En medio de un fuerte dispositivo de seguridad adelantado en la noche de este viernes 13 de septiembre, Jhonier Leal, condenado por el brutal asesinato de su hermano Mauricio y su madre Marleny Hernández, fue trasladado de la cárcel La Picota a la Tramacúa, la prisión de máxima seguridad de Valledupar.
La que ordenó este traslado fue Fiscalía General de la Nación, tras comprobar que en La Picota Leal había logrado acceder a varios beneficios, incluyendo un celular a su entera disposición. Jhonier Leal, condenado a 55 años de prisión por el asesinato de su hermano, el estilista Mauricio Leal, y su madre, había asegurado precisamente el pasado 10 de septiembre que los guardias de La Picota lo estaban sometiendo a “métodos de tortura psicológica, persecución o constreñimiento”. Y aseguró que los guardas habían adelantado un allanamiento a su celda durante la madrugada con una orden que, según él, era irregular.
“En el mes de agosto en horas de la noche pasadas las 8:15 p.m. y en el día 4 de este mes, fui visitado mientras dormía por funcionarios del Inpec, quienes con orden de cateo enviado por la Fiscalía me requisaron de manera indebida la celda en la cual estoy recluido ya que ellos me manifestaron que era una orden de Fiscalía y debían cumplirla (sic)”, se lee en la carta, que fue escrita a mano.
No obstante, el informe de la Fiscalía señala que Leal estaba realizando decenas de llamadas con el celular que le encontraron y que además estaba gozando de beneficios no autorizados. “Con ocasión a información recibida de en este despacho fiscal por medios públicos abiertos tiktok y otros, respecto del privado a la libertad en calidad de condenado Jhonier Rodolfo Leal Hernández, donde presuntamente el antes mencionado hace uso y realiza llamadas de teléfonos celulares, dentro del establecimiento carcelario, así como que goza de beneficios no autorizados”, consta en la carta de la Fiscalía General de la Nación que justificó la orden finalmente ejecutada por el Inpec.
El traslado se coordinó en cuestión de días y se llevó a cabo, según señalaron fuentes del Inpec, en completa normalidad. Ahora Leal pasará el resto de su condena en la prisión donde han sido privados de la libertad varios de los más aberrantes criminales en la historia de Colombia en los últimos años, como Luis Alfredo Garavito y otros asesinos seriales como Luis Gregorio Ramírez, el psicópata asesino de mototaxistas; y el violador serial Levith Rúa, condenado a 37 años de cárcel. También está allí Rafael Uribe Noguera, asesino y violador de Yuliana Samboní.
No obstante, aunque la determinación de la Fiscalía busca acabar con las comodidades que tenía Leal en La Picota, seguramente determinadas por estar en la ciudad donde residía en libertad, la Tramacúa no ha estado exenta de polémicas por fallas de seguridad.
En julio de 2024, la Procuraduría advirtió la realización de supuestas fiestas y permisividad para el consumo de drogas de los internos, situaciones que llevaron a la Procuraduría a iniciar una investigación disciplinaria y a suspender provisionalmente al director de la cárcel de Alta y Mediana Seguridad de Valledupar, mayor (r) Carlos Yesid Molina Chaparro.
Los hechos investigados por el Ministerio Público fueron denunciados por varios medios de comunicación que alertaron de festejos y celebraciones desmedidas que se habrían dado por parte de un grupo de reclusos del patio número 3 y cuyos videos fueron difundidos por las redes sociales.
Tras la recopilación de pruebas testimoniales y documentales, el ente de control trata de establecer presuntas conductas irregulares de funcionarios a cargo del mayor Molina Chaparro, quienes habrían permitido no sólo la realización de festejos, sino también el ingreso de bebidas embriagantes, armas, estupefacientes y celular.
