Una bancada multipartido del Congreso busca poner agenda “por la vida” en el pleno del Capitolio, con el fin de legislar sobre temas espinosos ante la opinión pública como el aborto, la eutanasia y el matrimonio igualitario. Quieren, en medio de la aplanadora petrista, mover una agenda conservadora.
Se trata de la bancada “por la vida, la familia y las libertades religiosas”, un grupo que ya existía desde la legislatura anterior, pero que con la renovación del Congreso se duplicó. Mientras en el periodo 2018-2022 la integraban unos 25 senadores y representantes a la Cámara, en su mayoría del Partido Conservador, para este 2022-2026 ya son 54 los legisladores que le dieron su bendición para hacerla crecer.
La libreta de sus temas ha estado frenada por el trámite de las reformas prioritarias para el presidente Gustavo Petro –las reformas tributaria, a la salud y la agraria (las dos últimas pendiente de presentarse)–, pero tienen claro que su interés es que se les avale la creación de una comisión accidental por la vida.
Su objetivo es “defender todo lo que tiene que ver con la vida, desde su concepción hasta la muerte natural, la familia de hombre y mujer con hijos, y la libertad de culto para que tengamos libertad de expresarnos”, aseguró el senador Óscar Mauricio Giraldo, del Partido Conservador que –paradójicamente– está en la coalición de Petro.
Giraldo se estrena en el Congreso después de que la maquinaria de la fe le dieran a él y a su fórmula por Antioquia –el representante Luis Miguel López– dos escaños en el Legislativo. Giraldo y López pasaron de ser conocidas figuras entre los grupos paisas de oración por la Virgen María a representar los intereses de los feligreses en Bogotá.
Aún en un Congreso en el que el movimiento mayoritario es de izquierda (el Pacto Histórico), sus premisas lograron contagiar a los ya tradicionales Conservadores, Mira y Colombia Justa Libres, pero también a figuras del Partido de la U, Cambio Radical, el Liberal y el Centro Democrático, entre otros. Todas esas fuerzas se sumaron a ese grupo para, según el senador Giraldo, “defender algo que es natural: la vida”.
Entre los 54 integrantes están 34 senadores y 20 representantes a la Cámara. Las conversaciones, que incluyen a otras congresistas de tendencias conservadora como los antioqueños Nicolás Echeverry y Germán Blanco, están buscando que esta bancada por la vida, nacida en el Gobierno del cambio, sume los 60 integrantes.
Su agenda es clara. Alistan recursos para reversar la eutanasia y quieren legislar para tumbar las sentencias que ha sacado la Corte Constitucional en torno al aborto; su argumento es al bebé se le reconozca como un paciente desde que está en el vientre.
Es decir: en la actualidad cuando una mujer está embarazada se lleva una historia clínica de la madre y el objetivo sería que el feto también tenga un portafolio porque, según sus impulsores, “son dos pacientes” los que están en el proceso médico. Los detalles, sin embargo, están por definirse en un articulado.
Otros congresistas le confirmaron a este diario que en las reuniones del Partido Conservador con el presidente Petro se le manifestó su interés en que la agenda por la vida esté sea prioridad para el Ejecutivo.
No obstante, ya la Corte Constitucional dejó claro que una mujer puede abortar hasta la semana 24 de gestación y, ese mismo tribunal, reconoció el derecho al suicidio asistido.
Si los temas de la bancada por la vida entran, o no, en el catálogo principal del gobierno del cambio solo podrá definirse cuando Petro termine de gestionar lo verdaderamente primordial para Palacio: la tributaria y la “paz total”. Por ahora, no se habla de los autodenominados “provida”.