Todo indica que el Gobierno de Estados Unidos aún tiene dudas sobre la eliminación de los programas de erradicación forzada de cultivos ilícitos que quiere aplicar la administración de Gustavo Petro y prueba de ello es un pronunciamiento del Departamento de Justicia que se dio a conocer este martes.
En efecto, un vocero autorizado del Departamento de Justicia estadounidense aseguró –tras la consulta directa de periodistas colombianos asentados en Washington– que es necesario que se mantengan los programas para el control de las plantaciones que se utilizan para la producción de alucinógenos hasta que el Ejecutivo desarrolle una iniciativa viable de sustitución.
Dijo: “Advertimos a la administración de Petro contra la transición inmediata de una estrategia de erradicación forzada a una voluntaria para controlar el crecimiento de cultivos ilícitos. Sigue siendo importante contar con un programa de sustitución totalmente financiado y bien diseñado antes de pasar a la sustitución como medio principal de control de cultivos”.
La Casa Blanca consideró que “hasta el momento, la erradicación forzosa continúa y se espera que continúe mientras se desarrolla un programa viable de sustitución de cultivos”. “Continuamos trabajando en estrecha colaboración con Colombia para implementar un enfoque holístico para abordar los desafíos de la lucha contra las drogas”, precisó el vocero.
A comienzos de diciembre el ministro de Justicia, Néstor Osuna, viajó a Washington para reunirse con emisarios de la administración Biden y presentarles las bases de la “paz total” y del cambio en la retórica de los cultivos que pretende conseguir el presidente Petro.
La meta del mandatario colombiano es que se consiga una regularización de las sustancias ilícitas y que los campesinos hagan el tránsito en sus cultivos por voluntad propia, mas no de una manera impuesta por el Estado.
Es más, el viernes 16 de diciembre el presidente estuvo en la Primera Asamblea de Organizaciones Cocaleras de Catatumbo que se llevó a cabo en El Tarra, Norte de Santander, desde donde planteó que los cultivadores pueden seguir cosechando productos como la hoja de coca hasta que consigan un cultivo alternativo que les funcione.
Empero, la Casa Blanca tiene otra pretensión pues reclaman que se mantengan esfuerzos en seguridad rural integral, justicia y desarrollo mientras se busca un programa de sustitución de cultivos que, a juicio de ellos, sea viable.
“En el lanzamiento de este proceso, la utilización de todas las herramientas técnica y financieramente viables sigue siendo esencial para lograr el compromiso del presidente de prevenir el crecimiento de los cultivos de coca”, llamó la atención un vocero del Departamento de Justicia gringo.
El Gobierno cerró la puerta a la erradicación forzada y la Dirección de Antinarcóticos de la Policía Nacional ya aseguró que se está utilizando las últimas unidades de glifosato, que era una de las estrategias que estaba en los intereses de la Casa Blanca para acabar con los cultivos de uso ilícito.