El ambiente de consenso político y los resultados legislativos del proyecto de ley estatutaria de educación la envidian sus hermanas reformas: la de salud, que se hundió hace dos semanas y que intentan revivirla; la laboral, que está estancada, y la pensional, que avanza con la oposición total de los partidos de oposición.
Le puede interesar: Apelación en el Senado: inédito camino del Gobierno para revivir reforma a la salud.
Así las cosas, este lunes la plenaria de la Cámara de Representantes aprobó de manera unánime y de manera nominal esta reforma en su segundo debate, que pasará a los siguientes dos en el Senado. Por ser una ley estatutaria, requiere ser aprobada en ocho debates. Cuatro de estos deben ser aprobados antes del 20 de junio, es decir, faltan otros dos.
Este proyecto busca reglamentar el derecho a la educación fundamental, iniciativa que tuvo a lo largo de sus dos debates en la Cámara una amplia concertación y apoyo de la mayoría de los partidos, incluyendo a la oposición.
¿Quiénes votaron esta reforma?
Tal son los acuerdos y consensos que ha logrado esta reforma —bajo el liderazgo de la ministra del ramo, Aurora Vergara— que la votación en segundo debate de ayer fue unánime: 136 votos por el sí y ninguno por el no.
Aunque en la votación de los 47 artículos que conforman esta reforma hubo diferencias en los votos, la votación final (que definía su aprobación y el paso del proyecto al Senado) mostró así el mapa de apoyos que logró el proyecto.
Los puntos verdes indican los apoyos a la reforma y su ubicación muestra que hasta en los partidos de oposición hubo concertación para apoyarla. Es decir, en el Centro Democrático y en Cambio Radical.
De hecho, el representante a la Cámara uribista Hernán Cadavid, que votó a favor esta reforma, reconoce de la ministra Vergara que “tiene una característica muy diferente frente a sus demás compañeros de gabinete: le ha dedicado tiempo a acompañar los procesos de audiencias de horas del Congreso y de atender con amabilidad y respeto a las personas que inclusive somos oposición”.
Un vistazo a la ubicación de cada congresista en el Salón Elíptico (en donde llevan a cabo las sesiones todos los integrantes de esa cámara) permite establecer que del lado izquierdo del recinto hubo apoyos desde la oposición, pero también desde la independencia, representada en los partidos Liberal, De la U y Conservador. Así como de las representantes Jennifer Pedraza (Dignidad), Catherine Juvinao (Alianza Verde), Marelen Castillo (estatuto de la oposición) y Érika Sánchez (Liga de Gobernantes Anticorrupción).
Parte de este éxito lo describe la congresista Katherine Miranda (Alianza Verde) en estos términos: “Su actitud, a diferencia de sus colegas, es totalmente distinta: ha sabido contestar las preocupaciones e inquietudes frente al proyecto, además que ha concertado los puntos más álgidos de la reforma”.
Tras este segundo paso, de los ocho que tiene que superar, la ministra Aurora Vergara dijo que con esto se avanza en la construcción de “un sistema educativo más equitativo, inclusivo y de calidad para todas y todos los colombianos”.
El proyecto fue aprobado en un ambiente de respeto por las diferencias, donde ha primado el bien común y los consensos en torno al presente y futuro de la educación en Colombia”, agregó la funcionaria.
Entre lo aprobado en el articulado hay normas como la ampliación de la educación inicial en los grados de prejardín y jardín, la obligatoriedad de la educación media (grados 10.° y 11.°), y el reconocimiento de la educación superior como derecho fundamental.
Para leer más noticias sobre política, paz, salud, judicial y actualidad, visite la sección Colombia de EL COLOMBIANO.