Cuando los campesinos de la vereda El Recreo –en Puerto Rico, Caquetá– se levantaron para el jornal, encontraron sobre la carretera los cuerpos de cinco hombres con tiros de gracia.
Las víctimas eran cuatro jóvenes colombianos y un venezolano que habían llegado a la zona para dedicarse a la explotación artesanal del oro. Al lado de sus cuerpos había bateas y otros elementos usados en esa actividad de extracción.
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El crimen, confirmó Óscar Alexander Rodríguez, secretario de Gobierno de Puerto Rico, ocurrió en la noche de este domingo. Los jóvenes fueron asesinados con sevicia.
Las víctimas al parecer habrían iniciado con las tareas de explotación minera en una zona donde esa renta ilegal es de total control del Bloque Sur Oriental del Estado Mayor Central de las Farc.
Las autoridades lograron establecer con plenitud las identidades de tres de los cinco asesinados. Se trata de Gustavo Adolfo Valencia, Álvaro Ospina Vásquez y Juan Soto.
Hasta el lugar de los hechos se trasladaron unidades del Ejército para custodiar la escena del crimen y horas después un grupo del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía logró ingresar para recopilar el material probatorio y reconstruir esta masacre.
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“Convocamos a un consejo extraordinario de seguridad con participación de las Fuerzas Militares para establecer las acciones concretas que atiendan estos hechos tan lamentables que sucedieron en nuestro municipio”, afirmó el secretario Rodríguez.
En la zona de la masacre hay presencia de los hombres de la estructura Rodrigo Cadete de las disidencias del EMC, de la Segunda Marquetalia y de bandas organizadas.
Esa zona del Caquetá ha sido el escenario de disputa entre los grupos armados ilegales, no solo por las economías ilícitas de la minería y el narcotráfico. También porque es un lugar que permite el acceso a ríos navegables que funcionan como corredor con la planicie amazónica y, a su vez, con departamentos claves para las rutas ilícitas como el Cauca y Nariño.
De acuerdo con el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, Indepaz, en lo que va del año se han registrado 45 masacres en Colombia.
El departamento del Caquetá ha sido epicentro de estos crímenes. El pasado 5 de junio ocurrió otra masacre en el municipio de Belón de los Andaquíes: tres hombres fueron asesinados con arma de fuego.
Ese hecho ocurrió en la vereda El Porvenir. Los cuerpos sin vida fueron abandonados en la vía que conduce a la zona que se conoce como Aletones.
Es que ese departamento es uno de los que permanece bajo alerta por la inminente guerra que se cantó entre los disidentes del Estado Mayor Central de las Farc.
“No nos queda más que el honor y el valor para enfrentarlos hasta derrotarlos, por tal razón se ha ordenado a las unidades en el área entrar en combate con cualquier fuerza que se encuentre en el avance de retoma del área”, dijeron los disidentes comandados por Iván Mordisco en un comunicado del pasado 21 de agosto.
Así, las disidencias de Mordisco podrían empezar a atacar a los bloques que comanda alias Calarcá –que todavía negocian con el Gobierno– y que hacen presencia en zonas como Putumayo, Catatumbo, Caquetá, Magdalena Medio, Bolívar y el Norte de Antioquia.