El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) dio su pronóstico sobre la temporada de lluvias en el primer trimestre del 2025, un dato que es importante para tomar decisiones sobre la administración de los recursos hídricos y el nivel de los embalses.
A través del ‘Informe de Predicción Climática a Corto, Mediano y Largo Plazo’, la entidad dio a conocer el pronóstico para los primeros tres meses del 2025 en el territorio nacional.
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De acuerdo con el Ideam, habrá precipitaciones en la región Andina, sin embargo, en departamentos como Boyacá, Cundinamarca, Santander y Norte de Santander, se presentará una disminución en las lluvias entre el 10 y el 30 por ciento respecto a otros años.
Por otra parte, en la región Caribe también se espera reducción en las precipitaciones del 10 al 30 por ciento, a excepción de La Guajira, donde aumentarán las lluvias entre un 10 y un 20 por ciento. Las regiones de la Amazonía y el pacífico, especialmente en el litoral de Nariño y el litoral de Chocó también habrá aumento de lluvias respecto a la misma época en años anteriores.
A pesar de esto, según declaraciones de la mayor Carolina Rueda, jefe de la Oficina de Alertas y Pronósticos, el país se encuentra en la temporada de menos lluvias y esta se extenderá hasta terminar el mes de marzo. “Este es un periodo de menor precipitación que responde a las condiciones climatológicas normales del país. Las lluvias se reanudarán gradualmente en abril, siguiendo el comportamiento regular del ciclo hidrológico”, afirmó la funcionaria.
También se aclaró desde el Ideam que en este momento no existe ni un fenómeno de El Niño ni de La Niña, sino que hay un tiempo seco dentro de las variaciones climáticas normales.
Sobre las posibilidades que estas variaciones climáticas ocurran, hay una probabilidad del 0 al 37 por ciento de que ocurra el fenómeno de El Niño, el cual se produce por el calentamiento de las aguas del Pacífico, mientras que sobre el fenómeno de La Niña hay una probabilidad del 63 por ciento, aunque en caso de presentarse sería de débil intensidad.
Esta variación se da por el enfriamiento de las aguas del Pacífico. Para que se reconozca la existencia del fenómeno de La Niña, dichas condiciones deben persistir durante cinco meses, según la jefe de la Oficina de Alertas y Pronósticos.
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