El robo de la espada del libertador Simón Bolívar el 17 de enero de 1974, ejecutado por cuatro hombres del grupo insurgente M-19 –que la sacaron de la Quinta de Bolívar en Bogotá–, volvió a mojar tinta y a avivar una vieja disputa nacional. La nueva controversia surgió después de que el Ministerio de Cultura anunció una singular conmemoración de la fecha del hurto y el Museo Nacional se refirió a lo ocurrido como una “recuperación” del grupo guerrillero. Detrás de todo está un elemento que simboliza la independencia, pero que ha estado atravesada por polémicas y disputas.
Esta nueva pelea por la memoria se desata exactamente 202 años después de la elaboración de la espada y a 50 años del histórico episodio de su hurto. Además, coincide con un controvertido decreto del Gobierno que le quitó al general retirado Jesús Armando Arias Cabrales varias distinciones militares. Se trata del comandante de la XIII Brigada del Ejército que encabezó la toma del Palacio de Justicia, perpetrada justamente por el M-19.
La fractura y la polémica está entre quienes ven el hurto de la espada como un acto terrorista que hace apología al crimen y quienes los que lo reconocen como un acto simbólico de rebelión, que incluso “está avalado por la Constitución Nacional”.
En la invitación difundida por el Ministerio aseguraron que la conmemoración incluiría un recorrido por el Museo Nacional para observar piezas relacionadas con la historia de la milicia en la que militó el hoy presidente Gustavo Petro.
El anuncio, como era de esperarse, generó múltiples críticas, sobre todo entre miembros de la oposición, que lo calificaron como una apología a la acción armada y una reivindicación de esa guerrilla.
“Me preocupa muchísimo que no estamos celebrando la entrega de la espada de Bolívar, sino el robo de la espada de Bolívar, perpetrado por un grupo terrorista. El M-19 inauguró el secuestro en Colombia y el asesinato de líderes sindicales”, señaló Paloma Valencia, congresista del Centro Democrárico.
Las críticas obligaron a que el Ministerio y el Museo Nacional, promotores de los eventos, tuvieran que salir a dar explicaciones. William Alfonso López, director del Museo Nacional, dijo que de parte de su institución y en compañía del Archivo General lo que están haciendo es “un acto de memoria”, que busca hacer una llamado a la reflexión. “Ese es el deber de los museos de todo el mundo”, señaló López.
Lo que tampoco se puede obviar es que el contexto histórico general del robo o recuperación de la espada de Bolívar representa la primera acción mediática de la desaparecida guerrilla del M-19.
Historia caprichosa
Desde su concepción como símbolo de libertad en la independencia de los españoles, la espada ha sido protagonista de diferentes momentos de la historia del país y usada por muchos como una inspiración. Así hizo el propio M-19 con la campaña de expectativa lanzada en los días previos al robo de 1974. “¿Parásitos, gusanos? Espere M -19”, publicaron en varios de los periódicos nacionales en ese momento.
Para otros, como el director de la Fundación Paz y Reconciliación, León Valencia, la irrupción del nuevo grupo guerrillero, incluso, sirvió para sacar a Simón Bolívar del abandono “por las élites criollas después de su muerte, traicionando su legado político por la Constitución de 1886”.
“Bolívar, tu espada vuelve a la lucha... La lucha de Bolívar continúa, Bolívar no ha muerto”, escribió el M-19 en uno de los primeros comunicados después de su creación.
El historiador Roland Anrup también ha señalado que la espada se convirtió en un potente portador de un mensaje por “todo lo que ella representa de pasión, de lucha, tradición histórica y potencia profética”.
De ahí que en 1990, Antonio Navarro Wolf, líder del grupo M-19 durante el proceso de la Asamblea Nacional Constituyente, en la que había desembocado la reintegración civil del M-19, le dijo al profesor Roland Anrup que “era natural y necesario regresar la espada como un símbolo de reconciliación nacional”. Por eso fue devuelta en 1991.
La muestra del valor de la espada del libertador es la actual discusión; y su protagonismo durante el acto de posesión del presidente Gustavo Petro, el 7 de agosto de 2022, cuando el mandatario ordenó que la llevaran desde la casa militar hasta la Plaza de Bolívar.
La orden, sin embargo, recibió la negativa del saliente presidente Iván Duque. Pero, después de 18 minutos de espera fue exhibida por Petro. Lo que marcó un nuevo episodio de la tragicomedia en la que se ha convertido su significado y posesión.
Retiradas condecoraciones a Arias
Otra de las discusiones con motivo de esta fecha alrededor de la espada se encendió después de que el Gobierno retiró las máximas condecoraciones al general (r) Jesús Armando Arias Cabrales, quien fue uno de los encargados de liderar la llamada retoma del Palacio de Justicia durante el ataque de hombres armados del M-19 el 6 de noviembre de 1985 y quien ya fue condenado por la Corte Suprema de Justicia. La decisión fue rechazada por el también general (r) Guillermo León, presidente de Acore, quien señaló que con esto se busca “mancillar el honor a quienes han combatido a los delincuentes”.
Fechas clave de la espada
1822/Fecha de elaboración
Según historiadores, por la decoración la espada se forjó a principios del siglo XIX.
1924/Obsequiada a la quinta
Fue obsequiada por la Sociedad de Embellecimiento a la la Casa Museo Quinta de Bolívar.
17 de enero de 1974/Robo por el M-19
Fue sustraída de las instalaciones del museo, por miembros del grupo guerrillero M-19.
31 de enero de 1991/Devolución de la espada
El Gobierno la recibió como parte de la reintegración del M-19. Pero no se quedó en el museo.
Año 1998/Sale del Banco de la República
Desde la devolución, hasta este año permaneció en las bóvedas del Banco de la República.
Año 2002/Varios movimientos
La espada fue llevada a la Casa de Nariño. Luego, retornó al Banco hasta el año 2020.
Año 2020/A la Casa de Nariño
En el trasteo más reciente, fue trasladada a la Casa de Nariño donde permanece.
