En las últimas dos décadas se han lanzado seis propuestas para descongestionar la movilidad en la zona de embalses y acabar con ese embudo que convirtió en un suplicio su tránsito, no solo para turistas sino, sobre todo, para los habitantes de El Peñol, Guatapé, Marinilla y San Rafael. Pero todas han sucumbido, ya sea porque eran técnicamente inviables, o porque no alcanzaron cierre financiero, no recibieron la licencia social, faltó voluntad política para ejecutarlas o arrastraban problemáticas ambientales. El asunto es que hace dos semanas, la Gobernación de Antioquia anunció una nueva vía que según el secretario de Infraestructura, Horacio Gallón, “se convierte en una alternativa para descongestionar la vía de embalses”. El gran plus de este nuevo trazado es que ofrece una conexión con el cañón del río Nus, lo que a su vez acortaría distancias con el corazón del Bajo Cauca y acercaría a su vez al Oriente con la Costa Atlántica. Esta posibilidad recibió el espaldarazo en la región y parece haber consenso en que es un gran acierto.
Sin embargo, los reparos aparecen a la hora de hablar sobre qué tan cierto es que la nueva vía propuesta por el gobierno de Andrés Julián Rendón significará un alivio real para la descongestión y la conectividad de la zona embalses. Pero hay que ir por partes.
El proyecto llamado Conexión El Santuario - Providencia, que arrancaría obras en 2026 para estar listo en 2030, tendría 76,2 kilómetros con carriles a doble sentido, pasando por El Santuario, El Peñol, Alejandría y San Roque, contando a su paso con 17 puentes y tres túneles. Según las especificaciones técnicas, la vía tendría un ancho de 10,9 metros y una velocidad de hasta 80 kilómetros por hora. Permitiría llegar de El Santuario al cañón del Nus en una hora y en cuatro horas de El Santuario a Caucasia, y además conectar al Oriente con la 4G Conexión Norte y de allí hacia la Ruta del Sol con destino a la Costa. El subsecretario de Infraestructura de Antioquia, Sebastián Castaño Gómez, también anticipó que la obra tendría una inversión de $4,2 billones y se financiaría con dos peajes, uno al paso de la zona de embalses y otro al final del recorrido en San Roque, aunque estudian si podrían ser complementarios y no tener que cobrar tarifa plena. Según dijo Castaño Gómez, para ir del Oriente al Nus se pagan actualmente tres peajes.
La propuesta fue recibida con entusiasmo en Alejandría, pues su alcaldesa Gloria Cecilia Naranjo aseguró que lograr que este trazado pase por el municipio es una de las principales solicitudes que le han elevado al gobierno departamental para este cuatrienio, al considerar a Alejandría como un punto estratégico para desembotellar el Oriente y unirlo con el Nordeste y el Magdalena Medio.
Pero el entusiasmo en Alejandría contrasta con las preocupaciones en sus municipios vecinos. Aunque se mostró cautelosa a la espera de que el proyecto sea socializado a profundidad, la alcaldesa de El Peñol, Sandra Duque, anticipó que el trazado significaría un segundo desplazamiento del municipio y un retroceso. Hay que decir que otras propuestas entre las seis que han fracasado en su intento por descongestionar la zona de embalses también han sido rechazadas en El Peñol por trazados que aíslan al municipio, algo que, según han insistido, sería como enterrar nuevamente el pueblo (en alusión a la inundación y traslado del pueblo en 1978).
A Julio Serna, alcalde de Marinilla, otro de los municipios donde anticipan afectaciones, le parece que la llamada Conexión Santuario - Providencia sería clave para la competitividad del Oriente, pero enfatiza que definitivamente de llegar a concretarse sería un complemento más no la solución directa a la crisis que padece la movilidad en zona de embalses. “Son dos propuestas diferentes”, apuntó, señalando que sigue siendo necesario encontrar una ruta que descongestione e integre a El Peñol, Guatapé, Alejandría, San Rafael y San Carlos. Serna habla de un flujo de 70.000 vehículos actualmente en la zona, tráfico impulsado en gran medida por el turismo que municipios como el suyo se encargan de dinamizar con una robusta oferta de gastronomía y servicios.
Aunque el proyecto todavía está crudo pues la socialización del mismo apenas arrancó hace unos días, el diputado Juan Esteban Villegas dijo que una de las conclusiones que quedaron tras la reunión de la Mesa de Movilidad del Oriente Antioqueño (convocada la semana pasada para hablar de este tema y de la ampliación del José María Córdova), es que la Gobernación debe ser clara frente a la ciudadanía y explicar que se trata de dos proyectos diferentes: este busca conectar el Valle de San Nicolás con el Nus, pero su objetivo prioritario no es desatorar el embudo en embalses ni menos integrar a estos municipios con los de zona de bosques.
Y aunque con esta propuesta desde la Gobernación parecen haberle le echado tierra a la de la administración anterior, que ya había logrado avances en más de diez mesas técnicas, en el Oriente todavía se aferran a ella como una posibilidad para lograr la necesaria descongestión. Cabe recordar que esta propuesta que Aníbal Gaviria presentó junto al ministerio de Transporte en marzo de 2023, llamada Circuito de Embalses, y pensada para ejecutarse en la margen izquierda del Río Negro, incluía los corredores viales Marinilla – San Rafael, Marinilla – El Peñol, más la variante El Peñol y la rehabilitación de la Autopista Medellín – Bogotá en los tramos Granada – Guatapé y San Vicente – El Peñol. Al finalizar la administración anterior, esta propuesta avanzaba en el cierre financiero, pero en el Oriente la reconocen como la que más avanzó en cuanto a socialización y concertación política y con las comunidades.
En la región plantean que esta nueva propuesta es una versión similar al fallido proyecto El Santuario - Guatapé, impulsado por Devimed, que no prosperó por el rechazo que generó en varios municipios, sobre todo en El Peñol. Hay quienes no están de acuerdo con la decisión del gobierno Rendón de bajarle el pulgar al Circuito de Embalses, pero en general hay cierto optimismo en que el gobierno departamental será receptivo en el que será, seguramente, un largo proceso de diálogo y concertación en el que muchos esperan que se tome la decisión de avanzar en las dos propuestas de manera conjunta: la que conecta al Valle de San Nicolás con el Nus como en la que busca específicamente desatorar y conectar la zona de embalses y bosques.