Colombia tiene que prepararse para una arremetida de la temporada invernal, lo que implica que –desde ya– las autoridades locales y nacionales desplieguen planes de contingencia para evitar desastres mayores durante las emergencias que puedan registrar.
Esto es por cuenta de un fenómeno común, pero que para este lapso final del 2022 se dio en el país: se juntaron La Niña y la segunda temporada de lluvias, lo que –de acuerdo con las previsiones– se reflejará en aguaceros fuertes en las próximas semanas con los riesgos de desbordes de ríos, deslizamientos inundaciones que esto puede traer.
EL COLOMBIANO dialogó con la directora del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), Yolanda González, para entender lo que le espera en estos meses a Colombia.
¿A qué se debe que el país esté golpeado por inundaciones, lluvias atípicas, deslizamientos peligrosos de tierras...?
“Estamos en una temporada de lluvias atípica, tenemos ya el fenómeno de La Niña y normalmente la transición hacia la segunda temporada de lluvias se inicia a mediados de septiembre. A mitad de año, climatológicamente, en Colombia suele suceder que las precipitaciones bajen y haya menos lluvias, pero esto no se ha dado esta vez dado que La Niña nos ha mantenido casi que en una temporada de lluvias permanente en algunos sectores del país. Eso ha mantenido los ríos con niveles altos y los suelos con saturación”.
¿Esto puede recrudecerse?
“Pues iniciamos la segunda temporada de lluvias con amenazas en gran parte de las regiones, con deslizamientos de tierra y alertas naranjas en sectores, por ejemplo, de Antioquia, Norte de Santander, Santander y en el occidente de Cundinamarca. También en Chocó y en gran parte de Caldas, Risaralda y Quindío. Y, por las precipitaciones de los últimos días, emitimos alertas rojas en sectores de Tolima y de Huila, que venían con unas condiciones muy secas”.
¿Qué ríos están identificados con riesgo potencial?
“Mantenemos alertas en las zonas de La Mojana, en el Bajo Cauca, en el Bajo Magdalena. Pero recordemos que estas alertas varían de un momento a otro dependiendo de la intensidad de las precipitaciones. Y, por supuesto, en el Canal del Dique mantenemos alertas, al igual que en el Golfo de Urabá y en sectores de Putumayo y del Caquetá.
¿Qué tan cierto es que esta segunda temporada de lluvias puede tener consecuencias más devastadoras que las registradas para la misma época en 2010?
“Debemos considerar el nivel de vulnerabilidad en el cual nos encontramos y que las aguas del Pacífico tropical han estado muy frías. Eso, sumado al fenómeno de La Niña y a que las lluvias impactan en ríos y se saturan los suelos, nos deja en esta vulnerabilidad tan alta que tenemos. Y ahora llega la segunda temporada de lluvias, porque octubre y noviembre son los meses más lluviosos”.
¿Por qué ese enfriamiento puede desatar emergencias?
“El Océano Pacífico tropical tiene comportamientos de aguas frías, neutras y cálidas, que es lo que llamamos variabilidad climática. Y siempre invitamos a la ciudadanía y a los tomadores de decisión a que tengan en cuenta la variabilidad climática, porque se hace sentir en Colombia por estar en el trópico. Esto se refiere a los fenómenos por excesos de lluvias, como La Niña, o por déficit de lluvias, como El Niño. Ahora bien, las corrientes frías del Polo Sur, que son las que nos tocan por estar en Suramérica, se toca con la corriente de Humboldt, que viene de Australia. Y, por decirlo así, le está ganando en la fuerza y por eso está desplazando aguas frías, que suben por todas las costas de Suramérica y las desplaza hacia el trópico, hacia el Ecuador”.
¿Hasta cuándo Colombia estará golpeada por este fenómeno de La Niña?
“Nosotros hacemos nuestros propios análisis y revisamos los análisis internacionales, y los diferentes modelos nos indican que las condiciones de enfriamiento en el Pacífico se mantendrán en los próximos meses y la probabilidad de que este pronóstico siga es hasta el 91%. O sea, es muy alta la probabilidad de que las condiciones de La Niña se mantengan mientras transcurre la segunda temporada de lluvias, incluso, hasta parte de diciembre. Las tendencias nos indican que esto podría bajar hacia final de año o inicio del próximo, pero esos modelos se corren permanentemente”.
¿Cuál será el momento más intenso de las precipitaciones que se vienen?
Bueno, es una pregunta bastante difícil, porque las precipitaciones dependen de muchas variables. Pero, por ejemplo, la zona de confluencia tropical que en este momento está en el norte del país se va a empezar a desplazar hacia el centro. Depende de cómo esté África. También depende de si tenemos trenes de ondas continuas y si esas ondas se encuentran aguas cálidas en el Atlántico, y se puedan volver ciclones tropicales. Pero, en todo caso, podríamos tener como los 15 primeros días de octubre algunos tipos significativos de lluvia, y nuevamente en el mes de noviembre, pero es por ciclos. Ya lo hemos vivido sentido, porque podemos pasar de un súper aguacero, con tormentas eléctricas por uno o dos días, y rápidamente llegan unos días soleados secos, e incluso con altas temperaturas del aire”.
¿Qué puede esperar Antioquia de esta temporada?
“Pues en el departamento no ha dejado de llover. Desde finales de febrero ha estado lloviendo significativamente y la predicción climática nos indica que estas condiciones se mantendrán en el Valle de Aburrá, el Oriente, el Occidente, el Suroeste y en Urabá. Se han presentado condiciones significativas de precipitaciones y se mantienen los mayores volúmenes esperados. Todo esto es propicio para tormentas eléctricas, lluvias muy fuertes y, en algunos casos, también granizadas. El llamado es a que debemos estar como muy atentos en torno a todo esto”.