En octubre de 2022, José Leonardo Quevedo Turizo ingresó al apartamento de un médico panameño en la localidad de Chapinero y le propinó varias heridas con arma blanca hasta causarle la muerte.
La sevicia con la que fue cometido el crimen despertó una alerta por parte de las autoridades. El médico, cuya identidad permanece bajo reserva, era miembro de la comunidad LGTBI y sus familiares y amigos lo recuerdan como una persona noble, alegre y solidaria.
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La noche del crimen, el responsable generó un incendio para desaparecer la evidencia y huyó del lugar con varios objetos de valor. Sin embargo, las autoridades no tenían ningún rastro.
Un año después, en un apartamento al occidente de Bogotá, un estudiante universitario fue hallado muerto. Al llegar al lugar, los investigadores descubrieron que había similitudes en ambos casos. El estudiante murió por asfixia y el responsable hurtó varios objetos de valor.
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Las autoridades seguían investigando, ahora con nuevas pistas. Gracias a eso, meses después fue capturado José Leonardo Quevedo Turizo. La investigación arrojó que, en efecto, era el responsable de ambos homicidios y que, además, era sospechoso de otros dos crímenes de integrantes de la comunidad LGBTIQ+.
Por los hechos probados en su contra, un juzgado lo condenó a 39 años y 4 meses de prisión. La Fiscalía le imputó los delitos de homicidio agravado; ocultamiento, alteración o destrucción de elemento material probatorio; y hurto calificado y agravado.
Quevedo Turizo deberá cumplir la sentencia en un establecimiento carcelario.