En el departamento de Norte de Santander se dio inicio a las audiencias para escuchar a cerca de 500 comparecientes de la Fuerza Pública que no son considerados máximos responsables, y estos han comenzado a entregar impactantes testimonios.
Durante una de las audiencias de aporte a la verdad, adelantada por la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas de la JEP, realizada la semana pasada, dos comparecientes responsables de falsos positivos en el Catatumbo aceptaron responsabilidad en estos crímenes y detallaron su participación.
Quienes confesaron sus crímenes fueron los soldados Leonardo Guzmán y Gersaín Guzmán, quienes estuvieron involucrados en los hechos en los que fue asesinado el campesino Héctor Antonio Rubio Álvarez, en julio de 2007, en el municipio de Hacarí, Norte de Santander.
Los soldados confesaron la forma en la que se planearon y ejecutaron los hechos, pero además de esto, confesaron cómo, previo a la comisión de los delitos como los falsos positivos, fueron contaminados por una estigmatización hacia la población campesina por parte de sus superiores.
“En esa época sentía mucho odio, a nosotros nos vendieron la idea de que el enemigo era el de la región, que eran hijos de gente de la región, que los campesinos eran guerrilleros. Así, eso comenzará como un simple comentario va creando una forma de pensar colectiva”, dijo Gersaín Guzmán.
Por su parte, Leonardo Guzmán detalló que el sargento viceprimero Arnoldo Téllez, perteneciente al Batallón de Contraguerrilla No. 96 de la cuestionada Brigada Móvil No. 15, le dio la orden de asesinar al campesino Antonio Rubio; sin embargo, este se opuso a cometer tal hecho, por lo que el sargento Téllez fue quien lo asesinó.
Fue luego de eso cuando participaron en la construcción de la escena del crimen con el fin de tratar de justificar la muerte de Rubio Álvarez.
Gersaín Guzmán ofreció a la sala detalles sobre la manipulación del cuerpo con armas y una granada, así como la simulación de un combate en el que supuestamente el campesino fue dado de baja.
Según la JEP, el caso que fue relatado por estos comparecientes y frente al cual entregaron más información ya fue reconocido por los máximos responsables que imputó la Sala de Reconocimiento de esta justicia transicional.
Uno de los compromisos de los excombatientes que pactaron acuerdos tras acogerse a la JEP es aportar verdad a través de la narración de sus testimonios y experiencias, permitiendo esclarecer algunos de los hechos ocurridos en el marco del conflicto.
Estas audiencias hacen parte de la ruta no sancionatoria de la JEP, y posteriormente se determinará el tipo de pena que deberán cumplir, que en la mayoría de los casos no implica pena privativa de la libertad, siempre y cuando hagan aportes al Sistema de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición.