se conocen mayores detalles.
“Hacemos un llamado a la comunidad para que, en un ejercicio de corresponsabilidad, se contribuya con el proceso de investigación que adelantarán las instituciones correspondientes. Es deber de todas y todos velar por la salvaguarda de los derechos de niñas, niños y adolescentes, para garantizar una vida libre de violencias”, aseguró la alcaldía de Bogotá en un comunicado.
Los indígenas emberá han realizado distintos periplos a la capital desde departamentos como Risaralda y Chocó por cuenta de la presencia de los actores armados en sus territorios.
Cerca del 55% de la población indígena que permanece asentada en Bogotá son menores de edad. En el medio hay un fallo de tutela que obliga al Bienestar Familiar a prestar atención permanente y a hacer monitoreo de la situación humanitaria de los niños y niñas indígenas.