A finales de febrero pasado, el presidente Gustavo Petro anunció la salida de tres ministros de su gabinete: Alejandro Gaviria, María Isabel Urrutia y Patricia Ariza, en la que fue la primera crisis ministerial de su gobierno.
La salida de Gaviria fue la que provocó más revuelo en ese momento, pues se dio luego de que se filtrara un documento firmado por él, en el que se hacían reparos a la reforma de la salud que por ese entonces el Gobierno tramitaba en el Congreso. De hecho, luego trascendió que Laura Sarabia, quien se desempeñaba como jefa de Gabinete de Presidencia, le dijo que “se había perdido la confianza”. Dicha reforma terminó por hundirse.
Hoy, exactamente cuatro meses después, Alejandro Gaviria prepara un libro en el que contará algunos de esos episodios y también hará un balance del primer año de gobierno de quien un día fue su jefe. El lanzamiento, según le adelantó a Colprensa, será a finales de julio.
Así como Gaviria, ya son varios los funcionarios que ocuparon cargos clave en el Gobierno Petro, pero que hoy, desde la ‘calle’, opinan con mayor libertad sobre la gestión del mandatario. Algunos se han mantenido más cerca y apoyan en general a la actual administración, otros son mucho más críticos.
El exministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, por ejemplo, es otro de esos exfuncionarios estrella. Ocampo, que salió del gabinete menos de dos meses después de Gaviria, junto con siete ministros y el director del Dapre, se había mostrado neutral hasta hace poco frente a las decisiones del Gobierno. Pese a no ser precisamente de su misma orilla política, pero la semana pasada lanzó una fuerte crítica a uno de los proyectos que más ha defendido el Gobierno del Cambio: el Ministerio de la Igualdad y Equidad, que lidera Francia Márquez.
Según dijo, “la estructura propuesta para el Ministerio de la Igualdad no tiene precedentes y debe ser simplificada radicalmente”. Propuso, entonces, que en lugar de cinco viceministerios existieran dos, y que también se suprimieran los delegados por departamentos.
En la actualidad sigue concentrado en lo que siempre ha dicho que ama hacer: la investigación y la docencia.
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Cecilia López Montaño, quien fue ministra de Agricultura, es la que se ha mantenido más activa en Twitter, recordándole al pueblo que jamás la perderá “porque seguirá trabajando por este país”. Al status quo, en cambio, le dice que no la puede perder porque jamás la ha tenido.
Y es que ella, desde el momento uno, ha afirmado que aceptó el cargo porque comparte el Programa de Gobierno de Gustavo Petro. “Un error muy común hoy es solo creer en la persona que gobernará, pero con ello se olvida la importancia del programa, que es el que dará continuidad y avance al país. Para mí ese programa es la clave”, comentó hace unos días en la red social mencionada.
Sin embargo, por estos días es invitada especial de Le Cercle des économistes, la cumbre de economistas más prestigiosa de Europa. Allí, según afirmó CM&, dará un discurso sobre cómo los países latinoamericanos se equivocan al enfocar sus esfuerzos en la reducción de gases contaminantes para contrarrestar el cambio climático, dejando de lado otras problemáticas como la pobreza; dichas declaraciones van por un camino diferente al que ha decidido tomar el Gobierno, recordando la ponencia del presidente en Francia, donde propuso ante otros líderes mundiales cambiar acciones climáticas por deuda externa.
En medio de las dinámicas políticas, no es extraño que estos y otros funcionarios clave de Petro vayan quedando por el camino y pasen a tomar posiciones críticas respecto de su administración.
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Ese podría ser el caso de Armando Benedetti, que salió de la Embajada de Colombia en Venezuela en medio del escándalo por el uso irregular del polígrafo y las chuzadas ilegales en el caso Laura Sarabia y con malestar porque se sintió “maltratado” por el presidente. Por el momento, Benedetti ha mantenido su silencio, pero después del 19 de este mes, cuando se hará efectiva su renuncia, tal vez se sienta con mayor libertad de hablar.
