Una avalancha de proposiciones para archivar el proyecto o aplazar la discusión impidió que este martes la Cámara de Representantes definiera la suerte de las corridas de toros en Colombia.
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Si bien la plenaria de la Cámara de Representantes estuvo reunida durante ocho horas para votar el proyecto en su cuarto y último debate, varias proposiciones retrasaron la discusión.
Una avalancha de proposiciones para archivar el proyecto o aplazar la discusión impidió que este martes la Cámara de Representantes definiera la suerte de las corridas de toros en Colombia.
Solo hasta este miércoles, a partir de la 1:00 de la tarde, el país conocerá si en su cuarto y último debate la plenaria aprueba el proyecto para prohibir las corridas o si, como ha sucedido reiteradamente, se archiva el proyecto.
Los representantes estuvieron reunidos desde las 2:00 de la tarde y hasta pasadas las 8:00 de la noche. En medio del trámite de la iniciativa hubo varias solicitudes por archivar el proyecto, bien sea por cuestionamientos frente a la legitimidad de las iniciativas del Ejecutivo (tras el escándalo por presunta corrupción y coimas para las reformas), así como por varias proposiciones para darle alcance a los artículos de la iniciativa.
De hecho, la sesión fue presidida por Andrés Calle, del Partido Liberal, a quien Sneyder Pinilla, exsubdirector de Desastres de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), señaló a él y al presidente del Senado, Iván Name, de recibir supuestas coimas de dineros arañados de las presuntas irregularidades en los carrotanques para La Guajira. Concretamente, Name habría recibido $3.000 millones y Calle $1.000 millones.
Pese a esos cuestionamientos y a los llamados de varios representantes porque Calle se ausentara de la conducción del debate, finalmente terminó liderando la sesión, en la que se escucharon también a alcaldes de ciudades con clara vocación económica taurina (como Manizales o Duitama), así como líderes del sector.
La iniciativa busca prohibir únicamente las corridas de toros, señalando que son “una expresión que atenta contra la dignidad y la vida de los animales”. Para ello, consagra un proceso de transición de tres años, es decir, no prohíbe inmediatamente las corridas.
En esa línea, se contemplan también programas de reconversión laboral con quienes subsisten con este oficio y teniendo en cuenta las familias taurinas. Además, el proyecto le apuesta a transformar las plazas de toros, pues se estima que hoy el 90 % de estos escenarios están subutilizados dos o tres días al año o abandonadas.
“Serán adecuadas para conciertos, ferias, actividades lúdicas, deportivas o como establecimientos comerciales que dinamizarán la economía y el empleo”, precisa la iniciativa.