El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) incluyó por primera vez en la socialización de una encuesta los resultados sobre preguntas de identidad de género y orientación sexual.
Así: el 1,2 % de la población entre 18 y 65 años tiene orientación sexual diversa, es decir, cerca de 256.000 colombianos: 105.000 hombres gay, 56.000 mujeres lesbianas y 85.000 bisexuales (49.000 mujeres y 36.000 hombres). Mientras que unas 10.000 personas, el 0,05 % se identificaron como transgénero.
¿Cómo obtuvieron estos resultados? Como parte de la Encuesta nacional de Consumo de Sustancias sicoactivas –Encspa–, socializada el pasado 6 de agosto. El Dane aprovechó la pertinencia metodológica de privacidad que tenía y entregó un cuestionario individual en el que se hicieron dos preguntas: ¿Cuál de estas alternativas define su orientación sexual? con las opciones heterosexual, gay/lesbiana, bisexual y otra, y en cuanto a la manera como usted se siente respecto a su género, usted se identifica como: masculino, femenino y transgénero (trans masculino y femenino) u otro.
El director del Dane, Juan Daniel Oviedo, reconoció que este ejercicio significa un avance “en la visibilización de poblaciones minoritarias que en el pasado han sido discriminadas”.
Vale recordar que en 2018 el Dane había excluido del cuestionario del Censo preguntas sobre identidad de género y orientación sexual aún cuando las tenía contempladas una semana antes de arrancar con su realización.
A diferencia de la percepción de Oviedo, dice José Fernando Vasco, investigador del Departamento de Estudios de Familia de la Universidad de Caldas, “esta es una encuesta dudosa. Estamos en un país en el que existe mucho la homofobia (...) puede ser peligroso, y además, tener un dato cercano es complejo, por investigaciones mundiales, no es más del 8 %”.
El trabajo, sugirió Vasco, debe estar enfocado en los derechos, no es necesaria la identificación estadística, sino más bien trabajar el respeto a la diferencia y al inclusión como dispositivo pedagógico.
Para Natalia Moreno, Magister en estudios de género, este paso es “es importante, pero se enfrenta a muchos problemas técnicos de medición, porque la cultura homofóbica no permite que cuando se aplican las encuestas las personas tengamos la libertad de expresar su orientación sexual”.
Aunque agregó que “es importante caracterizarlas (a las personas), saber en qué nivel de vulnerabilidad están y eso es lo positivo para la recolección de información para el desarrollo de políticas públicas”.