Armando Benedetti está en el ojo del huracán, luego de que sus declaraciones sacudieran los cimientos de la Casa de Nariño.
En los audios revelados el fin de semana, en medio de una acalorada discusión entre el exembajador en Venezuela y la exjefa de gabinete, Laura Sarabia, quedaron expuestas varias situaciones que merecen ser analizadas por separado.
Aquí, cinco aspectos que llamaron la atención en esta marejada de improperios, traiciones personales y conspiraciones políticas.
1). Un político con sed de poder que fue relegado y tiene a la Fiscalía encima
“Creo entender qué le pasa a la mente de Armando Benedetti, acepto sus disculpas, pero debe explicar sus palabras ante la Fiscalía y el país”. Con esta frase, el presidente Gustavo Petro pareció demostrar compasión hacia un exsocio que le sirvió en la campaña, pero que después del 7 de agosto terminó relegado en el Gobierno.
En los audios y entrevistas del fin de semana, Benedetti se mostró con el corazón roto, tras fracasar su sueño de convertirse en la mano derecha del Primer Mandatario, como jefe de gabinete. “Yo iba a ser el segundo hombre más poderoso de Colombia. ¿Por qué me iba a suicidar? La vida mía siempre es así. Siempre un desorden y una paradoja. Yo el jueves ya había coronado. ¿Por qué hijueputas yo iba a estar en eso? Y te lo digo y me dan ganas de llorar. Yo iba a ser el segundo tipo más importante de Colombia. ¿Por qué me iba a suicidar?”, dijo en una entrevista con Cambio, para argumentar que no tenía la intención de atacar al Gobierno.
Y en los audios se quejó con Laura Sarabia por el trato de segunda que, según él, le dieron en la última reunión en Palacio: “(...) Así sea de hipócrita, uno va y recibe a la gente, pero el tratamiento que tú y el Presidente me dieron ayer, marica, yo no sé. Lo que te voy a decir no es una amenaza (...), veo que esto me puede emputar, pateo y nos caemos todos”.
Lo cierto es que Benedetti, un político tradicional con ínfulas de poder, está sintiendo pasos de animal grande a su alrededor. Primero, porque no obtuvo ni la jefatura de gabinete ni la Cancillería, en las que pretendía desplegar su burocracia particular, sino porque la Fiscalía le respira en la nuca. El ente acusador lo investiga a él y a su círculo cercano por lavado de activos y enriquecimiento ilícito, relacionados con un presunto incremento patrimonial injustificado que detectó la Dian.
Según la entidad, el político tiene incrementos por justificar que datan de 2009, 2014, 2016 y 2017, con cuyo dinero habría adquirido propiedades a nombre suyo y de familiares. Por este motivo, la Fiscalía le embargó en 2021 bienes valorados en $8.000 millones en Bogotá, Meta y Atlántico. Sin embargo, el fiscal Gabriel Jaimes ordenó archivar el expediente, lo que despertó dudas y desató una indagación paralela de la Comisión de Disciplina Judicial.
Otra investigación cursa en la Corte Suprema de Justicia desde 2016, por un supuesto fraude y corrupción. Según el expediente, el entonces senador Benedetti fue señalado por varios testigos de participar, presuntamente, en una defraudación económica al Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio.
Benedetti también tiene una indagación en el caso de las chuzadas ilegales de 2018, que involucraron al exdirector del Gaula, general (r) Humberto Guatibonza, y a su empresa de asesorías legales. En dicho caso el supuesto delito es violación ilícita de comunicaciones.
A estos se sumarán las investigaciones penales derivadas de los audios.
2). Cocaína y alcohol, dos vicios que al parecer rodean las revelaciones del exdiplomático
En medio del escándalo también han surgido cuestionamientos por el posible consumo de estupefacientes de parte de Armando Benedetti y del presidente Gustavo Petro.
En su acalorada discusión con Laura Sarabia, el exembajador indicó: “Y por el tema de las libertades individuales, nuestro jefe tiene más problemas que uno, pero bueno, así que nunca debiste haber dejado que me descalificaran por eso, pero con lo que me acabas de decir (...) más rápido me arranco de aquí”.
En una entrevista con Vicky Dávila, la directora de Semana, Benedetti dio más puntadas del tema, al precisar que la exjefa de gabinete le dijo durante la conversación: “‘Es que hay un problema de cocaína’, no sé qué vaina. Y yo le dije: ‘ah qué bien’. (...) La hijueputa diciendo que había un problema de cocaína”.
Ante la insinuación de Sarabia, el cuestionado respondió: “Ah no, tu jefe no hace un culo, si fuera por eso, ¿qué hace el man ahí?”.
Dávila le replicó: “O sea, usted lo que le dice es: ¿si yo tengo un problema de cocaína, supuestamente, el presidente lo tiene igual?”.
