En la prensa internacional pocas veces hay una unanimidad tan coherente como la que los lectores de los periódicos del mundo atestiguaron esta semana que pasó sobre la posesión ilegítima del poder de Nicolás Maduro. Todos los medios masivos y alternativos del mundo, salvo los cooptados por el régimen en Venezuela y los de Rusia, titularon en las cabeceras de los diarios y en las aperturas de la radio y la televisión con la ilegalidad de la posesión del poder presidencial en ese país.
Hubo una excepción más en Colombia: RTVC que, como lo reveló EL COLOMBIANO en una investigación independiente, ha mantenido un modelo de censura y de presión a periodistas dentro del medio público para que se acojan a la línea gobiernista de Hollman Morris. El profesor Mauricio Jaramillo, que se convirtió en el presentador más importante de la apuesta de los proyectos de Morris, dijo en un análisis político al aire que el presidente Petro había hecho bien al atenerse al “principio de autodeterminación”.
El análisis respondía a sugerencias de algunos sectores políticos que han pedido el cierre de la frontera como respuesta a la posesión de Maduro, pero se convierte a su vez en una falacia que escapa a otros conceptos anexos al principio de autodeterminación: urnas y democracia. “¿La autodeterminación para quién?”, se preguntaron críticos de la emisión de RTVC. Y la respuesta que le dieron analistas expertos en Venezuela como Natassja Rojas, profesora de la Universidad de Los Andes, en entrevista con este periódico, es que la autodeterminación es la de los pueblos que ya votaron y eligieron.
El pueblo en Venezuela determinó el 28 de julio que el presidente para el periodo 2025-2031 debía ser Edmundo González, de acuerdo con las conclusiones del Centro Carter de Estados Unidos (que estuvo en Venezuela), el parlamento de la Unión Europea, y la publicación de las actas digitalizadas en la página resultadosconvzla.com, a los que la oposición del país pudo tener acceso en las impresiones originales de los puntos de votación hasta en un 85%. Esa verificación arrojó 7.444.000 votos para González y 3.385.000 para Nicolás Maduro.
Pero el análisis de RTVC recoge bien la estrategia con la que el presidente Gustavo Petro decidió responder a la usurpación del poder en Venezuela. Lo primero es el argumento de que no hubo elecciones libres, que el presidente ya había dado luego de julio, cuando Maduro se auto reconoció como ganador y luego lo ratificaron el Centro Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia de ese país. Esta última entidad fue la misma que inhabilitó de participar en las elecciones a María Corina Machado.
Petro volvió a decir lo mismo esta semana pero haciendo énfasis en el “bloqueo económico” como razón principal de la ausencia de libertad en los comicios. En Venezuela ha habido un bloqueo a exportaciones y comercio de las empresas estatales porque investigaciones de Naciones Unidas, la CIDH y otras autoridades internacionales identificaron una sistemática violación a los Derechos Humanos de ciudadanos desde hace años, pero que se intensificaron en la administración Maduro.
Las violaciones del poder de Maduro pasan por crímenes de Estado, homicidios, secuestros, desapariciones forzadas, torturas, encarcelamientos, persecución política y represión armada a las manifestaciones. Todos esos son abusos del poder con los que el presidente ha batallado toda su carrera política. Sobre esas denuncias se hizo presidente en Colombia, pero en Venezuela el rasero de examen ha sido deficiente.
El segundo argumento, que usó poco en su respuesta de esta semana, es el de la ausencia de libertad por todas las vulneraciones a la oposición y la falta de garantías para las elecciones que parten de la inhabilitación de Machado, la aparición más de 10 veces del rostro de Maduro en la tarjeta electoral, la cooptación de todas las instituciones electorales, y, lo más grave, el secuestro durante los últimos días de líderes políticos como Enrique Márquez y el yerno de González cuando este estaba llevando a sus hijos al colegio.
“Si las elecciones de Venezuela no fueron libres, al realizarse bajo el bloqueo económico que se convierte en una extorsión explícita, es importante mantener la tesis del diálogo político más amplio posible en Venezuela, el levantamiento integral del bloqueo y una nueva posibilidad de expresión libre del pueblo de Venezuela”, dijo el presidente Petro en uno de sus últimos trinos dándole énfasis en su discurso al bloqueo económico pero sin mencionar los abusos contra la oposición.
Mientras el presidente trinaba sobre el bloqueo, la hija de Edmundo González pedía con desesperación que liberaran a su esposo, quien fue sustraído por agentes del régimen frente a sus hijos por parte de hombres encapuchados.
“Me parece vergonzosa la posición, parece que los intereses particulares de Gustavo Petro pueden pesar muchísimo más que su misma legitimidad interna, asumir posiciones tan ambiguas solo le pone en tela de juicio su propio carácter democrático. Entiendo que no es fácil compartiendo una frontera tan difícil como la que se tiene pero la situación de derechos humanos exige posiciones mucho más contundentes y no usar un juego de palabras para decir que lo que ocurre en Venezuela es netamente asunto interno”, dijo a EL COLOMBIANO la profesora Nastassja Rojas quien es además directora adjunta para Venezuela de Amnistía Internacional.
En Caracas el periodismo solo tenía miedo. Este periódico habló con tres reporteros en esa ciudad que explicaron su situación. “Hay una anormalidad en Venezuela, hay un despliegue de cuerpos de seguridad excesivo en diferentes zonas de Caracas con puntos de control de inteligencia y contrainteligencia militar y funcionarios enmascarados que generan temor. Ser periodista ha sido sin duda alguna difícil. No hacemos una cobertura normal, vivimos con temor a que haya represalias. Las noticias de detenciones a periodistas mientras hacen su trabajo han dado la vuelta al mundo. Todavía tenemos hoy periodistas detenidos simplemente por el hecho de cubrir política a los que no se les ha probado ningún delito. Se convirtió en un delito ser periodista”, dijo una corresponsal venezolana que lleva años trabajando cubriendo los conflictos de poder del chavismo con la oposición.
