Ulises, un perro de raza Pastor Belga, ha comandado la búsqueda de los niños perdidos en la selva del Guaviare tras el choque de una avioneta el pasado primero de mayo. En el siniestro murieron tres personas: el piloto, copiloto y la mamá de los menores. Sin embargo, los cuatro infantes al parecer sobrevivieron al impacto y están deambulando en una zona igual al 80% del área urbana de Bogotá, es decir, caminan a la deriva en un área de 17 km x 19 km en condiciones selváticas.
Gracias al olfato y dedicación del canino, los rescatistas han logrado encontrar pistas claves para dar con el paradero de Lesly Jacobombaire Mucutuy (13 años), Soleiny Jacobombaire Mucutuy (9 años), Tien Noriel Ronoque Mucutuy (4 años) y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy (11 meses). Precisamente, Ulises encontró los materiales con los que los niños habrían construido una especie de refugio para pasar la noche.
Otro perro de la misma raza, llamado Wilson, entrenado en operaciones de búsqueda y rescate, fue el encargado de olfatear al bebé de 11 meses y fue el que encontró la primera pista clave: un tetero rosado que posteriormente permitió el hallazgo de la avioneta estrellada en la vereda Palma Rosa.
Los dos caninos han cumplido con una tarea heroica en el operativo al que denominaron “Operación Esperanza”. Junto a ellos, más de 100 hombres están internados en la selva tratando de encontrar a los niños, y desde el inicio, Manuel, su papá, ha acompañado la búsqueda que hoy completa 500 horas.
Desde la selva, Manuel envió un mensaje y balance de la búsqueda. “Agradeciendo a todas las unidades que están en la búsqueda con mucha fuerza. Espero que muy pronto encontremos a los niños y agradezco a todas las unidades. Les doy fuerza de aliento para que pronto los encontremos”, dijo Manuel a través de un radio teléfono con una comunicación entrecortada por las agrestes condiciones de la selva.
A su vez, el General Pedro Sánchez Suarez, comandante del comando conjunto de operaciones especiales de las Fuerzas Militares, le dijo que “todas las mejores capacidades que tiene el Estado y toda la voluntad de los comandos que anteponen la vida para salvar la de otros, esta disponible y no vamos a abandonar esta misión hasta no traer a los menores a casa”.
Si bien la tarea no es fácil porque los niños están extraviados en un área de 17 x 19 km, en medio de la selva, sin que alguien pueda brindar alguna razón, los uniformados no han perdido la esperanza y se mantienen con la fe intacta prometiendo no abandonar la misión.
Hasta el momento, los rescatistas han seguido pistas como las frutas mordidas, los cambuches improvisados y las huellas en la tierra fresca que van dejando los niños a su paso. En las últimas horas más de 50 Comandos pertenecientes a las Fuerzas Especiales entrenados y equipados con herramientas tecnológicas de punta fueron insertadas en la selva virgen en límites entre los departamentos de Caquetá y Guaviare donde se concentra la búsqueda de los menores.