Por estos días las personas naturales y jurídicas en Colombia encaran la recta final para renovar su matrícula mercantil, cuya fecha límite es el próximo lunes 31 de marzo. El año pasado unas 2,09 millones cumplieron con esa tarea, pero para 2025 las cosas cambiaron por un decreto que tiene dichosas a algunas, pero bastante pensativas a otras.
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Se trata del decreto 045 de 2024, mediante el cual el Gobierno estableció nuevas tarifas para los trámites que deben surtirse ante las cámaras de comercio. En resumidas cuentas, la medida ayudó a que las mipymes vieran una reducción en los precios, pero en el entre tanto a las empresas más grandes se les dispararon.
Lo anterior, porque el decreto definió que los establecimientos de comercio asociados a una empresa no pagan por el valor de los activos del establecimiento de comercio propiamente dicho, sino por los activos totales de la compañía principal.
Además, si el establecimiento de comercio no está en la ciudad del domicilio principal, paga el doble de la tarifa.
EL COLOMBIANO pudo establecer que este ajuste tiene inquietas a las firmas que por estos días tramitan la renovación de su registro mercantil. Los cálculos apuntan que golpea al 5% de las unidades productivas registradas en las 57 cámaras de comercio del país, sobre todo medianas y grandes.
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Un documento conocido por este medio deja ver, por ejemplo, cómo con el modelo anterior una empresa que cuenta con 89 establecimientos en su lugar de domicilio principal y 482 en jurisdicción de otras cámaras pagaba $20.869.644 para renovar la matrícula, pero ahora terminaría respondiendo por $498.122.440.
Es decir que al amparo del decreto 045 la compañía en cuestión vería reflejado un aumento del 2.287% en comparación con la tarifa que pagó el año pasado.
Los efectos
La preocupación, de acuerdo con fuentes consultadas, tiene que ver con que este modelo tarifario restringe la posibilidad de que almacenes de cadena, restaurantes o tiendas de ropa quieran establecerse por fuera de la ciudad de su domicilio principal por el sobrecosto que se genera.
Pero para las cámaras de comercio también hay incertidumbre. Aunque este medio intentó obtener los comentarios de Ovidio Claros en su calidad de presidente de la junta directiva de Confecámaras y hasta el cierre de esta edición no fue posible, en declaraciones recientes dejó plasmada sus inquietudes.
Claros –en condición de presidente de la Cámara de Comercio de Bogotá– dijo al medio Valora Analitik que a pesar de que el decreto 045 incentivó las renovaciones de los pequeños empresarios, “en algunos casos, la tarifa se ha multiplicado por cuatro, cinco o incluso seis veces, dependiendo del tamaño de la empresa y sus activos declarados. Esto genera un impacto financiero significativo”.
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También describió cómo en las grandes compañías las renovaciones se vienen haciendo de manera más pausada “dado que el valor a pagar se basa en sus activos”.
Las alarmas se han extendido a otras jurisdicciones como la de la Cámara de Comercio de Valledupar, cuyo presidente, José Luis Urón, manifestó que “este decreto pone en jaque al menos a 15 cámaras de comercio del país. No podemos olvidar que el 98% de nuestro tejido empresarial son microempresarios, y si bien este decreto busca favorecerlos, también está afectando la estabilidad de las cámaras y su capacidad de gestión”.
Incluso, describió Urón, “hemos sacado de nuestra planta de personal a 31 funcionarios. La situación es crítica. No nos alcanza el producido del registro para cumplir con nuestra planta de personal”.
Según fuentes conocedoras, al final, igualar activos del comerciante principal con los activos de los establecimientos como lo hace el decreto resultaría antijurídico y antitécnico.
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Queda por verse cómo esta nueva medida impactará los planes de expansión que tienen importantes empresas en el país, claves para el desarrollo y la oferta de bienes y servicios en los territorios.
Justo mientras se conoce esta coyuntura, el diario La República reveló, por ejemplo, que las importantes cadenas minoristas D1, Ara, Oxxo e Ísimo cuentan con más de 4.800 tiendas a lo largo de 29 departamentos.
Según el medio especializado, solo D1 y Tiendas Ara tienen 2.580 y 1.442 puntos, respectivamente, con Antioquia, Bogotá, Valle del Cauca y Atlántico como las zonas con más locales.