El principal recinto para las audiencias de la sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Medellín estuvo lleno. Las víctimas del Bloque Metro de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (Accu) llegaron en masa para escuchar, por primera vez, una sentencia contra nueve exintegrantes de esa estructura paramilitar.
Se trataba de la condena contra Javier Quintero Agudelo, alias “Manguero”, y otros 8 postulados por su presunta responsabilidad en cuatro masacres y 128 hechos violentos que dejaron 800 víctimas en Medellín y otros municipios del Oriente y Nordeste de Antioquia como Rionegro, Granada, Guarne y Yolombó.
Tras la lectura de la sentencia por parte del magistrado Juan Guillermo Cárdenas Gómez, los nueve exparamilitares (quienes ya se encuentran en libertad por cumplir con Justicia y Paz), recibieron una condena de 8 años en pena alternativa (ya cumplida), y entre 33 y 40 años de sentencia ordinaria por delitos como homicidio en persona protegida, tortura, desaparición forzada, hurto agravado, desplazamiento y reclutamiento ilícito.
“La pena ordinaria queda establecida en caso de que los postulados incumplan con los requisitos de Justicia y Paz, que aún deben cumplir así estén en libertad”, dijo Cárdenas.
La importancia de esta sentencia radica en que hasta hace unos años, las víctimas que dejó el Bloque Metro, comandado por alias “Doble Cero”, no eran reconocidas por la aniquilación de ese grupo por otra facción de las Autodefensas: el bloque Cacique Nutibara, comandado por alias don Berna.
Esto generó un limbo jurídico en Justicia y Paz porque los desmovilizados del Cacique no respondían por los actos de Metro, cuya influencia se regó por los barrios de la comuna Nororiental de Medellín. Sin embargo, desde la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Medellín se tomó el caso (entre el 2016 y 2017) y ayer se dio su primera condena colectiva.