Ante un juzgado de Bogotá, la Fiscalía General de la Nación acusa al expresidente, Álvaro Uribe, por los delitos de fraude procesal y soborno a testigos.
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Se trata de un hecho sin precedentes en la historia reciente del país, cuando por primera vez avanza a etapa de juicio una investigación contra un exmandatario del país.
Al inicio de la diligencia, el abogado Miguel Ángel del Río, denunció que su cliente, Deyanira Gómez, exesposa de Juan Guillermo Monsalve, testigo estrella de la Fiscalía, está siendo víctima de presiones y amenazas por parte del expresidente y su equipo de abogados. Pidió a la juez acreditarla como víctima dentro del proceso.
Deyanira, dice el abogado, tuvo que exiliarse en Canadá junto a sus dos hijos menores de edad, debido a las presiones en contra de su vida. Incluso, dicen, fue despedida sin justa causa de su trabajo como médica en la ciudad de Bogotá. Estas acciones las atribuye la defensa a la influencia de Uribe y su equipo.
Todo indicaría a que Deyanira se convirtió en ‘una piedra en el zapato’ al tratar de impedir que su entonces esposo, Juan Guillermo Monsalve, dijera que Iván Cepeda le hizo ofrecimientos a cambio de rendir falso testimonio contra Uribe.
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Y es que, la mujer ha dicho en reiteradas oportunidades que su expareja fue “acosado” por su compañero de prisión para que se retractara y acusara al senador Iván Cepeda de haberle ofrecido prebendas. La juez deberá decidir si acepta o no acreditarla como víctima formal en el proceso iniciado este viernes.
Justamente y previo al inicio de la diligencia, el líder del Centro Democrático reiteró que el proceso está influenciado por los intereses de sus detractores políticos y que por ello no tiene garantías.
En este caso, la Fiscalía General llamó a juicio al expresidente por presuntamente haber sobornado a exparamilitares privados de la libertad para que rindieran testimonio a su favor. El lío tiene que ver con un asunto de largo aliento entre el exmandatario y el senador, Iván Cepeda.