El caleño Miguel Cárdenas llegó al ejército de Ucrania por un video en Tik-Tok. La invasión de Rusia a ese país apenas empezaba y por la red social china circulaban tomas en las que personas ucranianas decían que necesitaban soldados voluntarios para hacerle frente al ejército ruso, que tiene más de 1.3 millones de personas en sus filas.
Entre tanto, las tropas ucranianas cuentan apenas con cerca de 330.000 combatientes, según información de la revista Le Grand Continent, especializada en geopolítica y asuntos europeos. Cárdenas, nacido en 1991 en la capital del Valle del Cauca, decidió pelear una guerra ajena. En parte, lo convencieron los salarios altos que le ofrecía Ucrania a los “mercenarios” extranjeros: entre 500 y 1.000 dólares por día.
Pero esa cifra terminó siendo un señuelo para Cárdenas. Con el paso del tiempo se desilusionó. Se dio cuenta de que no estaba dispuesto a morir en un campo de guerra, lejos de su casa y sin ver a sus 4 hijos y esposa de nuevo. Por eso se rindió. Se entregó al ejército ruso, que lo capturó y, según dijo él mismo en el video de su interrogatorio, compartido por la agencia de noticias Sputnik, lo han trasladado por varios lugares “recibiendo un buen trato”.
¿Cómo encajó en el ejército ucraniano?
Cárdenas fue miembro de la Policía Nacional de Colombia. En el video, donde muestra su pasaporte colombiano, aseguró que prestó servicio militar en esa institución. De ahí nació su relación con las armas, los combates.
Después de que vio los videos que lo llevaron a tomar la decisión de irse para Ucrania, se dedicó a reunir el dinero para poder viajar. Se demoró algún tiempo, pero lo consiguió. Llegó a territorio ucraniano y, contrario a lo que esperaba, no recibió mucho entrenamiento. Lo mandaron rápido a la guerra.
“Recibimos instrucción de polígono y avanzadas rutinaria, en menos de una semana. Antes de entrar a punto de batalla, solo nos enseñaron cómo disparar, hicimos polígono, nos instruyeron en el lanzamiento de granadas y aprendimos hacer una avanzada”, confesó Cárdenas en el interrogatorio, en el que al parecer fue entrevistado por un traductor que hablaba español.
Cárdenas, quien en las tomas se ve con un ojo medio cerrado, hinchado, magullado por algún golpe que recibió, hizo parte del batallón 204 y luego pasó a la brigada 59 del ejército de Ucrania. Ya en la guerra se chocó con la realidad: tenía poco contacto con sus compañeros ucranianos y debía estar todo el tiempo escondido.
“Con los ucranianos no teníamos mucho contacto. Íbamos, recibíamos la comida y otra vez nos aguardábamos en una especie de sótano y no nos dejaban salir porque había drones”, explicó el hombre, de 33 años de edad, con su acento vallecaucano bien marcado.
Cansado de esa situación y viendo que 51 compatriotas han muerto luchando por el ejército de Ucrania en lo que va de la guerra, según información de El Tiempo, Cárdenas tomó la decisión de rendirse, entregarse a las tropas rusas esperando que, no solo le respeten la vida, sino que le permitan volver a ver a sus familiares.
“Yo me rendí al ejército ruso, puesto que no quería fallecer, igual que mis otros compañeros; me di cuenta de que Ucrania nos mintió porque nos dijo que solamente íbamos a cuidar y terminamos, como se dice, fue acribillados”, concluyó Cárdenas.
En el video, el colombiano explicó que, aunque ha estado todo el tiempo esposado, los soldados rusos lo han tratado bien desde que fue capturado. Le han brindado comida, agua y un lugar donde dormir. La guerra para el caleño, ya terminó. Ahora tendrá que enfrentar las drásticas leyes de Rusia, esperando que no sea larga su condena. Hasta el momento, las autoridades colombianas no se han pronunciado sobre el caso.