A lo que el político respondió que “no, yo no tengo un problema con él. Yo le dije: ‘Si usted cree que yo lo tengo, ¿qué hace el otro?’”.
Benedetti se negó a dar más detalles. ni confirmó si él y el presidente Petro consumían el alcaloide.
No obstante, para el canciller Álvaro Leyva esas menciones fueron suficientes para descalificar su información.
“¿Es que a Benedetti cómo se le puede creer? Él mismo dice ‘soy un drogadicto’, pónganse ustedes a pensar, ¿les parece que esa es una buena fuente? Por eso pusimos el acelerador a fondo y en tres horas se cambió (de embajador en Venezuela)”, advirtió el ministro del Exterior en declaraciones a la prensa.
Y agregó: “Aun más, la renuncia de él era a partir del 23 (de junio), y yo me puse a pensar ‘Virgen Santísima, quedan varios días, lo mejor es aceptarla inmediatamente’, y así se procedió”.
Lo que sí reconoció Benedetti, en un trino posterior publicado en la tarde de este lunes, fue un problema severo con el alcohol.
“He sido parte fundamental del actual proyecto político del presidente Petro. Sin embargo, no satisfecho con lo que me correspondió políticamente, en un acto de debilidad y tristeza me dejé llevar por la rabia y el trago”, escribió en su cuenta oficial.
3). Los supuestos “amigos” de Estados Unidos hasta le quitaron la visa
La crisis que sacude al Gobierno Nacional coincidió con que el Departamento de Estado de EE.UU. le retiró la visa a Armando Benedetti, pocas horas después de que se confirmara su salida de la Embajada de Venezuela.
Frente al hecho, el afectado explicó en su cuenta de Twitter que “según una importante fuente, la visa americana es revocada por ‘mal uso del pasaporte’. Lo que se desconoce es que siempre que he viajado a Estados Unidos ha sido para encontrarme con altos dignatarios de allá”.
El inconveniente, de acuerdo con la información preliminar, estaría ligado a una utilización inadecuada del permiso diplomático, ocasionado por un viaje de carácter personal del entonces embajador, quien voló a Estados Unidos para asistir a la graduación del colegio de su hijo, la semana pasada. Es decir, habría usado la visa diplomática para asuntos que no tenían que ver con la política.
La sanción administrativa, sin embargo, podría tener raíces más profundas. En las irascibles conversaciones con Laura Sarabia, Benedetti sacó a relucir que, supuestamente, tenía muy buenas relaciones con el Gobierno estadounidense.
“Me sigo acordando de cosas y una de ellas es que tengo excelentes relaciones con el Departamento de Estado, excelentes son excelentes, pero de eso no te puedo contar (...). Pero no es que me vaya así de espía, ni nada de eso, sino (...) bueno, después te cuento (...), y con la DEA también”, manifestó.
Incluso señaló que recibió llamadas cuando su nombre estuvo sonando para reemplazar a algunos de los ministros despedidos por Gustavo Petro el mes pasado.
“El día que hiciste cambios de ministros, todo el mundo (...), hasta el Departamento de Estado me llamó, eso significa que no es como tú dices, la gente de alguna u otra forma estaba esperando que volviera”, expresó.
El asunto no trascendió, pero es claro que la dichosa amistad con los norteamericanos no pasa por un buen momento.
Esta es la segunda ocasión que Benedetti pierde su visa americana. La primera fue en diciembre de 2017, cuando algunos testigos lo mencionaron dentro de la investigación del sonado caso de corrupción de Odebrecht.
¿La nueva sanción se relacionaría con el escándalo que ahora salpica a Benedetti y al gobierno de Gustavo Petro? Por el momento no ha habido declaraciones de la Embajada de EE.UU. en Bogotá sobre esta situación.
4). “El señor Prada se robó el Ministerio del Interior con la mujer”
Uno de los personajes más recurrentes en las conversaciones entre Benedetti y Sarabia filtradas por Semana fue el exministro del Interior y ahora embajador de Colombia en Francia Alfonso Prada.
En un fragmento de las conversaciones, el exembajador de Colombia en Venezuela acusa a Prada de “robarse” el Ministerio del interior en compañía de su esposa, la vallecaucana Adriana Barragán, quien fue presidenta de la empresa estatal de mensajería 7/24 entre 2012 y 2017.
De acuerdo con los audios, la cólera de Benedetti con Prada sería porque era precisamente la cartera del Interior la que Benedetti quería presidir. Son varias las veces que al exsenador barranquillero se le escucha irse lanza en ristre primero contra Prada y luego contra Luis Fernando Velasco, el liberal que reemplazó a Prada en la cartera después del remezón ministerial de abril.
