El Gobierno de Gustavo Petro se anotó este lunes un significativo –pero aún prematuro–, triunfo en su afanosa búsqueda por destrabar la reforma pensional en el Senado: logró sumar los apoyos de la mayoría de la bancada del Partido Liberal, decisivos para el trámite de cualquier iniciativa en el Congreso, y consiguió que fuera aprobada su ponencia. Así se desenreda la iniciativa y arranca la aprobación del articulado.
Al comprender al fin que la intransigencia y los absolutismos solo conducen al mismo destino de la fallida reforma a la salud, el Ejecutivo dejó de lado sus inamovibles y cedió en uno de los puntos centrales del proyecto: el umbral a partir del cual se debe cotizar en el fondo público de pensiones, Colpensiones.
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Si bien a lo largo del debate el Gobierno permanecía inflexible y no daba su brazo a torcer en que aquellos que ganaran hasta 3 salarios mínimos deberían cotizar en el fondo público, finalmente accedió a que sean quienes devenguen hasta 2,3 salarios. No es un asunto menor: detrás de todo se encuentra el manejo de millonarios recursos y la entrega de subsidios.
Sin embargo, el umbral no fue la única condición de los liberales para dar su apoyo. De acuerdo con el senador Alejandro Carlos Chacón, respaldarán la iniciativa siempre y cuando se garantice que quien administre el ahorro no sea Colpensiones, sino una entidad independiente, y que se aumente el subsidio para los estratos 1 y 2.
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“Claro que estamos apoyando, eso sí, con los cambios que el Partido ha venido concertando con el Gobierno”, destacó el congresista, quien defendió que los cambios fueron discutidos también con el jefe de la colectividad, el expresidente César Gaviria, uno de los férreos opositores del Gobierno. “El presidente Gaviria entendió y estuvo de acuerdo en que el Partido no votara el archivo y que había que hacer algo precisamente para solucionar el hueco fiscal”, dijo.
Las declaraciones de Chacón se dieron a la salida de la Casa de Nariño, donde nueve de los 13 senadores de la bancada liberal sostuvieron un cara a cara con el presidente Gustavo Petro por más de dos horas en búsqueda de acuerdos. Según varios asistentes consultados por este diario, el mandatario estuvo abierto al diálogo y al consenso.
“Él llegó tarde –como siempre–, entonces formalmente no hubo almuerzo, pero cedió y logramos acuerdos. Se lo dijimos: era necesario mostrar algo y mandar el mensaje al país de que sí podemos coordinar asuntos con el Gobierno”, manifestó uno de los congresistas que accedió a hablar bajo el anonimato.
Si bien la bancada en Senado está conformada por 13 congresistas, del encuentro fueron excluidos cuatro senadores: los más críticos y opositores a varias de las políticas del “Gobierno del cambio”. Se trata de Lidio García, Mauricio Gómez, Juan Pablo Gallo y Miguel Ángel Pinto. No obstante, desde el propio Gobierno explicaron que García –uno de los más cercanos a Gaviria–, se ausentó debido a problemas de salud de su esposa, más no porque no fuera invitado.
“El Gobierno viene haciendo una serie de conversaciones para estos y otros temas con las bancadas. Nos reunimos con una bancada de Gobierno, que es la del Partido Liberal. Son 10 senadores que nos vienen acompañando decididamente. Tenían una serie de observaciones frente a lo que hemos llamado un acuerdo de fondo y estructural”, destacó el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco.
Sin embargo, el funcionario alertó que, si bien el Gobierno cedió, es un acuerdo parcial e insistirán en que el umbral se mantenga en 3, lo que podría afectar las negociaciones a futuro. “El Gobierno se propone demostrar que necesitamos más de 2,3 salarios mínimos y ellos (los liberales) han estado abiertos. Dicen ‘si técnicamente ustedes nos demuestran eso estamos abiertos a que se pueda subir en algún momento en el debate’”, agregó Velasco.
Las cuentas y los movimientos
Sumar a los liberales a su cruzada representa un importante triunfo para el gobierno de Gustavo Petro. El número mágico para lograr aprobar la reforma pensional en segundo debate es 53 votos.
El Ejecutivo hoy por hoy cuenta con 20 apoyos asegurados de la bancada del Pacto Histórico, al menos siete de la Alianza Verde-Centro Esperanza, los 10 de los liberales y –se presume–, otros siete del Partido de la U (con quien se reunió Petro la semana pasada). Los restantes los aruñaría del Partido Conservador y minoritarios.
De hecho, el ministro Velasco anunció desde ya que continuarán las reuniones y cónclaves con otras colectividades, entre ellas, los cristianos del Partido MIRA, que contribuirían a lograr mayorías en el Senado para que el proyecto dé el salto a la Cámara de Representantes.
Muestra del apoyo unánime del que ahora goza la iniciativa fue la determinación adoptada este lunes por la plenaria, que con 59 a favor y solo 18 en contra, archivó la ponencia alternativa que lideraba la senadora Norma Hurtado, de La U, que fijaba en 1,5 salarios mínimos el umbral para la cotización en Colpensiones.
En su lugar, votaron a favor la ponencia del Gobierno con 49 votos a favor y 33 en contra. Además de seguir sumando apoyos y cumplir los compromisos, el Gobierno se enfrenta al reloj. La iniciativa debe surtir otros dos debates en Cámara antes del 20 de junio, es decir, en poco más de dos meses.
