En el municipio de Amalfi, Nordeste antioqueño, siguen preguntándose qué motivos tendría alguien para dañar unas figuras religiosas que, más allá de lo que representan para los creyentes en un municipio tremendamente católico, han sido durante décadas referentes turísticos del municipio, pues se encuentran en cimas de de los cerros tutelares y conservan una historia de cerca de 100 años.
Pero el caso es que, sea cual sea el motivo (si es que lo hay) las dos figuras, dos vírgenes ubicadas en el Alto de Cristo y el Alto de la Línea o de la Virgen, terminaron vandalizadas, a ambas les desfiguraron el rostro y las atacaron con objetos contundentes con evidente saña.
El Alto de la Virgen es uno de los cerros tutelares más visitados. Allí está ubicada la Virgen Inmaculada Concepción, patrona de los amalfitanos. Es un sitio altamente concurrido, particularmente en Semana Santa y el 7 de diciembre, día de la Virgen Inmaculada .
El sitio es frecuentado especialmente en Semana Santa y el 7 de diciembre día de la virgen mencionada. A esta imagen los vándalos le arrancaron la nariz y la dejaron irreconocible con un enorme hueco en el rostro.
Este cerro también se conoce como Alto de la Línea, según dos versiones que relatan en el pueblo, porque allí pasaba un cable o línea telefónica, mientras que otros dicen que el nombre se debe a que desde allí se divisaba la línea, como llamaban a la chiva o escalera que llegaba desde Medellín.
Cuenta la tradición del pueblo que en ese cerro, sentado al lado de la virgen que los vándalos atacaron, el poeta Efraín Galeano se inspiró para escribir el himno del pueblo, el escudo y la bandera. Es un lugar rico en historia porque también hubo un cementerio y hasta un prostíbulo.
Por otro lado, en el Alto de Cristo hay un monumento a Jesucristo, rodeado por imágenes de la virgen. Es una cima a la cual se accede por un tranquilo sendero y que está adornado por 14 cruces donadas por familias del pueblo en representación del Santo Viacrusus.
De manera que por su importancia, por su historia y por lo que significan no solo para creyentes sino para el turismo, en el pueblo no saben quién pudo atreverse a atacar las imágenes.
Óscar Palacios, párroco de la iglesia La Inmaculada Concepción, calificó el acto ocurrido la semana pasada como un ataque contra la fe y contra el patrimonio del municipio y sus habitantes.
Por ahora, se desestimó que se haya tratado de personas de otras religiones que existen en el pueblo pues desde el pueblo aseguran que existe un respeto entre las diferentes expresiones religiosas que tienen cabida en el municipio, pese a ser mayoritariamente católico. La hipótesis que toma fuerza es que se trató de delincuencia común.