El director de la Unidad Nacional de Protección (UNP), Augusto Rodríguez, confirmó que los vehículos que fueron detenidos transportando, al parecer, miembros de las disidencias de las extintas Farc, están siendo trasladados a un lugar seguro para que puedan ser requisados.
Los militares se llevaron una gran sorpresa al darse cuenta de que en el interior de los vehículos se transportaban varios miembros de las disidencias del Bloque Magdalena Medio de la Nueva Marquetalia.
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Entre ellos, alias Calarcá, con quien el Gobierno adelanta diálogos de paz y no existen órdenes de captura en su contra. Sin embargo, tres personas no se identificaron.
Esa versión fue confirmada parcialmente por Rodríguez, quien aseguró en una entrevista con W radio que “las personas que van dentro de los vehículos se negaron inicialmente a una requisa o a ser abordadas para comprobar sus identificaciones por parte de las autoridades”.
El director añadió que “si está prohibido para la UNP hacer que en sus vehículos se transporten personas con órdenes de captura, los vehículos de la UNP no pueden ser utilizados como logística por los grupos, así estén en proceso de paz”.
Por eso, Rodríguez agregó que dio la orden para que los vehículos obedezcan a la autoridad y acompañen a las autoridades a donde puedan ser requisados.
Pero, ¿qué fue lo que pasó?
Durante la mañana de este martes, un nuevo escándalo envolvió a la Unidad Nacional de Protección (UNP).
El Ejército Nacional interceptó por medio de un puesto de control una caravana de 12 camionetas de la UNP en la que se movilizaron, entre otras, cabecillas del Estado Mayor Central.
Se trataba de varios miembros de las Disidencias de las Farc que, si bien algunos serían negociadores del Gobierno en diálogos de paz, otros tendrían órdenes de captura vigentes.
De acuerdo con el director de la organización, Augusto Rodríguez, ni los militares conductores de los vehículos sabían qué tipo de personas estaban movilizando y escoltando, por lo que rechazó este acto.
La intercepción de estos vehículos se realizó en la vereda Potrerito, en los límites entre Cisneros y Barbosa, sin embargo, el procedimiento de reconocimiento en el puesto de control se vio complicado debido a que los transportados se negaron a ser requisados.
Este hecho causó gran molestia en algunos miembros del Congreso de la República, en especial a los de la bancada opositora, quienes pidieron inmediatamente ejecutar las órdenes de captura que sí están vigentes.
Por su parte, en un principio, la Unidad precisó que en los vehículos de los esquemas está prohibido transportar personas con orden de captura o combatientes, ni visitar áreas de guerra.
Pero también señalaron que, por seguridad, los vehículos “no deben ser forzados a ser abiertos en carretera y por ello deben ser conducidos a infraestructuras seguras y vigiladas por la autoridad”.
El gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, quien ha estado atento al caso, anunció por medio de sus redes sociales que inició el desplazamiento de los vehículos interceptados en caravana.
“Comenzó el desplazamiento de los vehículos que transportan a integrantes de disidencias de las FARC que se han negado a la inspección rutinaria de las autoridades”, escribió el gobernador.