Crisis en La Guajira: ¿qué deja el decreto de emergencia del gobierno Petro en el asentamiento de La Pista?
El asentamiento refleja la crisis a pocos días de que se cumpla un mes de la firma del decreto.
Las condiciones de vulnerabilidad extrema hicieron que La Pista fuera uno de los territorios destacados en el decreto de emergencia firmado por Petro para atender la crisis en La Guajira.
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La Pista es uno de los asentamientos más grandes de América Latina en el que conviven migrantes venezolanos, colombianos retornados e indígenas. FOTO: Camilo Suárez.
La escuelita improvisada de La Pista recibe alrededor de 43 niños. FOTO: Camilo Suárez
La profe Yuraima construyó un salón de clases improvisado justo en la mitad de su rancho. Yuraima no es docente de profesión, es una migrante venezolana que llegó al asentamiento La Pista, en Maicao (La Guajira), buscando un mejor futuro en tierras colombianas. Sin embargo, desde su arribo hace tres años a una de las invasiones más grandes de América Latina, no ha encontrado otra forma de retribuir la acogida que le dieron sino a través de su lucha contra la desnutrición infantil y el abandono del Estado. Se trata de algo que hasta el presidente Gustavo Petro prometió erradicar luego de firmar un decreto de emergencia que ya se acerca a su recta final.
Hasta la escuelita llegan 43 niños que ella misma elige para que cada año sea uno diferente el que reciba las clases porque en su manzana son más de 203, un número que parece minúsculo ante las más de 13.000 personas que habitan la pista de aterrizaje de un antiguo aeropuerto de no más de 1.200 metros.
Algunos niños no tienen sillas en sus casas, por eso Valentina y Juana comparten todos los días una Rimax roja en la que caben perfectamente por la delgadez de sus cuerpos. Las sillas de todos los tamaños y colores se comienzan a enfilar, Yuraima reparte los cuadernos y los lápices que logró gestionar con alguna fundación internacional, les pide que dibujen algo que les guste y todos empiezan a colorear soles, princesas y dragones. Saben que deben cumplir con su tarea y luego vendrá el refrigerio: una manzana, una leche de color rosado, a veces un pan y otras veces una mandarina. La merienda empieza casi a las 4:00 de la tarde porque es la única comida que los niños van a recibir en todo el día.
Ese es precisamente una de las tantas problemáticas que azotan a La Guajira desde hace décadas y uno de los puntos que el presidente Petro espera atender con su decreto de emergencia: la desnutrición.
De acuerdo con el Ministerio de Salud, el comportamiento de la mortalidad en niños y niñas menores de 5 años en La Guajira es, en promedio y a nivel nacional, 8 veces más alta para desnutrición, 3 veces más alta para infección respiratoria aguda y 6 veces más alta para enfermedad diarreica aguda. Por ejemplo, solo durante 2022 se registraron 356 casos de desnutrición en todo el país, 90 de ellos fueron en La Guajira. Es decir, 1 de cada 4. Es un problema que se agrava con el tiempo y al que se le suman las precarias condiciones de salud que azotan a la región.
La Pista es uno de los asentamientos más grandes de América Latina en el que conviven migrantes venezolanos, colombianos retornados e indígenas. FOTO: Camilo Suárez.
Para hacerle frente, Petro firmó el decreto en el que resalta que se dispondrá de un mecanismo administrativo y financiero que permita la intervención directa en cuanto a garantizar el acceso a suministros, bienes y servicios, por medio de “recursos excepcionales necesarios”. Además aseguró que implementaría su reforma a la salud en el territorio como parte de ese decreto de emergencia, por lo que la cobertura en salud sería mucho más amplia y ya en algunas rancherías cercanas, se ven médicos atendiendo largas filas todos los días. Sin embargo, según el director de Gestión de Riesgo de Maicao, Luis Enrique Ramírez, hasta el momento no se han generado respuestas de atención para los habitantes de La Pista, y espera que se tengan en cuenta los otros 51 asentamientos del municipio. Uno de los líderes de la zona también explicó que Petro no alcanzó a llegar hasta La Pista, solo se quedó en un coliseo cercano en el que dio su discurso y al que varios líderes tuvieron entrada solo para escuchar.
Un manantial de enfermedades
La escuelita improvisada de La Pista recibe alrededor de 43 niños. FOTO: Camilo Suárez
La Pista es uno de los asentamientos destacados en el decreto de emergencia del Gobierno Petro a raíz de la vulnerabilidad extrema en la que conviven más de 3.000 familias compuestas por migrantes venezolanos, colombianos retornados y de acogida —como los indígenas Wayú—. En ese territorio, la desnutrición infantil es solo la punta del iceberg. Esa problemática va a la par con las enfermedades diarreicas derivadas de la falta de acceso al agua potable en la zona, donde las familias cocinan con agua lluvia y a veces compran de la que se reparte en burros, a 3.000 pesos el galón. Por ejemplo, solo para 2022, de los 181 casos a nivel nacional de mortalidad por enfermedad diarreica aguda en menores de 5 años, 31 fueron en La Guajira (el 17 %).
Por eso, el Gobierno priorizó la atención al agua y con carrotanques, por lo que el Ministerio de Vivienda y la Unidad de Gestión de Riesgos comenzaron a repartir agua potable. A eso se le suman sesiones diarias de monitoreo operativo con la cooperación del Gobierno Nacional, territorial, las comunidades y las empresas de servicios públicos.
Además, se planean reuniones semanales, que son estratégicas, para valorar cómo se están desarrollando estas acciones, los obstáculos existentes y las soluciones de manera coordinada. Para ello, desde ambas entidades se impulsó la “Feria del Agua”, una iniciativa para poner en marcha el suministro de agua como el mantenimiento de pozos, molinos, vías y tanques de almacenamiento. Así mismo, se le dio inició a la estrategia de Ollas Comunitarias para hacerle frente a la problemática de alimentación.
Mientras tanto, y a pocos días de que se cumplan los 30 días de la firma del decreto de emergencia con el que Petro prometió solucionar la crisis en La Guajira, los habitantes de La Pista siguen esperando que no se trate de una ilusión.