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VIH aumenta en Antioquia y una fundación busca reabrir un hogar en Barbosa que fue pionera para atender pacientes

Hace 33 años una familia que perdió a su hijo en un atentado en los tiempos de Pablo Escobar donó su casa a la Fundación San Juan Eudes para atender el VIH. Casos aumentaron un 14 % en la región.

  • VIH aumenta en Antioquia y una fundación busca reabrir un hogar en Barbosa que fue pionera para atender pacientes
  • La fundación “El Arca” con atención a menores abrió sus puertas en 1991. A la par del hogar “Juan Esteban” en Barbosa, que atendía adultos. FOTO esneyder gutierrez
    La fundación “El Arca” con atención a menores abrió sus puertas en 1991. A la par del hogar “Juan Esteban” en Barbosa, que atendía adultos. FOTO esneyder gutierrez
  • VIH aumenta en Antioquia y una fundación busca reabrir un hogar en Barbosa que fue pionera para atender pacientes
VIH aumenta en Antioquia y una fundación busca reabrir un hogar en Barbosa que fue pionera para atender pacientes
12 de agosto de 2024
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Desde hace 37 años la Fundación San Juan Eudes recibe personas que llegan escondidas, con miedo y víctimas de la ignorancia ajena. La historia se remonta a las primeras visitas que hacía el sacerdote Bernardo Vergara en Bogotá a enfermos estigmatizados por el VIH en hospitales públicos. Bernardo, con ayuda de benefactores, decidió arrendar en 1987 un hogar para atenderlos sin prejuicios y darles calidad de vida en sus últimos días. Sin embargo, no era fácil conseguir enfermeras que quisieran cuidarlos, taxis para transportarlos ni vecinos sin prejuicios ante una enfermedad mortal desconocida para la época.

“Cuando se une el miedo y la ignorancia, brota la violencia”, dijo el padre ante los múltiples atentados que la fundación sufrió en su comienzo y afirmó que fueron esos ataques los que les dieron fortaleza para salir adelante.

El barrio La Patria en Bogotá es ahora una zona donde se encuentran distintas sedes de la fundación. Entre estas la IPS Fulano, que el padre fundó y que en los noventa era un hogar para personas diagnosticadas con VIH y estigmatizadas por la comunidad. Las personas que llegaron allí buscando ayuda tuvieron que convivir con ataques a piedra a la vivienda, ventanas quebradas, insultos, amenazas y burlas cada vez que salían a la calle hasta que tuvieran que irse del barrio.

No obstante, fue un petardo que les lanzaron el 3 de febrero de 1994 lo que les confirmó que las amenazas iban en serio. Como si en la fundación presagiaran que algo malo iba a pasar aquel día, las cuatro personas que se encontraban en el hogar salieron a un evento de promoción y prevención de VIH horas antes de que este ataque destrozara la fachada de la vivienda.

Pero las intimidaciones continuaron: a los sacerdotes y pacientes les apuntaban con escopetas, y al padre Bernardo le hicieron cuatro atentados, pero de todos salió ileso.

Al tiempo que la violencia arreciaba contra ellos, la fundación recibía decenas de personas provenientes de Antioquia que llegaban a Bogotá en busca de un tratamiento escondiéndose de sus familias, así que los sacerdotes en cabeza del padre Vergara tuvieron la idea de abrir un lugar en Antioquia.

El padre Bernardo sabía que el regionalismo era un factor clave que debía saber capotear si quería asentar con éxito su misión en Antioquia. “Yo procuré invitar médicos, pero me decían que les tenía que garantizar que el hogar solo iba a recibir paisas, sino no ayudaban”, dijo el sacerdote recordando con gracia ese momento. “El virus no es paisa y la atención era para todos sin discriminar regiones, sexo u orientación”, relató.

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Los rechazos no lo amilanaron y continuó su búsqueda de médicos y hogares donde la fundación pudiera tener una regional en Antioquia.

Fue entonces en febrero de 1991, cuando Raúl y Beatriz le donaron al sacerdote su casa-finca en la vereda el Hatillo, en Barbosa. La nombraron hogar Juan Esteban, en honor a su hijo, quien murió en la masacre del bar Oporto el 23 de junio de 1990, en Envigado. Un ataque que dejó 23 jóvenes asesinados y cuyos responsables nunca fueron encontrados.

Raúl y Beatriz vieron en esta donación a Eudes la mejor manera para irse del país y soltar los lazos del hogar que les recordaba el dolor de la pérdida de Juan Esteban.

