El presidente del Partido Comunes, Rodrigo Londoño –conocido en la guerra con el alias de Timochenko–, reaccionó a la denuncia contra el representante Carlos Alberto Carreño, señalado de cobrar entre $200.000 y $500.000 a los miembros de su Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) con tal de permanecer en sus puestos.
Según Londoño, quien se declaró sorprendido por la denuncia, tras conocer los hechos se pondrá “al frente” del tema para que la Comisión de Ética de la colectividad investigue y determine si hubo “un procedimiento reprochable”.
En esa línea, solicitó a las autoridades que hagan las indagaciones pertinentes, respetando el debido proceso, la presunción de inocencia y los derechos de todos los implicados. “No debe haber manto de duda frente a nuestra actividad política”, manifestó.
Finalmente, Londoño aseguró que Comunes “está comprometido con la paz, la justicia y contra la corrupción”, por lo que ratificó que si hubo actuaciones irregulares de alguno de sus congresistas serán “los primeros en señalarlo y tomaremos acciones al respecto. Somos revolucionarios de principios éticos innegociables”.
A su turno, la Dirección Distrital de Comunes, que también expresó su “sorpresa y total desconocimiento” por lo ocurrido, dijo que aún no existe una denuncia formal ante las autoridades. Además, sostuvo que el congresista Carreño “ha demostrado ser una persona íntegra, honorable, conocedora y respetuosa de la ley, con altos niveles éticos, comprometida con la construcción de paz y con lo establecido en el Acuerdo de Paz”.
Sin embargo, la Dirección advirtió que sus principios ideológicos, éticos y políticos impiden avalar, normalizar o practicar algún hecho de corrupción. Por ello, pidieron que las investigaciones sean “exhaustivas y cumplan con los principios constitucionales de la buena fe, el buen nombre y el debido proceso”.
Incluso, aseguraron que no permitirán “más entrampamientos” como los realizados en años anteriores contra firmantes del Acuerdo de Paz, en referencia a lo ocurrido con alias Jesús Santrich.
“Hacemos un llamado respetuoso, pero categórico, a los medios de comunicación para que sus investigaciones sean rigurosas, comprometidas con la verdad y libre de sesgos, campañas o posiciones políticas, ya que algunas aseveraciones que allí se hacen pueden resultar estigmatizantes”, precisó la Dirección Distrital.
Además, el propio Carreño se pronunció y emitió un comunicado de prensa en el que asegura que los señalamientos son irresponsables y que “nada de lo allí expuesto corresponde a la realidad (...) durante mi trayectoria legislativa no se ha realizado ningún tipo de requerimiento económico o de otra índole a personas que han estado laborando o militando a mi lado”.
Un informe divulgado por la emisora Blu Radio, con facturas en mano y detalle de las transacciones, puso al descubierto lo que sería un sofisticado método de corrupción que habría ideado el representante –conocido en la antigua guerrilla de las Farc como “Sergio Marín”–, para cobrarles cuotas a los integrantes de su equipo de trabajo como forma de extorsión.
Según la investigación, con tal de permanecer en sus puestos y lograr un ascenso en el escalafón salarial, el congresista le cobraría a su equipo de trabajo un porcentaje de su salario. A medida que los ingresos eran más altos, más generosa debía ser la contribución que, incluso, habría dado a parar a las cuentas personales del congresista.
“En 2018, cuando el representante Carlos Carreño, conocido en el ámbito de Comunes como ‘Sergio Marín’, tenía entre siete y ocho integrantes de su UTL, todos teníamos que hacer aportes solicitados por él (...) eran aportes de dinero con base en los ingresos que generáramos cada uno. Entonces, dependiendo, los ingresos oscilaban entre $250.000 y $500.000. Ese era el aporte que había que hacer mensualmente”, aseguró un extrabajador del congresista.
