La historia de Deyanira Gómez es todo un misterio. Antes de convertirse en otra testigo estrella por el caso de su expareja, Juan Guillermo Monsalve, contra el expresidente Álvaro Uribe y el abogado Diego Cadena, de Deyanira no se sabía mucho más que su trabajo como médica en pequeños municipios de Cundinamarca.
Ahora, es la mujer clave que tiene la Fiscalía contra Cadena en el juicio por los delitos de fraude procesal y soborno a testigos, y considerada víctima en el proceso judicial. Sus respuestas a las preguntas del abogado Iván Cancino y del fiscal Daniel Hernández, que llevó a juicio al abogado, volvieron a poner a la mujer en la lupa por algunos vacíos en su declaración y en sus antecedentes.
Si Gómez es un misterio, lo es aún más cómo fue que conoció a Juan Guillermo Monsalve para que mantuvieran una relación y tuvieran un hijo. El abogado Miguel Ángel del Río, que la representa en el caso, aseguró que Gómez trabajaba como médica en la cárcel La Picota y allí se conoció con Monsalve, condenado a cuarenta años de prisión por secuestro extorsivo, concierto para delinquir y porte ilegal de armas. “Se enamoraron y tuvieron un hijo”, dijo a este diario.
Dura controversia en el juicio
En la audiencia contra Cadena hubo dos grandes teorías del caso. La de la Fiscalía, que señala que Cadena buscó hacer incurrir en error a la Corte Suprema. Y la de la defensa que insiste en que Cadena le pidió a Monsalve que dijera siempre la verdad.
Deyanira argumentó que su expareja fue “acosado” por su compañero de prisión para que se retractara y acusara al senador Iván Cepeda de haberle ofrecido prebendas. Pero lo cierto es que en el interrogatorio quedó claro que fue ella misma la que llevó a la Corte el documento de Monsalve con la supuesta rectificación y un pie de página que señalaba que lo había escrito bajo presión.
“¿Es cierto que en todo momento Diego Cadena le indicó a su exesposo que él solo contara la verdad?”, le preguntó uno de los abogados varias veces a Gómez hasta que ella, tras tratar de ampliar la respuesta sin posibilidad, terminó respondiendo que era cierto, pero insistió en que se trataba de una manipulación.
Lo que no cuadra a la testigo
Un presunto informe de inteligencia del Ejército que fue publicado por la revista Semana señala que a Gómez le habrían hecho seguimientos para determinar si pertenecía a un frente de las Farc que operaba en Meta y Cundinamarca, debido a que otra posible expareja suya estaba procesada como miembro de esa guerrilla y con un prontuario criminal importante.
El abogado Del Río dijo a EL COLOMBIANO que eso nunca se probó y que, de hecho, él envió un derecho de petición al Ejército para comprobar la veracidad de la existencia de tal informe y nunca le respondieron.
Por su parte, el abogado Iván Cancino publicó en su cuenta de X (antes Twitter) que la defensa había “dejado por el piso” la acusación de la Fiscalía. En otras audiencias previas, Monsalve ratificó todo lo que ha sido público en el caso hasta ahora y que es parte de la tesis de las consideradas víctimas.
En varias oportunidades de la audiencia, Cancino controvirtió al fiscal y a la testigo pidiéndole que respondiera lo que le constaba de manera directa y no de oídas.
Los caminos de Cadena
Diego Cadena fue acusado por la Fiscalía en la hipótesis de que este estuvo buscando testigos en varias cárceles del país para que declararan en favor del expresidente Uribe. Uno de esos testigos fue Monsalve, aunque todavía está en controversia judicial quién fue el primer contacto para que el abogado se acercara al recluso. La defensa del abogado argumenta que fue una trampa por parte de Monsalve, y este último señala que hubo toda una estrategia para aproximarse a él y convencerlo de declarar por parte de su excompañero de celda, Enrique Pardo Hasche. De ese hecho existe un audio grabado por Monsalve, que fue aportado como prueba a la Corte Suprema cuando esta investigaba. Allí, Pardo le da razones a Monsalve sobre por qué podría recibir algunos beneficios si se retractaba.
El caso es tan difícil que lo que se busca responder es si Monsalve fue presionado para que dijera la verdad o para que mintiera. Pero en la mitad hay varios testigos cuestionables, porque se trata de personas condenadas por delitos graves en el pasado. Las audiencias, atadas a las del expresidente, en donde la Fiscalía ha intentado tres veces una solicitud de preclusión, continuarán en los próximos días.
Lo que se sabe de Deyanira es que es una doctora que hizo buena parte de su carrera trabajando en pequeños pueblos de Cundinamarca, luego pasó a prestar sus servicios como médica en La Picota en donde conoció a Monsalve y, años después de tener un hijo con el recluso y salir del país, se convirtió en el centro de atención por uno de los casos judiciales más connotados. La acusación llegó lejos en la Corte Suprema y todavía tiene en vilo al expresidente Uribe y al abogado Cadena en la Fiscalía, ante un inminente cambio de administración.
Gómez se defiende
EL COLOMBIANO pudo saber que el fiscal del caso no logró hablar previamente con la testigo, porque esta alegó no sentir confianza en la administración de la Fiscalía. A pesar de que el fiscal Daniel Hernández, que lleva el caso de Cadena, lo imputó y lo llevó a juicio, este solo pudo entrevistar a la testigo en el interrogatorio de la última audiencia. Gómez se negó a hablar antes. La médica dijo que por varias amenazas sufridas y luego de que su anterior empleador decidió prescindir de sus servicios sin razón alguna, tuvo que dejar el país para proteger su vida y la de su familia. Insiste en que dice la verdad.