Desde el 1 de julio el gremio transportador bloquea seis puntos claves de la vía Panamericana en del departamento de Nariño. Mientras los camioneros piden soluciones al gobierno nacional, la protesta empezó a generar sus efectos humanitarios.
A los departamentos de Cauca, Valle y Nariño se extendieron pérdidas económicas millonarias, crece la amenaza por desabastecimiento de algunos alimentos y por la falta de recolección de residuos sólidos en algunos municipios de Nariño.
En Pasto, quizás la ciudad más afectada, se anunció la restricción para la venta de combustibles y se encendieron las alarmas por falta de insumos médicos y problemas para la recolección de basuras.
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Los transportadores, por su parte, insisten en que son seis los motivos principales de sus protestas. El precio de los combustibles, la seguridad en las carreteras, el cobro de los peajes y las obras inconclusas son algunos de los puntos.
“Este año hemos tenido más de 50 bloqueos en las vías nacionales, donde han corrido peligro los conductores, las cargas y los vehículos. Protestar con otro bloqueo no significa que estemos haciendo lo que hemos criticado tan severamente, sin embargo, es la única manera en la que nos podemos hacer sentir”, señaló Henry Cárdenas, presidente de Fedetranscarga.
El robo de las mercancías por parte de los grupos armados ilegales y el ingreso de vehículos con placa extranjeros son otros de los motivos de la protesta, que ya completa 4 días.
Nicolás Toro, alcalde de Pasto, calificó la situación como “complicada” y pidió a sus ciudadanos no sacar las basuras hasta que regrese la normalidad a esa zona del suroccidente del país.