El embajador de Colombia ante Bélgica, Jorge Rojas Rodríguez, terminó en la delegación que acompaña al presidente, Gustavo Petro, a la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que tiene lugar esta semana en Argentina.
El viaje de Rojas a Buenos Aires se da a pesar de que sus tareas diplomáticas están vinculadas con un país europeo y de que esa cita regional convoca a autoridades del continente americano.
El funcionario fue designado por el Gobierno como embajador ante Bélgica desde diciembre, un rol que también tiene la tarea de representar al país frente a la Unión Europea y, por tanto, ser la voz de Colombia en las instancias de los 27 países que conforman ese bloque regional. Incluso, también tiene labores de representación ante la Otan.
A pesar de que el decreto que oficializó su llegada al cargo se firmó hace un mes, y de que el Estado receptor le dio el beneplácito desde octubre, el funcionario no ha viajado a Bruselas para ejecutar las tareas diplomáticas desde adentro.
Su nombramiento en el servicio exterior colombiano fue una de las tantas designaciones en Embajadas y Consulados hechas por la Cancillería que ha suscitado críticas de los sindicatos de la Cancillería y la oposición, pues se trata de una ficha política que consiguió el rótulo diplomático.
Es más, Gustavo Rojas es un personaje de confianza del presidente Petro, a quien acompañó en los cargos de secretario privado, de Gobierno y de Integración Social en su periodo como alcalde de Bogotá.
Sobre su paso por Argentina, el embajador confirmó en sus redes que “Bruselas será sede este año de la cumbre Celac-Unión Europea”, motivo por el que habría sido integrado a la comitiva de Petro en Buenos Aires.