Juan Esteban y El Arca

Mientras el hogar Juan Esteban se centraba en la atención de adultos y ancianos con VIH y Sida, alquilaron ese mismo año en el barrio Prado Centro de Medellín el hogar El Arca para atender niños, niñas, jóvenes y padres de familia que fueran portadores del virus o estuvieran en situación de vulnerabilidad. A la fecha, El Arca cuenta con 15 menores en su hogar. De estos, siete niños y padres tienen VIH o están en fase sida.

El hogar Juan Esteban en Barbosa cerró a inicios de 2017 por baja cantidad de beneficiarios y por los altos costos de manutención y de los tratamientos. A diferencia de otras fundaciones, San Juan Eudes recibe a personas con VIH para darles una atención integral y llegó a tener un estimado de 100 a 150 adultos. Muchos de ellos fallecieron, otros se recuperaron con tratamiento y se fueron de la fundación, mientras que los demás se trasladaron a otros lugares cuando el hogar cerró.

Sorteando múltiples desafíos durante más de tres décadas para mantenerse en pie a punta de benefactores, el hogar El Arca en Prado Centro sigue siendo refugio para menores y padres con VIH. El hogar es amplio: tiene tres pisos, una terraza, tres cuartos con camarotes, sala de juego y hasta un oratorio. A quien llegue a este hogar lo reciben 15 niños, niñas y jóvenes entre abrazos y gritos afectuosos.

Allí hacen bazares, bingos y conciertos para recaudar fondos. También residen toda la semana hasta que un cuidador los recoge de sábado a domingo. De lunes a viernes, van al colegio que queda a dos cuadras y al volver al mediodía hacen actividades lúdicas con las enfermeras y la psicóloga y coordinadora de la Regional Antioquia, Marcela Sánchez.

Almuerzan, juegan, meriendan, hacen tareas y rezan en el oratorio. Y antes de dormir, a los diagnosticados con VIH les suministran un medicamento diario disfrazado como “vitaminas”, pues sus cuidadores consideran que muchos de ellos no están en edad para explicarles qué es el virus que portan.

El difícil camino del tratamiento

Una de las madres del Hogar El Arca en Medellín se encuentra en fase Sida.

La mujer fue diagnosticada hace ocho días a través de un conteo de células madre que se realizó. Ante esto, Marcela Sánchez, psicóloga del hogar El Arca, explicó que la falta de adherencia al tratamiento puede determinar en muchos pacientes llegar a esta etapa. Pero esto no significa una sentencia: con el adecuado tratamiento del antirretroviral es posible regresar a la fase VIH, aunque representa un desafío al sistema inmunológico.

El Tratamiento Antirretroviral (TAR) consiste en el uso de medicamentos contra el VIH para tratar la infección. Los médicos recomiendan a las personas contagiadas comenzar el TAR lo más pronto posible y dependiendo de la necesidad de cada cuerpo y sus comorbilidades, asignan las píldoras a tomar. En Colombia hay siete tipos de estos medicamentos.

Si bien han bajado los estigmas frente al contagio de VIH, todavía para los pacientes acudir a las pruebas rápidas o tomar el tratamiento sigue siendo un secreto que en su mayoría prefieren guardar.

El epidemiólogo de la fundación, Edier Palacín García, que ejerce en la IPS Fulano (centro de salud y acompañamiento para la fundación en Bogotá), explicó que el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) es asintomático o presenta tres fases.

La primera es la infección aguda, en la que se presentan síntomas parecidos a la gripa. Le sigue la infección crónica, que en algunos casos puede presentar sarpullidos o sarcoma de Kaposi, que es un cáncer que provoca lesiones en la piel y las membranas mucosas como boca, nariz y garganta. En la última fase, si no se tiene un tratamiento con fármacos antirretrovirales, se entra a la fase del Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (sida).

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Esta última la diagnostica un médico con el conteo de linfocitos o células madre por milímetro cúbico en la sangre. En la actualidad no hay una cura eficaz, pero con el medicamento diario es posible tratarlo y llevar vida digna.

“Un paciente VIH no es un paciente juicioso con su medicamento y no porque así lo quiera, sino porque su cuerpo y salud mental hace que cree un rechazo al tratamiento”, explicó Marcela, quien ha estado apoyando el acompañamiento psicosocial de los menores y padres en El Arca.

Además, señaló que por fortuna no han tenido problema con la entrega de los medicamentos antirretrovirales a los pacientes en las EPS. Sin embargo, atienden una gran población migrante que no cuenta con cobertura en salud, pero gracias a los benefactores y con la IPS Fulano desde Bogotá, les brindan el tratamiento.

