Ardillas, boas, tortugas, gavilanes, guacharacas, piguas, buhos y zarigüellas, están entre los 140 individuos de fauna silvestre liberados en lo que va del 2017 en diferentes ecosistemas de Antioquia. Llegaron al Centro de Atención y Valoración de la Fauna Silvestre —CAV— por entrega voluntaria de la comunidad o recuperaciones de la Policía o la autoridad ambiental.
En este trabajo estan comprometidos Corantioquia, el Área Metropolitana y la Policía Nacional.
“La gran mayoría de animales que vienen del tráfico ilegal han estado mucho tiempo en contacto con los seres humanos y a veces la rehabilitación para volver a su entorno tarda incluso varios años”, explicó Juan Camilo Restrepo, coordinador de Fauna de Corantioquia.
Agregó que cuando las personas extraen animales silvestres de su hábitat natural, se genera un desequilibro ya que se impide que cumplan su función biológica. Además se corren riesgos para la salud por zoonosis, que se da cuando se comparten bacterias y hongos que son propios de cada especie.
Se calcula que por cada animal silvestre que es tenido como mascota, han muerto 10 individuos en la captura o el transporte.