Armando Benedetti regresa al gobierno Petro entre críticas y cuestionamientos. El nuevo nombramiento en una nueva embajada revivida, al parecer, solo para él, cayó mal en varios sectores políticos, incluso en sindicatos como el de la Cancillería, que al conocer la hoja de vida lanzaron una alerta en desacuerdo con su nombramiento.
La cuestión es que Benedetti ni siquiera cumple con los requisitos que piden para que alguien sea embajador, según denunció el sindicato de la Cancillería. Y va desde lo más básico como el manejo del idioma y el conocimiento en la materia.
Desde la Unión de Funcionarios de Carrera Diplomática y Consular de Colombia (Unidiplo), sindicato que ha cuestionado otros nombramientos en las embajadas, sacó un comunicado para explicar las consecuencias a nivel diplomático que traerá consigo el retorno del político como embajador en la agencia de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
El principal motivo para rechazar esa designación es que Benedetti no cumpliría con los requisitos para asumir ese nuevo cargo porque, por ejemplo, no domina un segundo idioma, solo habla español. Además, critican que haya sido un proceso sin mérito.
“No ha Ingresado por concurso público, no ha pasado por el proceso jerarquizado basado en el mérito y no ha tenido que demostrar un proceso de continua especialización en cargos diplomáticos y consulares”, explicaron.
Con respecto a sus conocimientos, desde el sindicato advirtieron que Benedetti ni siquiera tiene experiencia técnica en agricultura y alimentación, temas en los que tendrá que sumergirse en su carrera como nuevo embajador.
Y su desempeño como embajador de Colombia en Venezuela tampoco los dejó tranquilos, pues señalan que durante ese paso, no demostró buenas capacidades diplomáticas. Además, cuestionaron su desempeño porque incurrió en faltas administrativas y disciplinarias.
“Durante el ejercicio de sus funciones, el ciudadano presuntamente incurrió en faltas de índole administrativa y disciplinaria, siendo una de ellas la ausencia injustificada de la sede diplomática. Unidiplo considera que insistir en su designación genera un riesgo reputacional para Colombia a nivel internacional”, se lee en el comunicado.
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La agremiación también señaló que en realidad es un cargo innecesario en ese país que ya cuenta con dos embajadas (ante Italia y la Santa Sede). En esa misma línea cuestionaron el supuesto plan de austeridad que tanto resalta el “gobierno del cambio”.
“La apertura de una tercera (embajada) iría en contravía del Plan de Austeridad del Gasto de la Cancillería. (...) Genera gastos de financiamiento, pago de salarios, gastos de representación, compra de vehículo oficial, alquiler y dotación de sede y de residencia del Embajador, entre otros”, resaltan.
Sus quejas fueron elevadas también ante el Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (DAPRE).
No es la primera vez que el sindicato se queja sobre un nombramiento. En su momento demandaron la llegada de Moisés Ninco a la Embajada en México. Ninco salió de ese puesto a finales de 2023 por decisión del tribunal.