En una camioneta blindada y por la puerta trasera del búnker de la Fiscalía llegó el hombre que conoce milimétricamente la seguridad en la Casa de Nariño. La cita era para hablar sobre la muerte de uno de sus colegas, el coronel Óscar Dávila, involucrado en el escándalo de las chuzadas y el polígrafo irregular que desataron una de las peores crisis en el Gobierno Petro.
Lea también: Laura Sarabia sobre dinero robado en su casa: “Jamás en mi vida he recibido tal cantidad de dinero”
Ese hombre que persigue a Petro es el coronel Carlos Feria, quien desde hace más de 10 años le cuenta los pasos al mandatario y a su familia; razón por la que se convirtió en un personaje de total confianza, al punto de ocupar uno de los cargos más importantes del Gobierno: jefe de la Casa Militar de la Presidencia de la República.
Fue su hoja de vida intachable lo que lo llevó a codearse con Gustavo Petro desde su paso por la Alcaldía de Bogotá, dónde también trabajó como su escudero fiel. Sin embargo, su carrera impecable ahora está en entredicho, luego de que terminara salpicado por procedimientos irregulares para investigar el robo de un maletín millonario junto con las interceptaciones ilegales que se ordenaron para escuchar las llamadas de Marelbys Meza y dos empleadas más de la casa de Laura Sarabia, exjefe de Gabinete de Petro.
Entérese: Una sola bala mató al coronel Dávila, ¿se disparó o le dispararon?
Al parecer, Feria, quien ha jurado serle fiel a Petro y a su círculo cercano, tendría conocimiento de todos esos procedimientos, por lo que la Fiscalía lo llamó a declarar en medio de las investigaciones. Y como si fuera poco, ahora también le tocó hablar sobre el coronel Dávila luego de que un disparo acabara con su vida el pasado 9 de junio.
Y es que como si fuera una sombra, a Feria nadie lo vio entrar ni salir del búnker en donde estuvo encerrado con los fiscales desde las 9:00 de la mañana de este martes. Fue su abogado, Marlon Díaz, el que contó que durante la diligencia de más de cuatro horas, su cliente habló sobre lo que sabe de esa muerte de la que se presume un suicidio; también se refirió a la relación profesional y laboral que mantuvo con Dávila, algunas conversaciones que tuvieron antes de su muerte y respondió por presuntas presiones, amenazas o intimidaciones que pudiera haber recibido el fallecido uniformado.
Esa hipótesis al parecer la respalda el Presidente Petro, quien en medio de la ceremonia de ascenso del director de la Policía, general William Salamanca, dijo que la presión que recibió Dávila pudo haber sido una de las causas de la muerte. “Es como si me hubieran prestado un ser humano que no pude cuidar yo mismo porque subestimé la presión”, explicó.
En todo caso, la defensa de Feria ya había anunciado días atrás que estaban totalmente dispuestos a contar todo para resolver el caso, además señalaron que se la jugarán por la presunción de inocencia de su cliente, quien incluso ni siquiera estaba en el país cuando ocurrieron los hechos. Precisamente, para ese momento, Feria le estaba siguiendo la pista a Petro en La Habana, Cuba. Hacía parte de la comitiva de seguridad que lo acompañó a firmar el cese al fuego bilateral de 180 días con el ELN.
Lo cierto es que Feria, además de ser el cuidador de la esfera más alta del Gobierno, también se encarga de manejar todos los esquemas de seguridad gracias a su larga trayectoria y experiencia. Por ejemplo, se le atribuye la creación de escudos durante la campaña de Petro, incluso se le ve en fotos cubriendo con su cuerpo al ahora mandatario.
Escudero experto en seguridad
Es tanta la confianza que Petro le deposita a Feria, que su cargo habitualmente es ocupado por el rango de general, pero hubo una excepción para que el que mande esta vez sea un coronel especializado en inteligencia y protección de personalidades.
Feria ha escalado rápido en su carrera en la que ya cumplió 26 años de servicio. A sus 25 años se graduó como capitán y entró a un grupo de protección de la Policía como escolta. Y en su camino apareció un personaje que al parecer le ha tejido los puentes con importantes personalidades políticas, el mismo general Salamanca, quien también ha sido muy cercano a Petro desde épocas de antaño.
Justamente, cuando Feria fue escolta, Salamanca fue su jefe y con la llegada de Petro a la Alcaldía de Bogotá en el 2012, le asignó la tarea de cuidarlo. Feria fue condecorado y estaba listo para ascender. Fue comandante de Ubaté y Chía. En ese sector bogotano vivía la familia Petro Alcocer y los caminos entre el uniformado y el mandatario se volvieron a cruzar.
Los logros fueron sumando en su hoja de vida hasta alcanzar 31 condecoraciones y más de cinco medallas. En 2021, Feria se convirtió en teniente coronel y fue asignado para comandar Buga -Valle del Cauca-. Sin embargo, solo desempeñó ese cargo por unos cuantos meses porque cuando Petro se hizo fuerte en las encuestas de la campaña de 2022, le pidió al coronel que se devolviera para Bogotá para que fuera su escudero, otra vez.
Hasta hoy su misión es clara: cuidar cada centímetro que rodea al Presidente y a su familia. Para ello, Feria tiene acceso a información de Estado, protocolos de seguridad, rastreo de comunicaciones y todo lo que le permita ser el todopoderoso en la Casa de Nariño. Habilidades que ahora lo tienen en el ojo de la Fiscalía que busca establecer hasta dónde llegó su poder y su lealtad por Petro.
Hoy tendrá que volver al búnker, en una camioneta blindada y por la puerta de atrás, para contar bajo juramento todo lo que sabe sobre las chuzadas y el polígrafo irregular, el objetivo del ente investigador será establecer si se configuraron los delitos de abuso de autoridad y peculado por uso.