En la que fue su última declaración como fiscal General de la Nación –ante de que este martes asuma en calidad de encargada la vicefiscal Martha Mancera–, Francisco Barbosa se despidió de la entidad en medio de mensajes cruzados que bien podrían interpretarse como última disputa en público con el presidente Gustavo Petro. Justamente, al ratificar que no serán “la fuerza, la presión, el abuso ni los ataques” los que permitan que en Colombia “fluyan las grandes decisiones”, Barbosa sostuvo que Colombia “no es un país de rupturas institucionales”.
Lo anterior, en respuesta a la narrativa y declaraciones del jefe de Estado, quien desde principios de mes ha reclamado por una supuesta “ruptura institucional” luego de que el canciller Álvaro Leyva fuera suspendido por la Procuraduría o tras la inspección judicial en la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), que permitió recoger material probatorio frente a la presunta financiación de la campaña por debajo de la mesa.
Ambas situaciones, por las que Petro pidió al pueblo “la máxima movilización popular por la decencia”, derivaron el pasado jueves en un bloqueo e intento de toma del Palacio de Justicia, en el centro de Bogotá, por parte de manifestantes que –en línea con lo dicho por Petro–, cuestionan a Barbosa y exigen que la Corte Suprema de Justicia escoja a la brevedad a una fiscal en propiedad.
Entérese: Autoridades ofrecen reforzar la seguridad de la Corte Suprema para la próxima sesión en que se elegiría fiscal
Ante ello, el saliente jefe del ente investigador defendió que la Fiscalía que lideró fue “la de la institucionalidad, no de la confrontación, ni de la polarización”. Por ello, al arreciar en sus pullas, alertó que “la polarización significa enfrentarse sin argumentos y siempre la Fiscalía planteó argumentos y una defensa irrestricta de la institucionalidad colombiana, que es la única que puede permitir que este país siga adelante”.
Lea también: CIDH “alienta” a la Corte Suprema a elegir fiscal, pero pide al Gobierno que no haya más “interferencias”
Al insistir que le han cumplido al país y que está muy honrado por el rol que jugó durante los últimos cuatro años –con “decoro y apego a lo que significa el servicio público”–, Barbosa fue enfático en defender que Colombia es un país de instituciones y “de gente laboriosa y democrática”, no un país de golpes, ni de rupturas institucionales. “Este es un país que respeta los periodos. Todos los colombianos deben preservar las instituciones y permitir que se cumplan los periodos”.
El saliente fiscal protagonizó caldeadas controversias debido a sus posturas públicas retando al presidente, incluso llegándolo a desconocer, como dijo recientemente a EL COLOMBIANO. “Gustavo Petro hoy no representa a la institucionalidad colombiana”, dijo hace un mes en diálogo con este diario.
De acuerdo con Barbosa, solo dentro de las instituciones se puede construir “una Colombia firme y poderosa”, de allí que la justicia sea el camino para preservar el Estado Social de Derecho y no caer en lo que calificó como “desgracias”, al citar lo ocurrido en países como Nicaragua, Venezuela o Cuba. “Colombia es diferente, Colombia es un país diverso, pero es un país democrático e institucional”.
“No es la fuerza, no es la presión, no es el abuso, y no es el ataque contra la justicia lo que permitirá que fluyan las grandes decisiones que necesita el país. Solamente será el diálogo, el tiempo, el camino institucional y el Estado de Derecho lo que nos permitirá poder continuar en esta larga travesía que se inició en el año de 1821 y que continúa a lo largo del tiempo con sobresaltos, pero también con una vigorosa historia que debemos todos preservar”, manifestó el saliente fiscal.
El jefe del ente investigativo expresó su satisfacción por poder terminar el periodo en la Fiscalía e indicó que entrega “una institución fuerte”. Sin embargo, alertó que cualquier divergencia de opinión “debe estar enmarcada en el respeto de las instituciones, siempre en el marco de la tridivisión de poderes, independientemente de las discusiones que, a mi juicio, fomentan la democracia”.
Señalando que el unanimismo no es un principio democrático, Barbosa declaró que “la divergencia, la discusión, la controversia y los caminos ideológicos diversos son la manera como Colombia construye y construirá su camino hacia el porvenir”.
El fiscal hizo un balance de su paso por el organismo, precisando que más de 3.700 sentencias judiciales contra altos funcionarios del Estado se consiguieron en esta administración, entre ellos, el de Marionetas, “cuyo desfalco fue peor que el del cartel de la Contratación en 2010 o Centros Poblados”. También dijo que persiguió al narcotráfico y lo enfrentó. “Más de 2.000 organizaciones narcotraficantes y de microtráfico fueron desmanteladas. Hubo más de 20.000 capturados”.
“Quiero, agradecerle a todo el país, a los colombianos y a los territorios por habernos permitido servirle al país durante estos cuatro años. Han sido grandes desafíos que nos implicó administrar la Fiscalía en medio del Covid 19, en medio de la multiplicidad de actos violentos que se presentan en los territorios contra nuestros líderes sociales, contra nuestros defensores de Derechos Humanos”, puntualizó.