“Habíamos quedado que era la Cancillería o el Ministerio del Interior, los dos te lo firmo, pero yo sé que te puede ayudar más a ti el Ministerio del Interior”, le dice Benedetti a Sarabia en uno de los pocos fragmentos en los que se le escucha calmado.
Uno de los muchos reclamos de Benedetti a Sarabia tiene que ver con que otros políticos que, según él, no aportaron a la campaña presidencial de Petro, tuvieron una mejor suerte dentro del gobierno que él, que dice que fue el principal responsable de que Petro llegara al Palacio de Nariño: “Le fue mejor a Prada contigo, que nunca trabajó contigo, que no hizo un culo en campaña”, dijo indignado. Prada, además de ministro del Interior, fue durante varios meses el vocero oficial del gobierno Petro.
Ante las acusaciones de Benedetti, Prada fue el que más rápido respondió: no habían pasado ni doce horas desde el momento de la filtración de los audios cuando el exministro del Interior anunció que había denunciado a Benedetti ante la Fiscalía por calumnia y daño a la honra y el buen nombre. “Las afirmaciones (de Benedetti) son total y absolutamente falsas, prueba de ello es la razón que Alfonso Prada en su paso por el Ministerio del Interior no fue ordenador del gasto, no ejerció en ningún acto como ordenador del gasto (...) absolutamente nada que tuviera que ver con la contratación o gastos del ministerio. Más grave tratándose de Adriana Barragan, quien no tuvo vinculación alguna con el Ministerio del Interior”, reza la denuncia interpuesta por Prada y su esposa.
Prada y Benedetti fueron hasta hace no mucho aliados políticos, pues ambos coincidieron en el partido de la U y fueron escuderos del expresidente Juan Manuel Santos, especialmente durante su segundo periodo presidencial, aunque desde escenarios diferentes: Benedetti desde el Congreso y Prada desde el gobierno.
5). Fiscalía y Policía enfrentadas por caso de las chuzadas: ¿quién dio la orden?
El caso de las interceptaciones telefónicas de las que fueron víctimas Marelbys Mesa y Fabiola Perea —las dos exempleadas domésticas de Laura Sarabia— tiene enfrentados a la Fiscalía y a la Policía (como representante del gobierno), y tiene, por ahora, más preguntas que respuestas.
Según el fiscal Francisco Barbosa, uniformados de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijin) le pidieron a la seccional de Fiscalía del Chocó que interceptara los teléfonos de Mesa y Perea con la excusa de que ambas eran supuestamente empleadas del Clan del Golfo. De acuerdo con sus investigaciones, las interceptaciones iniciaron el pasado 30 de enero, cuatro días después de que a Sarabia se le perdiera una plata (la cantidad sigue siendo un misterio) en su casa.
La Fiscalía dice que estas líneas estuvieron intervenidas durante diez días, pero la Policía asegura que solo pasaron 72 horas cuando se dieron cuenta del error y le pidieron al ente investigador suspender las interceptaciones, pero este se habría demorado siete días para hacerlo. Los funcionarios de la Dijin que ordenaron la interceptación dicen que fue una fuente confiable del Clan del Golfo quien les dijo que los celulares de Mesa y Perea eran de alias “La Cocinera” y “La Madrina”, respectivamente. Por lo que, según ellos, todo se trataría de un entrampamiento de la Fiscalía para afectar al gobierno.
Desde que se destapó el escándalo de las supuestas interceptaciones ilegales el pasado 30 de mayo, el presidente Petro ha defendido firmemente el actuar de sus funcionarios, entre ellos a Laura Sarabia a quien ha respaldado a pesar de haberla sacado del gobierno junto con el exembajador en Venezuela, Armando Benedetti, a quien acusan de conspirar en contra de Sarabia y de Petro porque sentía que no le daban el lugar que merecía dentro del autodenominado “gobierno del cambio”.
Pero Benedetti, que trabajó con Sarabia más de un lustro, que fue el escudero de Petro en la campaña presidencial y quien llevó a Sarabia al gobierno, opina otra cosa: en entrevista con la Revista Cambio dijo que sabía “que Laura chuzaba y demás”. Según el exembajador, Sarabia sabía cosas que solo era posible saber por medio de interceptaciones a los teléfonos.
“Ella sabe muchas cosas sin que uno se las haya dicho. Puede ser una chuzada, o puede ser infidencias de gente cercana a uno, pero yo me voy por la primera”, le dijo Benedetti a Vicky Dávila este lunes.
En la tarde de este lunes, Sarabia publicó un comunicado firmado por su abogado en el que aseguró que “acudirá a todos y cada uno de los llamados de la justicia y de los entes de control para dar claridad y explicación sobre los hechos de su competencia y conocimiento” y que se defenderá de los “ataques humillantes” que ha recibido de Armando Benedetti.