Varios de los nueve soldados que murieron en Norte de Santander durante la madrugada de este lunes aún estaban dormidos cuando los explosivos lanzados por el ELN les estallaron en el cuerpo. Sin uniforme, sin fusil y en un estado de indefensión casi que absoluto, esas nueve víctimas y otros 9 militares que terminaron heridos detonaron la crisis más fuerte que ha tenido el Gobierno de Gustavo Petro en las negociaciones con esa guerrilla.
Tras críticas de seguidores y detractores de la paz total, el presidente y sus alfiles más cercanos salieron a repudiar el hecho en el que murieron 7 soldados que apenas prestaban su servicio militar –pese a que el Gobierno había prometido sacar a bachilleres de las zonas rojas del país– y a hablar de una posible ruptura de la mesa por la falta de “gestos de paz” y por la “violencia extendida por varios territorios del país”, como dijo el ministro de Defensa, Iván Velásquez.
De esos actos, el más rotundo fue un llamado a consultas que le hizo el presidente Petro a toda su delegación para evaluar las tensiones y tomar decisiones de fondo: “un proceso de paz debe ser serio y responsable con la sociedad colombiana”, reprochó el mandatario tras anunciar una reunión urgente citada para este lunes con sus negociadores y con los países garantes del proceso de paz.
Pero, aún con ese corte de cuentas, resultaría poco probable que el jefe de Estado decline tan rápido a sus aspiraciones de paz con esa guerrilla, uno de sus más grandes avances en su política de paz total. De hecho, el jefe negociador del Gobierno, Otty Patiño, salió minutos después a matizar un poco el mensaje y aseguró que le solicitará al jefe de Estado mantener la mesa con la condición de que se acojan a un cese al fuego.
Según dijo Patiño, el “cese al fuego es un clamor nacional” por lo que, desde su perspectiva, es urgente que la guerrilla se acoja a un cese “así sea parcial o temporal. Si no es así, no es posible seguir adelantando los otros puntos”.
Pero, mientras la Casa de Nariño hacía hasta lo imposible para apagar el incendio que generó ese atentado, el ELN jugaba al desentendido.
A través de su cuenta oficial de Twitter, el máximo jefe de esa guerrila, Antonio García, salió a trinar sobre otros asuntos que no tenían nada que ver con el asesinato de nueve soldados, varios de ellos con edades que oscilaban entre 18 y 20 años de edad.
“Eran muy jóvenes todos. Algunos llevaban 10 meses prestando servicio militar y otros 1 año. Los atacaron mientras descansaban, la escena quedó horrible”, le contó a este diario un vocero del Ejército. Los elenos no dijeron nada más para admitir y explicar el atentado.
Un ELN sin voluntad de paz
Este atentado contra un pequeño grupo del Ejército que vigilaba el monte en la vereda Villanueva -ubicada en el municipio El Carmen, Norte de Santander- ha sido el más grave, pero no el único perpetrado por el ELN en este 2023.
Ya estando sentado en una mesa de negociación para frenar el conflicto y alcanzar la paz, el Ejército de Liberación Nacional ha realizado por lo menos seis atentados contra la Fuerza Pública solo en el mes de marzo.
Según cifras oficiales del Ejército Nacional, la guerrilla ha realizado cuatro atentados graves a infraestructuras en lo que va del año. De esas, la más reciente ocurrió el pasado lunes en una explosión al oleoducto Caño Limón, en Arauca, y afectó el abastecimiento de gas en Santander y Antioquia.
¿Suspender la mesa?
Las dos salidas que le quedan al Gobierno le implican sacrificios costosos en plena época de reformas en la que necesita popularidad: suspender la mesa significaría para Petro renunciar a su paz total y asumir una derrota temprana con los elenos, lo que tantas veces le criticó al expresidente Iván Duque.
Y mantener los diálogos, sin exigir un cese al fuego, también le restaría credibilidad a sus negociaciones y podría jugarle en contra con los otros procesos que adelanta con la guerrilla de Iván Mordisco y las bandas criminales dedicadas al narcotráfico.
Decisiones similares llevaron a Duque y al también expresidente Juan Manuel Santos a acelerar su trato militar y suspender los diálogos.
En 2015, cuando Santos afinaba los últimos puntos con la guerrilla de las Farc, ese grupo armado atacó a varios militares y concluyó con una reanudación de los bombardeos por parte del Gobierno.
Pero el caso Duque fue aún más drástico. En enero de 2019 el atentado a la escuela de cadetes que dejó 20 policías muertos provocó que su Gobierno suspendiera toda clase de diálogos con el ELN y reactivara las operaciones ofensivas en todo el territorio.
Y así, la guerrilla se la ha pasado entre manifestaciones de paz y atentados por lo menos en cinco intentos de negociación que han fracasado. Pese a eso, la opinión pública esperaba una reacción diferente con este Gobierno, uno que le ha mostrado más voluntad política y muchos gestos de paz.
Sin embargo, se debe mencionar que el atentado guerrillero infringió el DIH pero no la norma establecida en la mesa de diálogos, pues actualmente no hay un cese al fuego que invalide las acciones militares de parte y parte. Además, la condición pactada es negociar bajo las confrontaciones.
Por eso mismo, el pedido urgente de todos los sectores es que el Gobierno le exija a los elenos aplicar ya un protocolo que frene las hostilidades y acogerse a un alto el fuego que ya fue propuesto por el mismo Gobierno, pero que la guerrilla desestimó y rechazó.
Por ahora, el Gobierno esperará las conclusiones de esa cita de urgencia que sostendrán el lunes y que, tal como van las cosas, podría llevar a clausurar la negociación con la que hoy por hoy es la guerrilla más antigua del continente.
“Nosotros controlamos el territorio, no la guerrilla”
El presidente Gustavo Petro visitó el ETCR de Mesetas, Meta, tras las amenazas de muerte de la guerrilla del Estado Mayor Central a los excombatientes de las Farc que viven en ese territorio. Desde allí instaló un Puesto de Mando Unificado para evaluar la seguridad de los ExFarc y aseguró que “el Estado, nosotros, es el que controla el territorio, y no la guerrilla del EMC”. Dijo que llevaría más Fuerza Pública y que garantizaría 1.300 hectáreas de tierra fértil para los habitantes de esa región. Sobre la crisis con el ELN, dijo que atentados como el de este lunes no se pueden volver a repetir si tienen intención de paz y que el lunes tomará las decisiones que sean necesarias. Por ahora, no descartó exigirles cese al fuego.