La Casa de Nariño emitió una circular interna para instruir a todos los funcionarios de la Presidencia en un modelo de trabajo que les permita “prevenir esquemas de intermediación, cabildeo u opacidades atribuibles a círculos familiares o sociales de los servidores públicos encargados de la toma de decisiones”.
El documento, fechado el 4 de junio y firmado por Laura Sarabia, la directora del Departamento Administrativo de la Presidencia, se conoció públicamente este viernes. Se trata de una circular dirigida a todos los funcionarios de la Presidencia de la República, con el asunto “Arquitectura de Control”.
El texto insta a los servidores públicos a estudiar, divulgar y diligenciar una serie de documentos y procedimientos destinados a evitar conflictos de intereses, hacer un buen uso de las comunicaciones hacia el exterior y minimizar la intromisión de “lobbystas” en las decisiones de Palacio.
Entre estos documentos están el Plan Anticorrupción y de Atención al Ciudadano, el Registro de Reuniones, el Manual de Integridad y Buen Gobierno, el Manual de Comunicación Interna y Externa, y los Lineamientos para el Manejo de Actas y Listados de Asistencia.
Cada dependencia debe reportar a la Secretaría de Transparencia, a más tardar al próximo 30 de junio, las medidas que tomó para responder a esa “arquitectura de control”.
“Es necesario tener presente en cada actuación o gestión que se adelante, desde el inicio de la misma se debe revisar la posible existencia de conflictos de interés”, se resalta en la circular.
El documento, enmarcado en las prácticas de buen gobierno, contrasta con algunas decisiones tomadas por el Ejecutivo, que ha designado en cargos importantes a funcionarios con escasa preparación, solo por responder a intereses ideológicos, amistades o favores políticos, tal cual está investigando la Procuraduría.
Entre esos casos se destacan las designaciones de los embajadores de Colombia en México, Moisés Ninco, y en Chile, Sebastián Guanumen, duramente cuestionados por la opinión pública.
En ese mismo sentido, se cuentan también las contrataciones de masajistas, maquilladores y otros empleados destinados al manejo de la imagen de la primera dama, Verónica Alcocer, durante sus desplazamientos al exterior.
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