El reconocimiento del Gobierno Petro
La otra línea de la estrategia desde la Casa de Nariño fue el último pronunciamiento del canciller Luis Gilberto Murillo, de quien se sabe que podría salir del cargo en los próximos días para ser precandidato presidencial. Murillo publicó un video el jueves en la noche alertando por la detención de Machado, la vulneración de los Derechos Humanos y con su frase más fuerte hasta ahora: “El Gobierno de Colombia ha adoptado una postura coherente y prudente. El pasado proceso electoral no brindó garantías a los participantes ni se realizó de manera transparente (...) no fueron unas elecciones libres. Sin actas públicas ni transparentes, Colombia no reconoce los resultados electorales en Venezuela”, afirmó el canciller.
Lo que no se termina de entender es cómo si Colombia a partir de esta declaración no reconoció los resultados electorales con los que Maduro se posesionó, el Gobierno envió al embajador en Caracas, Milton Rengifo, a que validara el acto de posesión. Rengifo, un viejo compañero del M-19 del presidente, estuvo en la Asamblea Legislativa cuando Maduro juró sobre la constitución como presidente y de hecho le dio la mano con una sonrisa prolongada durante varios segundos.
Aunque según el canciller, Colombia no reconoció los resultados, el Gobierno sí reconoció la posesión porque allí estuvo el embajador para legitimar el juramento. El presidente nunca publicó en sus redes personales el video de Murillo y en Palacio surgieron varias versiones de que hubo una discusión entre el mandatario, Laura Sarabia y Murillo por la decisión de Petro de enviar al embajador. Este diario le preguntó directamente a la directora del DAPRE y contestó: “La posición oficial sobre Venezuela es del canciller y del presidente”.
Al final de la semana, Petro continuó dando mensajes que justificaron al régimen. Cuando detuvieron por varios minutos a María Corina Machado con disparos a la motocicleta en la que salía de la manifestación del jueves, Petro dijo en X que era “el mundo de las fakenews”. No se pronunció sobre el secuestro del yerno de Edmundo González, y se limitó a proponer entre líneas, sin aseverarlo de manera taxativa, la repetición de las elecciones de Venezuela.
Por supuesto ese no es un camino para el régimen que ya consolidó la toma del poder por seis años más. “Pienso que la situación, aunque parezca increíble, será muchísimo peor. Esto de hoy y lo que ha pasado en los últimos días es la consolidación pública de la dictadura, que con una muy pero muy baja legitimidad, la única forma que tiene de mantenerse en el poder es usando la fuerza y la represión. Ya se han sancionado dos leyes que son muy graves para el espacio cívico, la que se conoce como la ley contra las ONG y la ley libertador Simón Bolívar. Vendrán tiempos mucho más difíciles que los días que ya hemos vivido y mucho peor ahora con la “nueva” constitución, que seguramente es un texto que ya tienen listo”, explicó Rojas.
El presidente no tuvo una postura contundente frente al fraude electoral, la agresión y la violación de Derechos Humanos, que en otros países ha sido prioridad en su agenda y tampoco se preocupó por los hechos coyunturales como la detención con disparos de Machado y el secuestro de un civil inocente familiar de González. Eso demuestra su incoherencia y doble rasero para la defensa de la paz y el activismo contra los delitos de lesa humanidad. Y, frente al régimen, no consiguió nada.
Su decisión al inicio del Gobierno fue la reapertura de la frontera que fue una noticia positiva para los comerciantes colombianos y venezolanos con una cifra de 1.000 millones de dólares por el intercambio en 2024. El presidente, sin embargo, pudo mantener los canales abiertos y, con ello, la frontera, pero no enviar al acto de posesión al embajador colombiano, lo que habría significado un rechazo a la falta de transparencia y los excesos.
Petro escogió la representación oficial de Colombia en un acto ilegítimo y trató de hacer las veces de mediador frente a oídos sordos que demuestran que para el régimen de Maduro su postura es irrelevante. “Petro, puede ser tu amigo, pero es un criminal”, le dijo Diosdado Cabello frente a la detención de Enrique Márquez en su espacio de televisión.
En conclusión, el presidente perdió credibilidad en Colombia y relevancia con el régimen. Pero en el fondo, a pesar de los malabares argumentativos, en la historia se recordará que Colombia estuvo presente en la legitimación de la usurpación del poder de Venezuela por decisión de Gustavo Petro.
María Corina Machado le agradeció al presidente electo Trump
A través de redes sociales, la líder opositora María Corina Machado le envió este domingo un mensaje de agradecimiento al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. “Valoramos profundamente su apoyo inquebrantable a la lucha de Venezuela por nuestra democracia (...) Maduro y sus cómplices fracasarán. Nosotros, el pueblo de Venezuela, estamos decididos a conquistar la libertad y vivir con dignidad. Su preocupación oportuna y decisiva por mi seguridad fue un punto de inflexión”.
Machado se refiere al mensaje que publicó Trump en redes pocos minutos después de que la opositora hubiera sufrido un intento de secuestro a manos de agentes del régimen venezolano: “¡Estos luchadores (Machado y González) por la libertad no deben sufrir daño y deben permanecer seguros y con vida”, dijo el republicano que tomará posesión de su cargo este 20 de enero.
