Alfonso Gómez Méndez es uno de los políticos más queridos y respetados de Colombia. Su amplia trayectoria le ha merecido reconocimientos y la admiración de muchos. Y aunque a lo largo de los años se ha mantenido apartado de las polémicas, este miércoles él mismo se encargó de destapar su más dolorosa verdad: una verdadera tragedia familiar con la que ha cargado desde hace un par de años.
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En un extenso y muy íntimo comunicado, el exministro de Justicia y exfiscal General habló de su hijo mayor, Alfonso Gómez Lugo, fallecido el 7 de octubre de 2022, revelando detalles de su más custodiada intimidad.
En los párrafos de la carta pública, el exfiscal confesó que su hijo Alfonso, quien en vida batalló con adicciones a las drogas, tuvo además relaciones con el expolicía Manuel Castañeda, también conocido como el “narcochofer”.
Inicialmente, narró cómo nació la relación entre ambos: “Cuando asumí el cargo de ministro de Justicia en el primer gobierno del presidente Santos, el Estado dispuso un esquema de seguridad para mí y para mis hijos. A Alfonso le asignaron para su protección a un policía llamado Manuel Castañeda, ahora conocido por todos como el narcochofer. La relación entre ambos empezó a florecer porque Castañeda, quien sin mencionarlo habló de mi hijo en una extensa entrevista que le dio a Cecilia Orozco, era quien le ayudaba a Alfonso a conseguir su dosis personal”, escribió Gómez.
Desde ese momento, su hijo mantuvo contacto con Castañeda. Fue gracias a ese vínculo que un día Castañeda “buscó a Alfonso (hijo) para plantearle un negocio turbio. Le ofrecieron 60 millones de pesos para que garantizara la permanencia en la Procuraduría del procurador provincial de Villavicencio, Nelson Rodríguez Balaguera. Asumo que su estadía en ese puesto era vital para tapar los procesos de aquellos interesados que pusieron la plata”, escribió el exministro.
En el texto, Gómez Méndez asegura que su hijo aceptó el dinero, pero no cumplió con su parte del trato, que era mediar entre su padre y su hermana Rosita, entonces funcionaria de la Procuraduría, para evitar la salida del procurador delegado, quien finalmente fue removido en la actual administración de Margarita Cabello.
El incumplimiento de su parte en el trato puso a Alfonso hijo en una situación de alto riesgo. Las personas con las que hizo negocios le exigieron la devolución de los 60 millones de pesos. De no hacerlo, atentarían contra su vida.
Fue entonces cuando Gómez Méndez supo lo que estaba pasando. Los criminales buscaron a Rosita, su hermana, para exigirle a ella la millonaria suma.
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“Como Alfonso no les respondía, buscaron a mi hija Rosita y, por medio de ella, me buscaron a mí. Fue entonces cuando ambos nos enteramos de la situación. Increpamos a Alfonso y él no tuvo otra alternativa que confesarnos lo que había hecho. Nos dijo también que se trataba de gente peligrosa que podía asesinarlo si no cumplía”, detalla la carta.
A continuación, el exministro reveló seguramente uno de los hechos más custodiados de su vida. Procurando salvar la vida de su hijo, pagó la extorsión.
“Hice, creo yo, lo que cualquier padre hubiera hecho. Conseguí la plata de la deuda de Alfonso y me encargué de que le llegara a Manuel Castañeda, consignándola a su cuenta personal a través de un abogado amigo de mi hijo. Prefería, por supuesto, pagar una extorsión de 60 millones de pesos que poner en riesgo su vida. Por más que se equivoquen una y otra vez, la labor de un padre es estar al lado de sus hijos hasta el final”, admitió.
El exministro reconoció que “es una verdad dolorosa que no había compartido con nadie. En tantos años de ejercicio público me he cuidado para proceder con los valores que me inculcó mi padre. Así lo he hecho y, a mis 75 años, tengo la tranquilidad de decir que mi recorrido no tiene tacha”.
El comunicado es un acto de valentía por parte del reconocido exfuncionario. Se anticipó a la publicación que al parecer tenía lista algún medio de comunicación sobre estos detalles íntimos acerca de su hijo y sus relaciones con Castañeda.
“No quiero terminar sin condenar el hecho lamentable de que mis detractores echen mano del arma innoble y baja de utilizar a mi hijo muerto para pretender mancillar mi nombre y el de mi familia”, concluyó.
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