Después de meses de investigaciones en medio de un operativo conjunto entre la Fiscalía, la Dijin y la Oficina de Seguridad Nacional de Estados Unidos, las autoridades asestaron un golpe a la red de tráfico de migrantes encargada de transportar ilegalmente desde Norte de Santander y Nariño a migrantes asiáticos, africanos y de varios países de América para llevarlos hasta Urabá con destino a las selvas del Darién.
Según la Fiscalía, la organización sería responsable de mover ciudadanos de África, Asia, así como cubanos, haitianos y venezolanos que ingresaban irregularmente al país, desde Ipiales y Cúcuta hasta Necoclí. También movían migrantes de la zona fronteriza con Venezuela hasta puntos limítrofes con Ecuador.
Las investigaciones lograron precisar que los traslados se realizaban en buses que pertenecerían a integrantes del grupo ilegal, y con el acompañamiento de motociclistas, también llamados ‘moscas’ que brindaban seguridad y alertaban sobre la presencia de las autoridades en la vía.
En algunas oportunidades, tal como pudieron establecer los investigadores, también mediaba el pago de sobornos a integrantes de la fuerza pública para que facilitaran el paso, y la obtención de documentos de identidad y permisos migratorios falsos para los extranjeros.
Adicional a esto, las autoridades investigan si este grupo sería responsable de introducir al país a integrantes del llamado ‘Clan de Aragua’, un grupo criminal que ha extendido sus tentáculos desde Venezuela y ha afianzado su poder en Bogotá y, ahora, se sospecha que estaría delinquiendo en Medellín.
Con todo este material probatorio recopilado que documentó la responsabilidad de este grupo en el tráfico ilegal durante el último año de 229 migrantes, siete de ellos menores de edad, se emitieron órdenes de captura contra nueve personas en seis diferentes lugares del país y deberán responder por los delitos de concierto para delinquir y tráfico de migrantes.
Dos de los capturados son Carlos Alberto Coy Martínez, alias ‘Patrón’, señalado cabecilla encargado de definir rutas y costos, designar conductores, coordinar transbordos y asignar presupuesto, para el pago de coimas o la obtención de documentos de identidad falsos; y Gilberto Ariza Carrillo, alias ‘Pescuezo’, quien sería el encargado de ubicar migrantes en zonas de frontera.
También fueron capturados Juan Pablo Delgado Escobar, presunto organizador de rutas y transportador de migrantes entre Popayán–Urabá; Jhon Jairo Balaguera ‘Peñate’, alias ‘Menudencias’, posible responsable de localizar migrantes y orientar a los denominados ‘moscas’; Samuel Darío Meza Salavandia, señalado de identificar nuevas rutas para evadir los controles y el pago de dádivas; Edwin Andrés Panqueva, alias ‘Pochis’, quien al parecer coordinaba viajes con migrantes irregulares, entregaba dádivas a integrantes de la Policía y dirigía a las denominadas ´moscas´; y Hernando Cáceres Duarte, Hugo Robinson Rodríguez Regalado y Mauricio Álvarez Giraldo, presuntos encargados de ubicar y transportar a migrantes.
Ninguno de los capturados aceptó cargos. Adicionalmente, a alias Patrón le fue imputado el delito de falsedad marcaria. Se estableció que a un bus de su propiedad le fue remarcado el número del chasis. El vehículo fue decomisado.
Además de desarticular su modus operandi, una fiscal de la Dirección Especializada de Extinción del Derecho de Dominio impuso medias cautelares de embargo, secuestro y suspensión del poder dispositivo sobre 18 bienes e inmuebles que estarían al servicio de la red de tráfico de migrantes. Las propiedades, avaluadas en más de 2.367 millones de pesos, fueron ocupadas en procedimientos realizados en Nobsa (Boyacá), Barrancabermeja y Floridablanca (Santander), Villa del Rosario (Norte de Santander), Sibaté (Cundinamarca), La Virginia (Risaralda), Ipiales y Pasto (Nariño).
El tráfico de migrantes, según los diferentes organismos de derechos humanos, se ha convertido en una de las actividades más lucrativas por parte de los grupos criminales. Según datos de HRW y el Ministerio de Defensa, se estima que el Clan del Golfo, quien domina el tráfico de migrantes desde el Urabá hasta la frontera con Panamá, cobra en promedio 125 dólares por cada persona que cruza el Darién, de modo que pudo haber obtenido un total de 57 millones de dólares entre enero y octubre de 2023. Esta actividad, según los analistas, ha reemplazado en las finanzas criminales el hueco que dejó la disminución del precio de la cocaína.
