La Alcaldía de Barranquilla inició la socialización del decreto 0026 de 2024, con el cual se prohíbe el consumo de drogas a 100 metros de distancia de zonas escolares y sitios públicos como parques, plazas, plazoletas y malecones, entendidos como elementos estructurantes del espacio público.
La administración informó que desde este lunes la Policía Metropolitana de Barranquilla inició la socialización progresiva a las unidades del Modelo Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes y otros miembros de la institución para que la prohibición empiece a ser aplicada.
La medida también incluye lugares abiertos al público, ubicados dentro del área de las instituciones educativas de carácter público y privado, tales como jardines infantiles, escuelas, colegios e instituciones de educación superior en todos sus niveles; plazas, parques y malecones, y en un perímetro aledaño a estos. Además, incluye la dosis personal, bebidas alcohólicas y/o embriagantes.
“Para el caso del Gran Malecón se propenderá por la señalización y delimitación de los espacios para la prohibición de consumo de bebidas alcohólicas y /o embriagantes, así como de sustancias psicoactivas”, explicó la alcaldía de Barranquilla, la orden exceptúa aquellos establecimientos que expendan bebidas alcohólicas y /o embriagantes en esa zona turística.
La Policía, por su parte, anunció que realizará actividades de control periódicas en los lugares donde aplique el perímetro establecido y habitualmente concurrido por niños.
Las multas para quienes incumplan la prohibición van desde destrucción de las drogas o productos alcohólicos hasta la participación en programas comunitarios o actividades pedagógicas de convivencia y remisión a los Centros de Atención en Drogadicción (CAD) y Servicios de Farmacodependencia, como lo establece la Ley 1566.
“Actuar de manera contraria a la sana convivencia representará sanciones que podrían alcanzar hasta los 32 salarios mínimos legales diarios vigentes”, informó la Policía.
Con la medida, Barranquilla se sumó a otras capitales del país en las que los alcaldes también prohibieron el consumo de drogas en los alrededores de los colegios y los parques públicos, como es el caso de Medellín.
Estas medidas, sin embargo, no han estado exentas de polémica, hay varias voces que critican su efectividad, pues consideran que no ataca el problema del microtráfico de raíz y que es una manera retrógrada de abordar el tema del consumo