La gran pasión del papa Francisco, como buen argentino, era el fútbol. Durante su vida, desde niño en Buenos Aires, hasta sus últimos años en Roma, lo demostró. Era hincha frenético de San Lorenzo de Almagro. También de la Selección Argentina y solía recibir, de vez en cuando, a figuras del balompié.
Por su despacho en el Vaticano pasaron figuras como Diego Maradona, Lionel Messi, Ronaldinho, Gianluigi Buffon, entre otros. Muchos de ellos, asistían a la capital italiana en el marco de partidos por la paz, o los migrantes, la integración. Quizás por esa cercanía con este deporte, desde que se conoció su muerte le han brindado homenajes.
El lunes 21 de abril, horas después de que partió de este mundo, la Serie A de Italia anunció la suspensión de sus actividades como homenaje a Francisco. Las otras federaciones deportivas del país donde residió desde 2013, se unieron. San Lorenzo, equipo del que fue socio –el más ilustre–, cerró su sede hasta este martes, pero abrió la capilla para que los aficionados que quisieran fueran a orar.
La Asociación del Fútbol Argentino hizo un video emocionante, en el que resaltó sus valores principales y dijo que, ahora, tendrían a un nuevo motivo para señalar al cielo al celebrar goles en los partidos que disputen, tanto la Selección, como sus equipos.