Sostenerse no ha sido fácil para la Fundación San Juan Eudes. A diferencia de otras fundaciones que atienden personas diagnosticadas con VIH, ellos los reciben en sus hogares y todos los gastos corren por cuenta de benefactores, fundaciones, padrinazgo a los niños de El Arca, bingos y bazares. Incluso, van a comenzar a hacer retiros espirituales para recolectar fondos y así poder reabrir el hogar Juan Esteban en Barbosa ante el incremento de las cifras de VIH en Antioquia.

Así están los casos en Antioquia

Las tasas de VIH son preocupantes y presentan un aumento en Antioquia para 2024. Según el Sistema de Salud Pública (Sivigila) del Instituto Nacional de Salud, el departamento registró entre enero y julio del año pasado 1.631 casos, de los cuales Medellín aportó 916 contagiados. Entre tanto, en el primer semestre de 2024 se tienen notificados 1.857 casos nuevos de VIH, de los cuales el 80,72 % (1.539) corresponden al sexo masculino y el 17,02 % (318) al sexo femenino. Es decir, un aumento del 14% respecto al 2023.

En cuanto a los casos en Medellín, con corte al 31 de julio de este año, se registran 1.121 personas contagiadas; le siguen Bello, con 154; Itagüí, con 72; Rionegro, con 50 y Apartadó, con 30.

Asimismo, las edades de los hombres que tienen VIH en Antioquia rondan en su mayoría de 20 a 24 años, mientras que en mujeres se presentó entre los 25 y 29 años.

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Por otro lado, contrariando el estigma que existe de que la comunidad LGBTIQ+ es portadora de VIH, los datos de Sivigila muestran que la mayoría de contagios fueron de personas heterosexuales, con un 48,95 % de los casos. En personas homosexuales fue del 42,49 %.

Como se dijo anteriormente, El Arca cuenta con personas migrantes en su fundación. Según el registro de Sivigila, Antioquia tiene una población migrante activa en VIH de 184 casos y otros 56 en personas en situación de calle.

El epidemiólogo Edier Palacín afirmó que aún persiste mucho tabú respecto a las muertes por esta infección y que “todavía las familias prefieren mentir y decir que su hijo murió de cáncer que de Sida”. Respecto a esto, las cifras de Sivigila arrojan que de enero a julio de 2024 en Antioquia hubo tres muertes por sida y 11 muertes por VIH.

Por otra parte, ONUSIDA advierte que en la actualidad el VIH es una pandemia que para 2023 presentó 39,9 millones de casos en todo el mundo. De esta cifra, alrededor de 5,4 millones de personas no sabían que estaban viviendo con VIH y para ese mismo año, 630.000 personas fallecieron a causa de enfermedades relacionadas con el sida.

Infográfico

¿Cómo se contagia el VIH?

Este virus también puede ser asintomático y pasar muchos años sin producir ninguna señal externa en los pacientes. En algunos casos, se presentan síntomas hasta unos años después: tiempo en el que el VIH destruye su sistema inmunológico.

Precisamente este bajonazo en sus defensas es el responsable de que una persona con VIH tenga una probabilidad de hasta 50 veces mayor de sufrir tuberculosis a lo largo de su vida o, incluso, de ser más propenso a infecciones o enfermedades respiratorias.

Para que pueda haber contagio de VIH se necesita intercambio de fluidos corporales como flujo vaginal, líquido preseminal o semen por parte de alguna de las dos personas o ambas que porten el virus y que no usen preservativo en una relación sexual. También se puede presentar por transfusiones en sangre, aunque sea en menor medida.

“Afortunadamente los bancos de sangre en Colombia vigilan sus donaciones e, incluso, si usted porta una ITS, en tres días lo llaman”, afirmó Marcela Sánchez. No obstante, el contagio de VIH en la sangre se da en gran medida al compartir jeringas con alucinógenos inyectables.

Tenga en cuenta que puede practicarse una prueba rápida de VIH en Profamilia. También en la página web www.tecuidamos.com.co hay asesorías en línea en la que se resuelven inquietudes alrededor del VIH/SIDA y hasta se brindan diagnósticos. Además, la Fundación San Juan Eudes cuenta con la línea VIHda al número de WhatsApp 320 999 0337 para recibir apoyo, información y acompañamiento de profesionales. Los puede encontrar en redes sociales como Fundación Eudes Colombia.

Si usted está interesado en apoyar o desea conocer más información de Eudes Colombia o asistir a los eventos, puede comunicarse al teléfono (604)4796094 o al celular 3124316631.

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Casos de VIH se registran en Antioquia entre enero y julio de 2024.
14%
incrementaron los casos de VIH en el departamento con respecto al primer semestre de 2023.
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